50 Sabores Agridulces

Un nuevo y valiente mundo

La pira se había convertido en cenizas y las pequeñas brasas rojas aun sobrevivían cuando el resto de las Summers comenzó a retirarse, e incluso Perry y LaFontaine se dirigían de regreso al apartamento cuando Carmilla comenzó a hablar.

"Realmente deberías volver a casa."

"Me siento cómoda aquí." Estoy sentada entre sus piernas y ella me sostiene cerca. No quiero moverme. Carmilla murmura su consentimiento. Pero, de repente estoy demasiado cansada, cansada del mundo. Han pasado tantas cosas esta última semana, suficiente drama para una vida- y ahora Danny se ha ido.

"Ha sido una semana muy ocupada."

Ella frunce el ceño. "Justo eso ha sido."

"Me alegro que estés de vuelta en una sola pieza, Ama." Susurro, sin dejar llegar el pensamiento de lo que podría haber sido. Ella se tensa y lamento inmediatamente recordarle lo pasado.

"No tienes que llamarme así... No me siento muy dominante en este momento."

"Pero quiero hacerlo. A diferencia de tus antiguas sumisas, no soy ninguna alfombra. Quiero estar a tu lado cuando las cosas se ponen difíciles, consolarte cuando estás molesta, y cortésmente decirte cuando te equivocas. Disfruto estar de rodillas a tus pies y todas las cosas malvadas pero sensuales que puedes hacerme en tu cuarto rojo-tu cuarto de juegos. Todavía seré yo misma, terminaré la universidad, y tendré mi propia carrera. Y vamos a seguir este camino en la comunidad BDSM juntas, porque estoy eligiendo por mi propia voluntad a ser tuya".

Los ojos de Carmilla amenazan con derramar más lágrimas. "Te quiero, Laura." La envuelvo con mis brazos dejando que perciba todo el amor que siento por ella.

"También te amo, Carmilla." hace una mueca de dolor y me da otro vistazo. Se mueve con cuidado para no hacerse daño a sí misma, y me doy cuenta que estaba usando maquillaje para cubrir algunos de los moretones que tiene en la cara. Pensé que habría sanado por completo ya.

"Entonces, ¿qué salió mal con Lophii?"

"Literalmente vaporizo la primera oleada de vampiros y causó un caos total a medida que avanzábamos sobre la Primera Puerta. No quería correr el riesgo de múltiples incursiones, por no hablar de que el dispositivo no nos habría sacado a todos a la vez, así que pasamos a través de los infiernos de Z'Katheggon a Lophii. Me dio cierto gusto haber convertido tantos vampiros. Él que vive en la sombra nos dijo en el acceso directo y me dio la Espada de Hastur".

"¿Qué pasa con el nombre de Voldemort? ¿Y mencionaste algo acerca de un barón antes? "

"Barón Vordenberg. Un antiguo cazador de vampiros; un verdadero azote con las estacas y martillo desde el siglo 16. Al parecer, se le agotó la inmortalidad al servir al Dios Pollo y hacer todo lo posible para volverme loca y así lograr que me matara a mí misma."

"¿Cómo fue que...?"

"Aunque soy un vampiro, mi mente una vez fue humana. Su existencia es la antítesis de la nuestra; sin la "bendición" de un antiguo. Puedes llegar a la locura tratando de mirar a uno de ellos y darle sentido. No quise perder mi forma ni mi mente, así que... intenté una transformación parcial a mi forma de pantera".

"¡Oh, Dios mío, pero funcionó!"

"Sí, un poco demasiado bien, parece. Al parecer no debes tratar de hacer magia más allá de la primera puerta, ni tan cerca de un ser antediluviano. He intentado transformarme de nuevo a mi forma de pantera y viceversa; mis ojos están trabados así por ahora. Vordenberg trató de hacerme creer que él era tú e intento quitarse la vida. Él era invulnerable, siempre y cuando Z'Katheggon estuviera vivo ".