Adiós, Milu. Gracias por todo.

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Bueno, no ha pasado mucho desde que publique lo último aquí. Pero... las cosas realmente no han sido buenas estos días.

Esta parte será una pequeña carta de desahogo a mi amada mascota que ayer en la noche falleció. Fueron casi 12 años donde me apoyó emocionalmente para afrontar cada uno de mis problemas, y creo que debo dedicarle algunas palabras.

Hey... Hola, mi niña. Espero te encuentres mejor allá arriba. Este mes y medio sé que fue muy difícil para ti. Y perdón por no habernos dado cuenta a tiempo lo que pasaba. Pero ahora te encuentras en un lugar mejor, donde podrás correr todo lo que quieras y jugar en todo momento.

Solo ha pasado un día, y me haces mucha falta. No poder acariciarte a un lado de la cama mientras me daba sueño para dormir se siente bastante vacío. Solías mover mi mano en busca de mi atención para que te diera cariño y aunque aveces no era el momento, me gustaba poder tocar tu lindo pelaje. Traías tu juguete y lo mordias frente a mi para que jugará contigo un rato. Me reía bastante cuando volvías con él pues me parecía realmente lindo.

Creo que nunca te agradecí realmente lo que hiciste con nuestra familia. Incluso cuando nosotros estábamos en noches familiares te unías acostándote a nuestro lado. Y cuando estábamos tristes buscabas como sea nuestro cariño para que pudiéramos alegrarnos un poco.

Tuvimos malos momentos, y superaste varios obstáculos. No es la primera vez que afrontabas una enfermedad. Eres realmente una guerrera, pues superaste un tumor mamario y saliste adelante alegrandonos a todos. Vimos que a pesar de la adversidad, todo se podía superar.

Tu perdida nos dolió mucho. Y no te vamos a olvidar, eres una hermosa mascota.

El vacío del sofá ahora sin nadie no es una imagen fácil de dirigir. Comer la cena sin ti a los pies esperando que algo cayera al suelo para comerlo no es lo mismo, no sabe igual. Volver a casa sin la alegría de verte levantarte para saludar moviendo tu cola ya no es la misma alegría.

Ya te enterramos. Lo hicimos con un hermoso paisaje para que puedas disfrutar de la naturaleza y ver lo lindo de nuestro mundo. Tu cuerpo ahora está bajo tierra, pero tu alma estará en el cielo. Aún así espero que disfrutes la vista, y que ahora que estás allá arriba no temas de los truenos. Allá no los hay.

Espero que podamos visitarte algún día. Dejamos señalado donde yace tu cuerpo para ir pronto. Pero siempre tendremos tu alma en mente para que no seas olvidada.

Je, incluso la gatita te extraña. No parecían muy unidas pero desde que te fuiste siempre que llegábamos de verte de la veterinaria se paraba en la ventana esperando por ti. Su forma de amar es algo distante pero sé que también te amaba, casi tanto como nosotros.

Fueron pocos días, pero la imagen de verte con suero y oxígeno en la cara era muy fuerte para nosotros. Creíamos que estabas mejorando, deseábamos que así fuera. Incluso verte levantarte de tu cama cuando nos veías nos alentaba a seguir luchando por ti.

Teníamos discusiones en casa, pues no queríamos que sufrieras pero tampoco queríamos dejarte ir sin luchar. Te adelantaste a esa decisión, y te fuiste en paz y sin dolor. Quizás lo mejor para nosotros pues no me llega a la cabeza ña idea de ponerte aquella inyección letal. No podría vivir con el remordimiento.

Te pido que nos protejas desde arriba como lo hiciste cuando estabas aquí con nosotros. Y nunca olvides que eres de nuestra familia y siempre lo vas a ser.

Te amo. Te amamos, Milu. Descansa en paz.

Amen.

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