XXXIII. Neither of us will leave this room

6.7K 229 20
                                    

Ya no me quedaban muchos días en Eastbourn, 72 horas más y ya no estaría allí. Estaría abordando un avión hacia China, donde me esperaban mis padres. Seguía sin gustarme la idea de estar en un país con una cultura y un idioma tan diferente al mío pero al menos podría volver a la vida a la que estaba acostumbrada: mis padres y yo, un nuevo colegio en el que seguramente no encajaría, una nueva casa, sin amigos ni chicos pero a la vez sin problemas.

Pero antes de regresar a eso aún me quedaban tres días que no serían nada fáciles. En menos de una hora tenía que ir a la casa de Harry. Él nos había invitado a todos y a pesar de mi desacuerdo Cloe prácticamente me había obligado a ducharme y cambiarme para ir.

Estaba sentada sobre la cama esperando a que Cloe terminara de arreglarse el cabello. No podía parar de morderme las uñas mientras pensaba qué iba a hacer cuando llegara, ¿se suponía que debía tratarlo como si nunca hubiéramos sido algo más que conocidos, debía ignorarlo o qué?

-Mira tus uñas, ¡pero si son un desastre!-exclamó Cloe saliendo del baño y mirando despectivamente mis manos. Nunca me pintaba ni arreglaba las uñas pero a diferencia de ese día, nunca solía morderlas.-Qué más da, de todos modos no hay tiempo para que te las arregle, ya tenemos que irnos.-agregó al no recibir respuesta.

La miré con la cara más suplicante que era capaz de hacer, aún tenía una pequeña esperanza de no tener que ir, pero como ya suponía no funcionó.

-Vamos, sino llegaremos tarde.-dijo ella firmemente tomándome del brazo y tirando de él para que me levantara.

Claro que ella no sabía nada acerca de la apuesta que había hecho Harry, si se lo hubiera contado tal vez me hubiera dejado quedarme en casa sin hacer un escándalo pero no, no le había contado nada sobre eso porque no quería parecer una ingenua ridícula. Cloe solo sabía lo necesario: Harry y yo nos habíamos peleado y eso era todo. Aunque obviamente para ella eso no era todo, no paraba de decirme que Harry era un chico genial, que seguramente nos habíamos peleado porque yo exageraba las cosas y que debía hablar con él.

Unos minutos más tarde ya estaba parada en frente de la puerta de la casa de Harry. Prácticamente no era conciente de cómo había llegado hasta allí porque había estado todo el camino pensando desesperadamente qué iba a hacer. Además aún estaba luchando con todas mis fuerzas contra el impulso de salir corriendo hacia cualquier otro lado.

-Hola.-se escuchó mientras Harry aparecía en el umbral de la puerta riendo. Cuando reparó en mí dejó de reírse y su cara tomó una expresión seria, como la que se pone al mirar algo frágil que puede romperse en cualquier momento.

-Hola.-respondí casi inaudiblemente mirando al piso mientras me colaba por la puerta lo más rápido posible.

Adentro todo estaba igual que la última vez que había venido, aunque era de esperar, no era como si hubiera pasado tanto tiempo.

Casi todos estaban ahí, solo faltaba Liam que seguramente estaba por llegar. Me quedé parada sin saber hacia dónde ir hasta que vi que Niall me estaba mirando con una sonrisa tratando de llamar mi atención. Estaba sentado junto a Jane y se los veía muy entretenidos, no eran novios pero desde que Niall me había hecho caso y la había invitado a salir eran algo parecido. Me sentía un poco de más entre ellos dos pero eran mi mejor alternativa ya que Cloe se había quedado hablando con Harry y Adi estaba con Louis y Zayn.

-¿Cómo están?-pregunté una vez que tomé una silla y la acerqué al sofá dónde estaban ellos.

-Bien ¿y t..-comenzó a contestar Niall antes de que Janelli lo interrumpiera abruptamente.

-¡Mía, a qué no sabes lo que me pasó!-dijo emocionada.-Ahora tengo un perrito, ayer Niall me acompañó al refugio de animales, había tantos pero solo me pude quedar con uno, quería llevármelos todos pero mi madre me mataría.-continuó hablando rápida y atropelladamente como solo ella hablaba, sin siquiera darme tiempo a responderle.

Miré a Niall, que aún seguía con la boca abierta intentando terminar su oración, y cuando se dio cuenta de que lo estaba observando se encogió de hombros y luego se volvió para mirar a Jane mientras escuchaba atentamente lo que ella decía. Era increíble lo que hacía el amor, estaba segura de que Niall ya conocía de memoria todos los detalles sobre el nuevo perrito de Jane y aún así la escuchaba con admiración y sorpresa.

Traté de imitarlo y de escuchar a Janelli lo más atentamente posible pero después de unos minutos ya no pude más. Woow, realmente no sé cómo Niall lo hacía.

Cloe estaba sola preparando la mesa así que me acerqué a ella.

-Mía, ¿puedes…-comenzó a preguntar pero se detuvo cuando sonó el timbre.-¡Debe ser Liam!-exclamó.-Mía, yo iré a abrirle, ¿tú  puedes ir arriba y buscar un cargador para mi móvil en el cuarto de Harry?-preguntó rápidamente.

-¿Q..qué?-balbuceé mirando alrededor para ubicar a Harry.

-Vamos Mía, por favor.-me pidió.-Harry está en la cocina-agregó como leyéndome el pensamiento antes de dirigirse a la puerta sin darme tiempo de protestar.

Resoplé y comencé a subir las escaleras lentamente y sin ganas. Luego me acordé de la segunda vez que me había cruzado con Harry, justo en esa misma escalera. Lo pensé mejor y empecé a caminar más rápido, no quería que él me encontrara allí ni nada parecido.

Llegué hasta su cuarto, abrí el cajón de su escritorio dónde por lo general guardaba su cargador y lo tomé.

-Listo, no fue tan difícil.-pensé aliviada dándome la vuelta a la vez que me concentraba en desenredar el cable del cargador que estaba lleno de nudos.

 -Siento ser tan drástico pero nadie saldrá de aquí hasta que hablemos.-me sorprendió una voz seguida de un portazo y el ruido de una llave contra la cerradura, di un respingo y solté el cargador inconcientemente sin poder evitarlo.

Afraid of falling in love.(Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora