CINCO | Huir

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HOLAAAA ya se que es relativamente tarde, pero se que mañana en la mañana se me va a olvidar o algo pasará, así que lo publico ahora.

Esta semana (este mes) ha sido largaaa. Tanto estudiar, llegar tarde a mi casa solo para estudiar (tercero medio es una mierda sáquenme de aquí) y más encima sentirme para el pico en todo simplemente me ha dejado agotadisime. En fin simplemente no he tenido un buen mes, pero están ustedes y esta Leia así que gracias 🫶🏻

Este capítulo es bueno. Y créanme cuando lo digo, porque se cuando un capítulo mío es malo o bueno. Este es bueno. Y me refiero a bueno por cómo está escrito, porque lo qué pasa mmm.... Ustedes lean.

Tw:
- traumas
- Leia siendo Anti-Hero y Mirrorball de Taylor Swift.
- mas traumas

El soundtrack de este capítulo sería: Out of the woods, ya saben de quien :)

Preparen los pañuelos 😽 y disfruten!!

Cuando tenía tan solo trece años. Leia había visto por primera vez su boggart. Un espejo con un reflejo que había soltado tantas verdades como...no, no eran mentiras. Cuando tenía trece años, su padre le había dicho que, tal reflejo, era tan solo una muestra de lo asustada que estaba de sí misma. Leia no lo había entendido hasta hace poco.

Ese verdadero miedo de darse cuenta de lo que uno es capaz. Ese miedo de sentir que todo es tu culpa y que eres el maldito problema. Leia ya no confiaba en si misma, y con toda razón. ¿Como iba a confiar en si misma si cada vez que cerraba los ojos estaba en otra parte, haciendo algo totalmente distinto a lo que estaba haciendo? Leia lo entendía ahora. Estaba aterrada de arruinarlo todo, arruinar el Quidditch, sus pociones, sus recetas. Todo.

Se planteó eso mientras se miraba al espejo con el uniforme de Quidditch. Adoraba el uniforme. El número diez en la parte de su espalda, el color verde y detalles plateados. Adoraba su saeta de fuego y las brillantes letras de sus apellidos en una esquina. Adoraba atarse su cabello ahora completamente rosado pastel en una coleta alta. Tenía miedo de arruinarlo, por supuesto que si. Pero su euforia y adrenalina eran mas grandes.

Tomó su saeta y bajó rápidamente al campo de Quidditch, donde ya había bastante gente. Soltó una bocana de aire que parecía haber estado contendiendo y empezó a caminar hacia el centro del campo.

—Bien...—dijo en voz alta y firme. Solo un par de cabezas giraron. Los demás siguieron hablando entre ellos. Leia suspiró—oigan...

—¡Atentos idiotas!—Grito alguien a sus espaldas. Leia giró la cabeza para ver a Miles. Su corazón se paró unos segundos de solo pensar que estaba ahí por ella, pero luego vio que no traía ningún tipo de uniforme o su escoba. Estaba en ropa muggle normal.—Te toca, Lupin.

—No necesitaba que hicieras eso. Soy perfectamente capaz de hacer que la gente me escuche—dijo Leia intentando sonar neutral, pero en su lugar, Miles solo pareció odiarla más.

—Como sea, de nada.

Leia carraspeó y miro al grupo.

—Bien, necesito que se formen en grupos. Quiero a los buscadores de un lado. Cazadores de otro. Golpeadores por allá y...—Miro a miles—guardianes por acá.

Mientras los grupos se formaban, Leia vio la oportunidad de hablar con Miles. No lo hacían desde el Torneo y aun que Leia tenía un mal recuerdo, no podía imaginar como seria el de Miles. Su última interacción había sido un puñetazo en la cara sin explicación exacta. Pero, positivamente, Miles le había dicho que no le volvería hablar y ahí estaba, era un avance.

ANTI-HEROES | libro II: año 5-7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora