𝗣𝗔𝗥𝗔𝗚𝗢𝗡 | HANNIBAL
⠀⠀⠀ ❛❛ Cuando Hannibal conoció a Will Graham
⠀⠀⠀ (el hombre que, tres años antes, había sido
⠀⠀⠀ confundido con el Destripador de Chesape
⠀⠀⠀ ake), esperaba diversión. Lo que consiguió
⠀⠀⠀ fue su primera muestra de obses...
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Cuando entraron al comedor, todos aplaudieron.
Will estaba confundido hasta que Beverly se puso de pie y gritó: — Ahí está nuestro héroe.
Lo que le recordó el puente, los niños y el video. Que al parecer todo el mundo había visto. Agachó la cabeza y se apresuró al único asiento libre que no estaba en la cabecera de la mesa.
Era un asiento de mierda, más o menos, porque tenía que pasar literalmente a todas las personas para llegar a él. También fue un gran asiento porque estaba directamente entre Beverly y el Dr. Lecter. Jimmy se sentó junto a Beverly y Brian frente a ella. Frente a Will y al otro lado del Dr. Lecter estaba la antigua abogada de Will, Mary Louise.
Will se deslizó en su silla sin fanfarria. La vergüenza mantuvo su cabeza baja y sus hombros encorvados. Contó los segundos hasta que dejaron de aplaudir.
Cuando el resto de los invitados se dieron cuenta de que no tenía la intención de pronunciar un discurso, también se sentaron. Un mesero inmediatamente le trajo a Will algún tipo de sopa a pesar de que todos los demás (incluido el Dr. Lecter) parecían estar en el platillo principal.
Will tomó tres bocados antes de que Beverly dijera: — Ustedes estuvieron allí por un tiempo. ¿Todo bien?
— Sí. Habría bajado antes, pero mi brazo está algo lastimado y el Sr. "Yo-Solía-Ser-Cirujano" no podía dejarlo pasar. — Will le lanzó una mirada al Dr. Lecter, que fue recibida y devuelta sin remordimientos.
Beverly cortó otro trozo de bistec encogiéndose de hombros.
— Tal vez deberías escucharlo. — Miró a su alrededor (como si todos en su grupo no la estuvieran mirando), luego se inclinó para susurrar con complicidad: — No lo escuchaste de mi, pero se dice en la calle que solía ser cirujano.
Will resopló. Frente a él, Mary Louise intervino en broma: — Sabes, creo que también escuché eso.
Miró hacia arriba. Mary estaba tan bonita como recordaba, con tirabuzones y una sonrisa de mil vatios. Su lenguaje corporal era relajado y atractivo, pero practicaba sus movimientos. Político. No era una de las conocidas habituales del Dr. Lecter.
En lugar de responder, Will terminó su sopa. Un camarero lo reemplazó inmediatamente con el siguiente plato. Aunque Will no pudo identificar lo que estaba a punto de comer, pudo admirarlo. Las salsas rojas, marrones y amarillas formaban bonitos remolinos alrededor de cortes de carne del tamaño de un bocado, que parecían más arte que comida.
Apuñaló la pieza central y la deslizó a través de las decoraciones. Se derritió en su boca.
Él gruñó.
— Oh, esto no es justo. — Apuñaló otra pieza. Apuntó al Dr. Lecter. — No se supone que la comida sepa tan bien. ¿Lo sabes, no?
