50 Sabores Agridulces

Cita para almorzar

No escucho de Carmilla hasta el miércoles cuando llama a mi oficina en el trabajo. No había escuchado de Danny o Betty últimamente, tampoco.

"Canal Tres de Noticias", Digo, tratando mi mejor voz profesional posible.

"Cupcake, soy yo." Podía escuchar la sonrisa en el otro lado de la línea.

"Hey Carm! Qué pasa?"

"Pensé que podíamos ir a tomar un yogur congelado durante tu hora de almuerzo."

Sonrío al pensarlo, mirando la hora. El sándwich que empaqué puede permanecer en la nevera y puedo comerlo más tarde si todavía estoy hambrienta. "Claro, dónde quieres que nos encontremos?"

"Hay un lugar en la misma cuadra de donde trabajas, pensé en llevarte allí."

Volteo los ojos por su caballerosidad. "No tienes que hacer eso."

"Quiero, además, estás en la zona."

"Tienes un conductor y eres dueña de tu propia empresa. Cualquier lugar es 'la zona'."

"Si quieres ponerte técnica, sólo hay una ... área que quiero comer."

Me sonrojo.

"Oh, Dios mío, Carmilla, tienes que ser tan sugerente? Estás haciendo que me sonroje en el trabajo." Me reprendo.

"Si ayuda dulzura, puedo ser francamente explícita. Ahora sobre el almuerzo, cuándo ... acabas?" La forma en que dice esa última palabra me deja apretándome muy dentro.

"Um, pronto. Al igual que, um ..." Maldita sea, Hollis, ahora no es un buen momento para olvidar cómo leer la hora de un reloj. "En veinte."

"Perfecto, te veré en tu edificio. Por cierto, cuál es tu sabor favorito?"

"Vanilla".

"En serio?"

"Sí. No hay nada malo con la vainilla!"

"Nunca dije que tiene algo de malo. Pero puedo hacer cosas que hagan que tus dedos se doblen, cariño."

Suelto una risita.

"Sí, claro. Nos vemos en veinte."

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Cuando llego a la recepción, estoy cinco minutos tarde y Carmilla está extendida en una silla con los brazos cruzados revisando su teléfono. "Llega tarde, señorita Hollis."

"Sí, lo siento por eso", le digo, "Pero mis pies se acalambraron de tanto doblar mis dedos camino aca."

"El sarcasmo es la forma más baja de ingenio, señorita Hollis." Sus ojos brillan. Oh mierda. Qué está planeando?

"Ya sabes lo que dicen. 'El ingenio por encima de lo estipulado es el mayor tesoro del hombre'." Salimos del edificio y hacemos nuestro camino por la cuadra.

"Me estabas citando a Rowena Ravenclaw? Sabes, aun puedo ponerte encima de mi rodilla." Me sonrojo al pensar en eso, y me doy cuenta de que no me importaría si su mano me diera nalgadas juguetonamente... lo que me hace pensar en lo demás que hizo antes.

"Tienes uh ... esas bolas de plata?" Ella acaricia con sus manos su pecho, vientre y los bolsillos de sus pantalones.

"Curiosamente, no llevo un repuesto conmigo. No hay mucha demanda de ellas en la oficina." Su voz esta llena de sarcasmo juguetón, y yo estoy contenta de jugar en ella.