XXI. I'm falling for your lips.

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Narra Harry.

-Uno, dos, tres...-comenzó a contar Niall interrumpiéndome, y todos salieron corriendo a esconderse. Puse los ojos en blanco y luego los imité.

Corrí hasta el corredor y me paré en seco cuando la vi. En realidad solo había alcanzado a ver unos mechones de su pelo ondeando justo antes de desaparecer en el interior de una habitación, pero fue suficiente para reconocerla: Mía.

Hacía ya casi dos semanas que no hablaba con ella, y no era como si no lo hubiese intentado. Claramente ella me estaba evitando a propósito y no entendía por qué. Él día anterior la había visto en la ciudad de la mano con Niall y eso me había confundido aún más, tanto que ni siquiera fui capaz de acercarme a saludarla. Necesitaba respuestas, y las necesitaba en ese mismo momento.

La seguí lo más silenciosamente posible y entré en el cuarto tras ella sin pensarlo, encendiendo la luz y cerrando la puerta rápidamente.

-Tú y yo tenemos que hablar.-dije mirándola fijamente a los ojos. Ella reprimió un grito de asombro.

-¿Qué quieres? ¿Tiene que ser justo ahora?-preguntó en un tono un poco brusco una vez que se recuperó.

-Sí, y no te irás de aquí hasta que me expliques qué es lo que te pasa.-dije tranquila pero firmemente.

-No sé a qué te refieres, no me pasa nada.-contestó mordiéndose el labio inferior nerviosamente.

-No contestas mis llamadas, nunca estás en casa de Cloe cuando voy a buscarte, me has estado ignorando toda la noche, ¡si a eso le llamas nada tienes un extraño concepto de la palabra!-exclamé con sarcasmo.-La última vez que nos vimos prometiste que al día siguiente nos íbamos a juntar y nunca más te vi, si hice algo malo dímelo.-añadí suavemente.

-No…, no es nada.-respondió no muy segura estirando su mano para alcanzar el picaporte de la puerta. Inmediatamente coloqué mi mano encima de la suya para impedir que la abriera.

Ella me miró, estábamos muy cerca, yo entre medio de ella y la puerta, con su brazo rozando ligeramente mi costado y su mano aún debajo de la mía. Me acerqué un poco más a ella casi sin darme cuenta de lo que hacía, hasta que nuestros rostros estuvieron a tan solo dos centímetros de distancia y la observé: se veía un poco nerviosa y a la vez expectante. Aún seguía mordiéndose el labio inferior como una niña pequeña que tiene verguenza y eso me estaba matando.

No sé en qué estaba pensando, una parte de mí gritaba “¿Qué haces? ¡Acuérdate de la apuesta!  ¡Vas a arruinarlo todo idiota!”, pero la otra solo decía “bésala, bésala y vuelve a besarla”. ¿Y quién era yo para negarme? No muy sorpresivamente ganó la segunda. Le sonreí y comencé a inclinarme hacia ella cortando el espacio que nos separaba cuando mi mano giró inesperadamente sobresaltándome.

Alguien estaba intentando abrir la puerta del otro lado pero no lograba hacerlo porque tanto mi mano como la de Mía seguían encima del picaporte.

-¡Vamos, sé que hay alguien ahí! ¡Es trampa encerrarse y de todos modos el juego terminó, en tan solo tres minutos Liam tendrá 19!-exclamó la voz de Niall. Mía aprovechó la interrupción para liberar su mano y alejarse de mí. Maldecí a Niall en mi interior.

-¡No estoy haciendo trampa! Es que la puerta se había atorado pero ahora salgo.-mentí abriéndola solo lo imprescindible y saliendo rápidamente luego de echarle una mirada de “aún me debes una respuesta” a Mía.

-¿Tienes idea de dónde está Mía?-me preguntó Niall una vez que estuve en el corredor.

-Emm…no, no lo sé.-contesté mientras se me venía a la mente la imagen de Mía con sus sonrojadas mejillas en la habitación y me hacía sonreír.

Narra Mía.

 ¿Harry había estado a punto de besarme o eran solo impresiones mías? Aunque claro que eso no era muy extraño teniendo en cuenta que él acostumbraba a salir con cualquier chica que se cruzara en su camino. El problema es que yo no quería ser cualquier chica.

-Gracias Niall, definitivamente te debo una.-pensé agradecida. Tener a Harry tan cerca no me dejaba reaccionar coherentemente y si no hubiese sido por la interrupción de Niall seguramente hubiera acabado besándolo. Y por más que me moría de ganas por hacerlo eso no estaba bien, no podía dejar que mi primer beso ocurriera con alguien para quién no significaría nada y alguien que además después de dos meses no volvería a verme.

Suspiré y me abaniqué la cara con las manos para que se disipara el rubor que estaba segura ya cubría mis mejillas. Luego salí de la habitación para dirigirme a la sala. Cuando llegué ya estaban todos ahí, alrededor de la torta. Liam se encontraba justo enfrente de ella con cara de niño en una juguetería. Sonreí al verlo, se veía tan tierno que hasta me daban ganas de abrazarlo.

-¡Menos mal que llegaste, no te encontré por ningún lado!-exclamó Niall.

-Es que…-comencé a excusarme no muy segura de lo que diría. Como para empeorar la situación Harry tenía su mirada clavada en mí, poniéndome incómoda.

-¡Cinco, cuatro, tres…-comenzó a gritar Louis salvándome.

-Dos, uno…-nos unimos todos de inmediato.-¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS LEYUM!!!-gritamos como locos.

No pude evitar que una sonrisa gigante apareciera en mi rostro, era tan lindo ver como todos estaban sinceramente emocionados por el cumpleaños de Liam. Supuse que ellos debían hacer algo como esto todos los años, en el cumpleaños de cada uno de ellos, pero para mí era algo totalmente nuevo: era la primera vez que tenía amigos verdaderos.

Afraid of falling in love.(Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora