Afraid of falling in love.(Harry Styles)

X. I just wish the earth would swallow me up!

-Cariño, mira quiénes vinieron a visitarte.-dijo Susan entrando en el cuarto seguida de Harry y el chico que me abrió la puerta en mi bienvenida. ¿Cómo se llamaba? ¿Liam? No, no, Liam era el del pelo bien corto. ¡Niall! Sí, eso era, se llamaba Niall.

-¡Hola chicas!-saludó Niall cordialmente.

-¿Y a ustedes qué les pasa? ¡Parece que hubieran visto un fantasma!-exclamó Harry con su habitual sonrisa divertida. Sinceramente en ese momento hubiera preferido enfrentarme a un fantasma antes que a él.-¡Cloe, no sabes lo feliz que estoy! Pensé que iba a tener que comprarme un móvil nuevo.-agregó luego de que ninguna de las dos le respondiera.

-Temo que eso es exactamente lo que tendrás que hacer.-susurré por lo bajo pero al parecer no me escuchó.

-Y bien…¿me van a dar mis cosas o se van a quedar allí paradas para siempre?-preguntó, y en ese momento realmente deseé ser capaz de desaparecer o  ser tragada por la tierra y no tener que explicarle nada

-Emm…sí, claro, tus cosas.-comenzó Cloe nerviosamente.-Aquí están.-añadió agarrando la ropa que estaba en la silla y tendiéndosela a Harry. Él las recibió y luego la miró confundido.-¿Y el celular?-preguntó.

-¿Yo te dije que tenía tu celular? Me debo haber confundido.-se excusó Cloe.

-¿Qué? ¡Pero si me lo dijiste hace menos de una hora y fue muy claro!-la contradijo.

-Ah, tienes razón. Mía, eso explícaselo tú.-me ordenó mi amiga.

-Yo…lo que pasa es que…no fue a propósito pero…-comencé a balbucear luego de fulminar a Cloe.

-¿Me están haciendo una broma? ¡Vamos, dime qué pasó!

-Es que arrojé tu móvil por la ventana y luego tú lo arrollaste con el auto.-solté en un rápido susurro.

-¿Qué? ¡No te entendí ni una palabra! Habla más lento Mía, por favor.-se quejó-.

-Dije que arrojé tu móvil por la ventana y tu lo arrollaste con el auto.-repetí más lento pero sin subir mi volumen de voz, por lo que tuvo que haces un gran esfuerzo para oírme.

-Espera…¿acabas de decir que tiraste MI móvil por la ventana?-dijo articulando lentamente cada palabra en un tono tranquilo, inquietantemente demasiado tranquilo mientras se pellizcaba el puente de la nariz. Asentí sin levantar la vista del suelo.-¡¿PUEDES EXPLICARME EN QUÉ RAYOS ESTABAS PENSANDO CUANDO HICISTE ESO?!-gritó furiosamente a continuación.

-Técnicamente tú tienes la culpa de que se rompiera porque íbamos a ir a recuperarlo pero justo llegaste y te estacionaste encima.-me defendió Cloe.

-Ah claro, ¡ahora es mi culpa!-exclamó él.- ¿Tu desequilibradamente loca amiga arroja mi móvil a la calle y es mi culpa?

-¿Qué querías que hiciera? ¡Había un mensaje con mi nombre en el que decías que ibas a matarme! No sabía que era tu celular y bueno, me asusté.-protesté.-Y además yo no estoy loca.-agregué firmemente. Él me ignoró y se dirigió a la puerta. Se giró hacia mí y abrió la boca para decir algo pero luego la cerró y suspiró.

-Será mejor que me vaya.-dijo fríamente antes de desaparecer.

-Espera Harry, no es tan grave.-comentó Cloe yendo tras él.

Suspiré y me volví a desplomar boca abajo en la cama. Estúpido Harry, creo que iba a tener que comprarle un nuevo móvil.

-No te preocupes, ya se le pasará. Harry es un poco impulsivo pero ya se arrepentirá de haberte tratado así y volverá para disculparse.-comentó Niall dándome un susto. Creí que se había marchado con Harry.

-No sabía que aún estabas aquí.-dije con un tono más brusco del que me hubiera gustado.-Me has asustado.-agregué con una sonrisa para remendarlo.

-Lo siento, no era mi intención.-contestó.-Conozco a Harry, en menos de un minuto estará aquí de vuelta, por eso no me fui.-explicó, y justo cuando acabó la frase se escuchó el rugido furioso de un motor en marcha y el chirrido de unas ruedas contra el asfalto. Ambos clavamos la vista en la ventana.-Bueno, quizás no lo conozco tanto como creí.-murmuró Niall.

-¿Acaso… se acaba de ir sin ti?-pregunté aunque más bien era una afirmación.

-Sssip. Eso parece.-respondió con un tono de resignación que extrañamente me hizo sonreír.

-¡Maldito lunático!-exclamó Cloe regresando a la habitación. El chico rubio pasó su mirada de ella a mí con una mueca triste en el rostro, luego de mí a ella y finalmente de vuelta hacia mí.

-¿Qué les parece si salimos a algún lado para olvidarnos de esto?-propuso al fin con una sonrisa.

-¡Sí, eso es justo lo que necesitamos!-exclamó Cloe animadamente. Yo en cambio no estaba tan segura, ¿en qué ayudaría salir? Obviamente no haría que el celular de Harry se reparara. Además Cloe ya me había mostrado casi toda la ciudad así que no había ningún lugar que me entusiasmara demasiado.-¿A dónde iremos?-añadió.

-Mmm… supongo que ya le has mostrado casi todo a Mía pero apuesto a que no la has llevado al acuario.-respondió Niall como leyéndome la mente.

-¿Iremos al acuario? Puaj, que aburrido.-protestó mi amiga.

-Tienes que conocerlo, es hermoso.-me aseguró el chico ignorándola.-¿Qué dices…vienes?

-¡Claro!-contesté. Ir a un acuario era más mi tipo de actividad que todas las cosas que había hecho con Cloe en la semana. Me había divertido mucho con ella y agradecía su esfuerzo pero claramente no teníamos los mismos gustos.

Narra Harry.

-¡Oh no! Había salido tan rápidamente de la casa de Cloe que había olvidado esperar a Niall. Detuve el auto de repente. ¿Qué es lo que me pasaba? Mía, eso era lo que me pasaba. No sé por qué pero ella tenía el don de sacarme de mis casillas. Solo era un móvil, podía comprarme otro, Cloe tenía razón: no era para tanto. No debería haber actuado así. Comprobé por el espejo retrovisor que no viniera nadie y di una vuelta en forma de u. Tenía que volver a buscar a Niall y a disculparme con Mía, sino iba a ser imposible ganar la apuesta.

Cinco minutos después aparqué nuevamente en frente de la casa de mi amiga y toqué timbre.

-Harry.-dijo Susan sorprendida.-¿Qué necesitas?

-¿Están Niall, Clo…-

-No, lo siento, los tres se acaban de ir. Creo que dijeron algo sobre el acuario pero no estoy segura.-explicó antes de que yo terminara la frase.

-Descuide, ¿puedo pasar a busca algo que se me olvidó?-mentí. Si no podía disculparme con Mía personalmente, al menos le dejaría una carta. No podía permitir que le cayera peor de lo que ya lo hacía, necesitaba ganar esa apuesta. Y con Niall…bueno, con él ya hablaría más tarde.

-Claro.-respondió Susan con una sonrisa.