TREINTA Y CINCO | Merecer

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Ay este es un capítulo especial y probablemente de mis favoritos. Hace poco termine de leer crimson rivers, que es probablemente el fanfic más largo de la existencia y más traumático que he leído, me demore UN AÑO pero lo logré y al hacerlo me di cuenta de lo mucho que amo a los hermanos black. Este capítulo tiene un poco de eso jiji. Además spoiler: narra regulus, amo escribir los pov de reg, el es súper melancólico-coquette-sad boy poetry-girly pop-emo-uwu-drama queen JAJSJJSJSJSJSJSJDJDJD, es tan como yo, en fin.

Disfruten, es un cap ligero en cuanto a lo que pasa, aun que si puede tener un poco de angustia.
Tw:
-referencias al duelo
-referencias a la muerte pasada (solo menciones)

☽ ★ ☾

Leia llevaba cocinando casi toda su vida. Todo había comenzado con un VHS de Willy Wonka, un pastel que la señora Delish le había regalado y una Leia de seis años muy aburrida. Ahora, once años después de eso, se encontraba en la cocina preparando todo para hacer el postre probablemente más importante de toda su vida: el pastel de bodas de sus padres.

Se supone que el pastel es algo que se ve mucho antes de la boda—no tres días antes—pero Leía había insistido en que nadie más que ella se podía encargar de algo así. Y es que nadie más se podía encargar de algo así. ¿dónde dejaba a Leia sino? ¿entregando los putos anillos? No, Leia se encargaría del pastel.

—Se que ya discutimos el sabor del pastel—Sirius entró a la cocina y Leia intentó con todas sus ganas no fulminar con la mirada. ya estaba atrasada, no podía retrasar más el horneado o no habría tiempo para decorar.

—Si, chocolate. el favorito de papá

—Si, pero—Sirius carraspeo y se sacó un papel de su bolsillo—estaba pensando y...resulta que una vez, para el cumpleaños número dieciséis de tu padre, James y yo...bueno, en realidad Lily, mary y marlene lo hicieron pero la idea fue nuestra.

—¡Al grano, papá!

—Si, el pastel tenía cuatro sabores, cada uno representando lo que tu padre solía comer con sus tostadas, ya sabes, eso de cortarlas en cuatro porque no logra decidir con qué comerlas. Asique estaba pensando en cambiar la idea y...

Leia suspiró. Por supuesto que su padre queria cambiar el puto sabor del pastel a pesar de que estaba mas que conciente que estaban contra el reloj.
En otras circunstancias Leia habría dicho que no y probablemente habría explotado producto de todo el estrés acumulado, sin embargo, estábamos hablando de la boda de sus padres que era tan importante para ellos como para ella, y si su padre venía a pedirselo aun sabiendo las condiciones en las que estabas entonces probablemente era importante, y bueno, Leia no lo iba a negar; era un desafío y ella amaba los desafíos.

—Tendría que comprar más ingredientes—se llevó las manos a la cabeza y masajeo sus sienes—. Pero, es una linda idea, puedo hacerlo.

—¿Si? —Leia asintió algo cansada pero le sonrio a los ojos iluminados de su padre—. ¡Genial! anota lo que necesites, Reggie se puede encargar.

Al decir eso, Leia se dio cuenta de que tío estaba detrás en forma de gato intentando escabullirse. Encaró una ceja y Regulus volvió a su forma normal. Estaba usando aquella camiseta de los Rolling Stone que alguna vez le perteneció a James Potter. Ver a su tío con ropa muggle aun era algo que le llamaba la atención, pero no dijo nada. Sirius se encargó de hacerlo.

—¿De dónde salió esa camiseta? —preguntó el. Leia pudo ver una gota de pánico en la cara de Regulus, pero mantuvo la calma.

—Es mía—replicó—Mamá y Papá están muertos, puedo usar lo que quiera ahora.

ANTI-HEROES | libro II: año 5-7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora