TREINTA Y TRES | Solo una misión

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Hemos vuelto, weje. Solo quiero decirles que gracias por los comentarios no tienen idea de cuánto extrañe that shit. Se merecen la continuación del extra de Spiderman (mentira ni escrito lo tengo). En fin, uno siempre vuelve donde fue feliz.

Tw: alcohol y drogas en menores, un par de charlas subidas de tono y como no, pelusa de nuestras lesbianas favoritas. También hay una leve participación de wolfstar en todo esto.

Disfruten estos capítulos, porque no todo dura para siempre 🤭

☽ ★ ☾

Leia tenía un nuevo problema. Ahora bien, no estaba tan segura de cómo solucionarlo y tampoco estaba tan segura de si poder hacerlo. Confiaba en Theo lo suficiente para saber que el no quería ser un mortifago, el problema era que no sabía como iba a reaccionar el resto si venia y decía: hay que ayudarlo. Regulus a lo mejor era el más sencillo, había estado en su lugar después de todo. Pero Leia estaba lejos de pedirle algo ahora, desde que se había puesto como misión abrir la maldita muerta esa casi no había salido de la cámara de los secretos. Leia lo entendía, estaba casi desesperado, no iba a agregarle más problemas a su tío. No por ahora.

Katie bell estaba en Sanmungos, y estaría bien, Theo...bueno si todo salía bien con Regulus también lo estaría. No tenía que preocuparse aún.

Suspiro mientras se servía jugó de calabaza, todo esto le estaba dando un dolor de cabeza inmenso.

—¡A ti te quería encontrar!—dijo Millie dejándose caer en la silla frente a ella, Blaise llegó dos segundos más tarde. Leia estaba sentada sola, se había despertado temprano.

—Nos vimos ayer, y antes de ayer, y toda la semana, tenemos clases juntas—dijo Leia con el ceño fruncido masticando su tostada.

—Si pero lo he estado evitando para no incomodarte—dijo levantando el dedo.

—Evitando o te ha dado miedo preguntarle—Bufo Blaise. Millie le dio un codazo.

—Cállate, Zabini.

—No estoy entendiendo nada—dijo Leia mirando a sus amigos.

—Ahora tienes que hablar—dijo Blaise.

—¿Hablar de que?—pregunto nuevamente. Justo en ese momento, Daphne, Pansy y Astoria aparecieron para sentarse.

—Pues del hecho de que eres un...—Millie miro hacia todos los lados y susurro—animago.

—¡Ah!—exclamó Leia entendiendo por fin.

—Y el hecho de que todos menos nosotros lo supieran—dijo Blaise.

—Quiero decir, Astoria tiene sentido, Pansy supongo que también—enumero con los dedos—pero ¿Daphne?—exclamó Millie.

—¡Hey!—exclamó la aludida—¿Por que no podía saber?

—Porque me quiere más a mi—dijo Millie con obviedad. Daphne carcajeó.

—Sigue diciéndote eso, Bulstrode.

Millie decidió no responder aquello y volver a contraerse en Leia, quien se encogió de hombros.

—No hay mucho que decir, averigüe cómo hacerlo en tercero y lo hice en el verano antes de cuarto—dijo terminando su desayuno.—No le dije a nadie hasta el torneo de los tres magos, Pansy se enteró ahí y después se lo dije a Astoria comenzando quinto, y bueno, Daph se enteró hace un par de semanas.

—¿Por que no nos dijiste?—preguntó Millie.

—¿Por que es ilegal? Realmente ni siquiera debería serlo, pero Wings es útil cuando se le necesita—explicó Leia.

ANTI-HEROES | libro II: año 5-7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora