50 Sabores Agridulces

Laura elige la cita

Tengo trabajo mañana por la mañana, y todavía no voy de compras por cosas para usar en el trabajo. Ya sabía a donde quiero llevar a Carmilla, pero hacerlo una semana antes seria una buena idea? No dolería intentarlo.

Recopilando mi resolución, amontono toda la ropa que tome de Carmilla y la embolso, sintiéndome bien acerca de ello y no dependiendo de su caridad. Saco mi teléfono y llamo a Carmilla, haciéndole saber que estaré en su departamento para llevarle la ropa y ver si está dispuesta a pasar el rato conmigo y hacer que sea una cita que dure todo el día. Tendrá una experiencia que los viejos magnates no-muertos de más de 300 años probablemente no tendrán jamás.

"Meh-que?" Una Carmilla con sueño responde al cuarto timbre.

"Hey Soy yo." Hago una pausa para dar una respuesta. "Es Laura." La escucho gemir en una cansada frustración.

"Mi teléfono me lo dijo. No me ha dicho por qué me estás llamando tan temprano."

Miro la hora. Son como las diez de la mañana. "Es esta otra de esas cosas de vampiros?"

"Qué parte de "criatura de la noche'' te confunde, cupcake? " La escucho bostezar y una puerta abriéndose, y al fondo escucho a Perry que esta ansiosa y lista para servirla. "Café, por favor. Ya sabes como me gusta." Carmilla dice lejos del teléfono. "Bueno, qué quieres?"

"Sólo iba a ir y devolver la ropa que pedí prestada para el trabajo y tal vez ver si hoy quieres acompañarme al centro comercial."

"Dulzura?"

"Sí, Carmilla?"

"Sólo ven ya y dame tiempo para despertar."

"Ah, también gracias por la cinta de mezcla!" Digo, vertiginosamente.

"Laura ..."

"Um, sí, señora?" Digo, sonriendo a la última parte.

"Voy a colgar ahora." La línea se corta mientras sonrió, sabiendo que la moleste, pero se que ella estaba sonriendo no obstante. Está bien, hagamos que este día valga la pena. Escojo mis jeans más bonitos, zapatos bajos, sujetador sin tirantes, y una camisa gris sin hombros y me preparo.

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Cuando llego allí, Carmilla está en un albornoz negro y tiene sus manos envueltas alrededor de una taza de humeante café mientras Perry toma la bolsa de ropa sucia fuera de mis manos.

"Yo tomare eso, Laura."

"Oh, eh, no tienes que-"

"Es domingo. Lavo la ropa el domingo." Perry dice, casi con severidad, mientras se lleva la bolsa lejos de mí.

LaFontaine esta sentad@ en la mesa de desayuno, comiendo el almuerzo. "Ella tiene una rutina, Laura. Es mejor que la dejes. Todavía se está ajustando a la noticia de este fin de semana."

Um, está bien.

Kirsch entra a la habitación, vestido con lo que debe ser su uniforme de guardaespaldas no oficial: camiseta apretada de color negro, pantalones, y zapatos deportivos. Hay algo en su postura que se ve diferente, como si fuera capaz de manejar cualquier situación que se encontrara con él. "Jefa, quiere que las lleve?''

Le digo que estará bien, que yo puedo llevarla. Miró a Carmilla por confirmación y asiente. "Cool, tengo la mañana libre." Se voltea y ve a LaFontaine. "Hey, um, un buen trabajo con Danny. Siento, no haber estado allí antes."