TRECE | Crecer y ayudar

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Nota: DOS SEMANAS ME DEMORÉ PERO VOLVÍ! Jaja alguien que me mate.

Adivinen quien estuvo 12 horas en la fila de all access para conseguir entradas para el The eras tour en Argentina Y NO CONSIGUIÓ ENTRADAS 🥳🥳 y adivinen quien anunció fechas internacionales y el mismo día CANTO MI CANCIÓN MÁS PERSONAL DE LA EXISTENCIA (the lakes), ASI ES TAYLOR ALISON SWIFT. Ah y como si no fuera poco, TAMBIÉN CANTO HAUNTED LA CANCION LESTORIA (No estoy bien)

En fin después de ese necesario anuncio. Hola que tal! Regrese, sin entrada para taylor pero volví. Me demoré en publicar lo sé, los tenía abandonades, lo sé. Pero hey! Este capituló les va a gustar 💋 tiene un par de referencias a los merodeadores

Disfruten!

☽ ★ ☾

Los días después del anuncio del señor Weasley fueron algo extraños.

Después de que la señora Weasley llegara a Grimmauld Place, todos los Weasley se alteraron un poco. Todos demasiado ansiosos de ir a ver a su padre.

No fue hasta dos horas después, cuando todos ya habían tomado una taza de chocolate, preparada a regañadientes por Kreatcher cuando por fin la cosa pudo calmarse, y todos se dirigieron a San Mungo.

Durante esos primeros días, Leia solo fue a ver al señor Weasley dos día. Honestamente no lo conocía tan bien y tampoco era tan cercana como Hermione o Harry lo eran, producto de haber pasado múltiples veranos e inviernos con la familia pelirroja. Draco y Leia a diferencia, siempre se habían mantenido en su burbuja. Sus vacaciones siempre habían sido entre los dos, en el piso de Leia al otro lado de Londres, y sus interacciones con los Weasley casi siempre eran de pura cortesía.

De esa forma los dos dias que había estado en San Mungo, Leia se la habia mantenido expresando condolencias y frases típicas como «Espero que se recupere pronto, señor Weasley» o «Me alegro de que este bien, señor Weasley» que aun que fueron ensayadas no eran mentiras.

Lo extraño aquí era que, mientras Leia y Draco se mantenían a una distancia, por obvias razones; Harry también lo hacía. Las dos veces que Leia había visitado San Mungo lo había visto algo decaído. Ya lo había visto así en casa pero era un poco más notorio en el hospital cuando tanta sonrisa de alivio había.

Leia imagino que se trababa de algo relacionado con la orden. Puesto que con todo el asunto de la varita—que aun no se arreglaba—y además su visión, simplemente la casa siempre estaba llena de gente de la orden preguntando por lo que Harry había visto.

Por ejemplo; La mañana siguiente a la visión de Harry. Mientras Sirius peleaba con Kreatcher por el desayuno, y sus baúles llegaban de Hogwarts. Tonks y Moody llegaron para escoltarlos Londres, y directo a San Mungo.

Por más años que hubiera pasado con Moody, y el cariño especial que el hombre le tenía, a diferencia de todos los demás. Tonks era su favorita.

—¡Leia!—Saludo su prima—Te pintaste el cabello.—Apuntó a su ahora melena morado lila.

—¡Oh si! Algo tenía que hacer para molestar a Umbridge en Hogwarts. Antes era Rosa. Me dijo algo así como "ese color no es apropiado para esta institución"—Leia imito la irritante voz de Umbridge—Lo cuál era irónico porque estaba toda vestida de rosa, así que respondí "Bueno, si no es apropiado, podríamos reconsiderar entonces su bonita chaqueta rosa" No pudo decir nada más así que me fui.

Tonks rio y luego miro a Harry. Se mostró muy interesada por la visión e hizo un montón de preguntas que Harry no tenía pinta de responder.

—¿Pero entonces en tu familia no hay antepasados de videntes?—Pregunto curiosa.

ANTI-HEROES | libro II: año 5-7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora