Antes del Banquete

1.2K 48 1
                                    

Acabo de salir de la ducha y estoy en una bata de baño frente al espejo de cuerpo entero en mi habitación en casa de Carmilla, sosteniendo dos de los tres vestidos de baile delante mío para ver como se me verían puestos. Uno de ellos era de color satén negro al hombro con un alto/bajo dobladillo, el que mostraría mis piernas muy bien. El otro es un vestido de color zafiro con un una línea en A que extrañamente termina a mediados de mi espinilla. Jodida mi estatura.

"Yo escogería el negro, señorita Hollis." Armitage dice en la puerta. Se queda allí y se muestra muy fino en un esmoquin y corbata negra y con mancuernillas de diamante.

Bufo de frustración, porque no quería parecer que estoy  de acuerdo con él. "Quieres usarlo?"

"Traté de vivir como una chica durante diecinueve años. Nunca más."

"A Carmilla no le gustan los hombres." Menciono, volviendo a ver el vestido de zafiro.

"No soy un hombre, tampoco. Y sé que ella no está interesada en mí." La forma en que lo dice me golpea un nervio. Armitage sabe que siempre sera la segunda persona.

"Lamento contestarte de esa manera, es que no esperaba a la sumisa número diecisiete tan pronto."

Se encoge de hombros como respuesta. "Lamento lo que le dije, también. Mire, Laura ... No es una competencia. Ella la ama. Y me dijo que usted es una novia, no sumisa."

"No sé si puedo ser una. Cómo lo haces? Quiero decir, ella en esencia te contrató para..."

"Estoy aquí para servir, ayudar, tal vez encontrar mi lugar en esta casa. Usted debería cambiarse, Perry está haciendo bocadillos para mantenernos hasta la noche del evento."

Regreso de nuevo al vestido de color zafiro y empiezo a desatar mi bata, deteniéndome cuando me doy cuenta que Armitage todavía me esta mirando. "Puedo tener algo de privacidad?"

Voltea los ojos y mira a la esquina. "Si la secuestran mientras mi espalda se dirige a usted, le dire a la Sra Karnstein que no es mi culpa."

Me desnudo y encuentro un sujetador y bragas a juego para usar debajo del vestido. Creo que nunca he emparejado algo así de bien antes. "Entonces, cómo te metiste en esto?"

"En qué?"

"Bueno, el estilo de vida. He leído algunas novelas eróticas e investigado en línea, pero eso fue a causa de Carmilla. Cómo terminaste en una casa de subastas?"

"Bueno, eso se siente como hace toda una vida, yo estaba interesado en el cosplay Lolita. Había algo en la moda, la estructura detrás de él, que me llamó la atención. Eso y la lectura de Yaoi, particularmente Junjo Romantica. Y por mucho que me gustaran las historias, me encontré queriendo identificarme con ellos. Y me enterré en mi vestuario de Lolita, posiblemente una forma de reforzar mi identidad de género o por lo menos las expectaciones de género. No fue hasta que me fui a ver a un terapeuta para saber que no estaba loca por no querer definirme como varón ni mujer. Dejé de tratar de ser la chica lolita del kawaii y me encontré gravitando hacia una moda victoriana más masculina. Se sentía mucho más cómodo, pero eso no me satisfacio como yo pensaba ".

"He leído algo de yaoi. Mucho de eso es sólo porno empaquetado para que las niñas lean ... Pero cómo eso te hizo entrar a este tipo de vida?"

"Así que yo estaba en esta convención de anime, y me encontré con este hombre. No lo quería a él, pero ser él. Había algo en su porte, y la forma en que se tendió a su chico fue ... bueno, resonó dentro de mí. Se dio cuenta de cómo yo lo noté, y al principio pensó que yo era sólo una chica pervertida con un fetiche gay y de alguna manera tenía que explicar que soy asexual. Fue cuando se dio cuenta de que era la dinámica de servir, bueno, lo que me excitaba y el y yo tuvimos una larga conversación de quién era y lo que quería ser. Al parecer, él me puso en contacto con um, bueno, la gente que finalmente me haría pareja con la Sra Karnstein ".

50 Sabores AgridulcesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora