50 Sabores Agridulces

La Charla

Lilita Morgan. Lilith Karnstein. Madre.

Estoy aislada por una mujer de aspecto agradable que parece tener una sonrisa deslumbrante en su rostro. Me heló hasta los huesos saber que estoy viendo los ojos de una mujer muerta, más que probable fue asesinada hace menos de una hora, para tener una conversación con la mujer que pudo haber sido la esposa del Alcalde Richard Wilkins Tercero.

"Lo siento, tenía que eludir la seguridad de Carmilla. Me disculpo si te asusté." Qué diablos quiere esta mujer? No sé cual es la costumbre de la sociedad de reunirse con conocidos abusadores de menores. 

Ella está sonriendo dulcemente y haciendo gestos para que me siente en la mesa. Qué, me va a ofrecer galletas y leche antes de llevarme a un calabozo para despellejarme viva con un látigo de nueve colas? Y porque me falta cualquier esfera de referencia, hago lo que ella me pide por cortesía aturdida, agradecida de que todavía estoy usando mi máscara.

"Voy a ser breve, Laura. Sé lo que piensas de mí ... Carmilla me dijo." La miro impasible, sin revelar nada, pero estoy contenta de que ella lo sabe. Me ahorra decirle, y ella está cortando por lo sano. Una parte de mí está más allá de intrigada en cuanto a lo que podría tener que decir. Hace una pausa, mirando por encima de mi hombro.

"Kirsch nos está mirando." Me asomo en torno a verlo escanear la habitación desde la puerta. Armitage está con él. Están viendo cualquier lugar menos a nosotros. "Mira, no tenemos tiempo", dice ella apresuradamente. "Debe ser obvio para ti que Carmilla está enamorada de ti. Nunca la he visto así, nunca." Ella enfatiza la última palabra. Qué? Me ama? No. Por qué me lo dice? Para tranquilizarme? No lo entiendo.

"Ella no te lo dirá por que probablemente no se da cuenta por sí misma, a pesar de lo que le he dicho, pero así es Carmilla. Ella no está muy en sintonía con los sentimientos y emociones positivas que pueda tener. Ella vive demasiado en lo negativo. Pero entonces probablemente te has dado cuenta por ti misma. Ella no cree ser digna." Estoy conmocionada. Ella se siente indigna? Por qué? Mi corazón se contrae.

Carmilla me ama? Ella no lo ha dicho, y esta mujer le ha dicho que así es como se siente? Que bizarro. Un centenar de imágenes bailan por mi cabeza: el cd, el santuario de gatos grandes, llamando por Skype, todas sus acciones, y cincuenta mil dólares por un baile. Es esto amor? Y escucharlo de esta mujer, que tiene que confirmarlo para mí es, francamente, molesto. Prefiero escucharlo de ella.

"Nunca la he visto tan feliz, y es obvio que tienes sentimientos por ella, también." Una breve sonrisa revolotea a través de sus labios. "Eso está muy bien, y les deseo a ambas lo mejor de todo. Pero lo que quería decir es que si le haces daño, te encontrare, señorita, y no va a ser agradable cuando lo haga." Ella me mira fijamente, con ojos aburridos enterrándose en mi cráneo, tratando de meterse debajo de mi máscara. Yo, herir a Carmilla? No sabe ella que Carmilla maneja los floggers y látigos en mi relación? Su amenaza es tan sorprendente, tan fuera de la muralla que una involuntaria, risita que no me creo se me escapa. De todas las cosas que me podía decir, esta es la menos esperada.

"Crees que esto es divertido, Laura?" ella balbucea en consternación. "Tú no la viste después de que te fuiste." Mi cara se cae y se oscurece. Vio a Carmilla después de que me fui? El pensamiento de Carmilla infeliz me molesta, pero no tanto como pensar que se fue a ver a su "madre". Entonces eso fue cuando debió tener sus borracheras con sangre. La idea me marea. Por qué estoy aquí sentada escuchando esta mierda de ella de todas las personas? Poco a poco me levanto, mirándola fijamente.

"Me rió de su audacia, señora Karnstein. Carmilla y yo no tenemos nada que ver con usted. Y si la dejo y usted viene en busca de mí, voy a estar esperando-no lo dude. Puede que ella la haya perdonado, pero yo no. Veo a la chica de quince años que compró, molestada y jodida aún más de lo que nunca estuvo. " Su boca se habré. "Ahora, si me disculpa, tengo mejores cosas que hacer que perder el tiempo con usted." Me pongo mi mejor sonrisa de Veronica Mars. Espero seguir siendo amigos después de que te de con un Taser. Me volteo sobre mis talones, adrenalina he ira corriendo por mi cuerpo, y camino hacia la entrada donde Kirsch está de pie justo cuando Carmilla llega, mirándose nerviosa y preocupada.