Capítulo 37

5.8K 479 78
                                    

Perspectiva Sebastián

━━━━━━━━━ 𓆉 ━━━━━━━━━

Sentado junto con Ebba y Pete en la cafetería, los tres comemos nuestro almuerzo. Ebba tiene aquel emparedado que siempre come, la verdad no sé como no se cansa de el. Pete está devorando una ensala sentado a mi lado, y en cuanto a mí, bueno... pues yo como un pedazo de pizza.

Desde aquel encuentro que Pete tuvo con sus amigos en la piscina pública donde me defendió, los chicos al parecer le habían echado a un lado y ya no le hablaban. Según Pete, a él no le interesaba juntarse con ellos ya más tampoco.

La verdad era que todo iba mejor entre nosotros. Pete era muy dulce conmigo, eso si, cuando nadie nos veía. Aún creo que el chico no estaba preparado para que el mundo supiera de su orientación sexual, pero aún así me gustaba pasar momentos con él.

—¿Creen que lograremos ganar las nacionales? —Pete le pone aderezo a su ensalada. Yo asiento.

—Definitivamente. —Hablo con la boca llena.

—Tenemos que ganar. —Ebba hace una mueca de preocupación con la boca. Yo sonrío. —Necesitamos que los jueces se fijen en nosotros. —Se hecha a la boca el último pedazo de su emparedado para luego limpiarse con una servilleta.

—Si no ganamos yo me retiraré de la natación y me iré a jugar baloncesto. —Pete suelta el tenedor sobre su bandeja, ya habiendo terminado, y coloca su brazo por sobre el espaldar de mi silla, recostándose.

—Es fácil decirlo así tú que tienes dinero. —Ebba le da una mirada matadora, el chico bufa.

—Vamos, tú tienes la beca.

—Una beca solo para natación. Beca que me quitan si no ganamos las nacionales. —Pasa sus manos por su cabello dorado, ansiosa.

—Miren, pero que pareja más chula tenemos hoy aquí. —Miro hacia el lado y veo a los amigos de Pete acercarse. Mi corazón se acelera rápidamente.

—Esfúmate Brad. Nadie quiere ver tu fea cara hoy. —Pete habla mientras toma un poco de su soda sin tan siquiera observarles.

—Claro, como ahora eres del grupo de los mariquitas. —Ríe el chico, los demás también. Escucho como Pete bufa a mi lado para luego ponerse en pie.

Mi pecho se aprieta al ver a Pete parado cara con cara con Brad. Pete mirándole con muy mal.

—¿Qué pasa si soy mariquita? —Se le queda viendo serio. Un silencio repentino abarca al chico frente a él.

—¿Acaso lo estás admitiendo amigo? —Sonríe de medio lado Brad, viéndole fijamente a los ojos. Mis manos sudando.

—Pues mira, ya que estamos en confíansa, sí. Me gusta Sebastián, ¿tienes algún problema con eso? —La expresión en el rostro de Brad cambia completamente. Inmediatamente siento como un escalofrío me recorre los huesos al escuchar aquellas palabras salir de la boca del chico.

¿Acaso había oído bien?

¿Pete acababa de admitir que yo le gusto públicamente?

¿Le acababa de decir a su grupito de amigos que en realidad siente algo por mí?

Mis palpitaciones resonando fuerte en mi garganta.

—¿Así que lo admites? —Bufa Brad. Pete asiente.

—Sí. ¿Quieres que te lo escriba también? —Pete se le queda viendo serio. Brad da dos pasos hacia atrás bufando.

—Nos vemos mariquitas. —Se da media vuelta y sale de la cafetería con los demás. Pete se voltea y me sonríe.

Poseidón ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora