ONCE | Mente maestra

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"Once upon a time, the planets and the fates
And all the stars aligned" - Mastermind, Taylor Swift.

Las cosas habían vuelto rápidamente a la normalidad para Leia. Hagrid había vuelto, por lo que las clases de Cuidado de Criaturas Mágicas eran un poquito mejor, y de hecho habían visto a los thestrals, aun que nadie parecía verlos en realidad, solo Harry y Leia, y ninguno dijo absolutamente nada acerca de ello.

Sabía que Hagrid había vuelto de una misión. Lo había escuchado una vez en casa, y sabía que Harry y los demás habían ido a preguntarle, pero realmente no estaba segura de querer saber. Suficiente tenía con sus problemas como para agregar más. Hagrid estaba bien y era lo importante.

Las clases del ED siguieron y de la misma forma; Sus bromas. Leía realmente estaba orgullosa. La mayoría de las bromas las había hecho completamente sola, los gemelos tenían sus cosas y Leia se aburría de vez en cuando y planear bromas siempre la distraía, aun que por otro lado, si había otras que las hacía con los gemelos, porque ellos querían, y se lo proponían o porque eran bromas más complicadas, en cualquier caso todas eran bastante buenas y cumplían con el efecto "enloquecer a Umbridge" y mejor aun, aveces servían de distracción cuando necesitaban salir del ED en masas y que no los vieran. Claro, eso ponía un poco en riesgo su "anonimato" pero ya era conocimiento público que ella era responsable del desastre.

De hecho, una de sus últimas bromas había terminado con ella en la sala de la profesora McGonagall junto a Harry. Lo cual era principalmente culpa de él.

—No deberías de estar aquí—le había dicho Leia a Harry, al encontrárselo en el pasillo segundos después de salir de la oficina de Umbridge con la capa de invisibilidad.

—¿Por qué?—la había mirado raro luego de sacarse la cama de encima.

—Porque yo tampoco debería estar aquí—replicó y miró su reloj ansiosa—tenemos que irnos ¡YA!

—¿pero por qué?—preguntó Harry justo antes de que Leia tirara de su mano y empezaran a correr por el pasillo lo suficientemente rápido como para estar a mitad de este antes de que la bomba explotara.

Leia se giró y vio toda la espuma rosa empezar a salir y crecer del despacho de Umbridge. Rio de inmediato.

—¡Potter! ¡Black!—se escuchó a sus espaldas. Leia cerró los ojos y suspiró.

—¡Profesora! Es un gusto verla.

—A mi oficina. Ambos.

Leia suspiró dramáticamente y empozó a caminar detrás de McGonagall.

—¿Tuvo un dejavú?—preguntó mientras caminaba. McGonagall murmuro algo que no logro comprender—. Mis padres le mandan saludos, a propósito.—Leia puso ver una pequeña mueca, un indicio de una sonrisa en el rostro de McGonagall.

Cuando llegaron a su oficina. La puerta se cerró detrás de ambos.

—Harry no hizo nada profesora. Se lo aseguro.

—Créame. Lo sé, señorita Black—McGonagall suspiró —. Supondré que toda la espuma es obra suya, ¿no es así?

—Puede ser...quizá solo estaba en el lugar y momento equivocado—se cruzó de brazos.

—Tome una galleta señorita, Lupin.

—Lupin y Black, ¿ha notado que suele llamarme Black cuando estoy en problemas y Lupin cuando está notablemente orgullosa de mi?—dijo Leia tomando una galleta orgullosa.—Voy a suponer que la broma fue de su agrado en ese caso.

ANTI-HEROES | libro II: año 5-7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora