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-Valeria, desperta (Valeria despierta) -alguien me zarandea.

-¿Ugh? -pregunto abriendo un poquito los ojos.

-Chegamos a Galicia (llegamos a Galicia) -esta vez reconozco la voz, es mi abuelo.

-Xa? (¿ya?).

-Si, levántate. 

Miro por la ventanilla y efectivamente, reconozco el aeropuerto al que tantas veces he ido. Rápidamente me levanto para salir del avión. Aunque me lo haya pasado muy bien en Barcelona y no quisiera marcharme, la verdad es que ahora que estoy aquí noto que si que he echado de menos a mi familia. También he echado de menos mi queridísima Coruña, la playa del Riazor a la cual me encanta venir a pasear en invierno y a bañarme en verano, el estadio del Riazor en el cual juega el Depor, mis amigos, mi casa, también he echado de menos ir a Miño a visitar a mis abuelos (es un pueblecito de Coruña) y en general he echado de menos toda Galicia.

-¿Tu crees que estarán esperándonos? -le pregunto a mi abuelo.

-Pode ser (puede ser) -responde el.

Cuando vamos bajando por las escaleras del avión busco con la mirada a mis padres, a mi abuela y a Lucas. Por fin los localizo y cuando bajo del todo empiezo a andar hacia ellos. 

-¡Valeri! -grita el corriendo hacia mi.

-¡Lucas! -grito.

Le doy un abrazo. Lucas tiene 12 años. Es rubio, alto para su edad (aunque aún no dio el estirón) y tiene los ojos azules. Se parece mogollón a mí, todo el mundo nos lo dice. Y lo quiero mucho. Sé que mucha gente no se lleva bien con sus hermanos, pero yo he tenido la suerte de que mi hermano es soportable y pues me cae genial.

-¿Que tal? -le pregunto.

-Bien, ¿Y tu? ¿No te olvidaste de nosotros?

-¿Olvidarme de ti? ¡Que va! Nunca.

-Home! Chamáchesme o primeiro día e despois nos volvín saber nada de ti! (¡Hombre! ¡Me llamaste el primer día y después no volví a saber nada de ti!)

-Ay Luquiñas, e que non sabes que me pasou. 

-No, no sé.

-¡Conocí a los jugadores del Barça! -digo con un chillido.

-¡¿Que?! ¡¿Bromeas?!

-¡No!

-¡Que morro! ¿Por que el abuelo no me dejó ir con vosotros?

-¿Pues por que no le preguntas a el?

-Valeria -mi madre se acerca-. ¿Que tal hija?

-Bien mamá. ¿Y tu?

-No pareces muy contenta de hablar con migo.

-¿Debería estarlo?

Con mi madre no me he llevado bien ni mal nunca. Y si ya no me caía genial, desde los 11 menos. Cuando yo tenía 7 años y Lucas solo 2 le fue infiel a mi padre. Se lió con un tío de 24, y ella tenía 33. Le hizo mucho daño a mi padre y se separaron. Lucas no se acuerda por que tenía 2 años, y aún ahora nadie se lo explicó por que no pide detalles. Sabe que mamá traicionó a papá y que por eso están separados pero no le da importancia. Creo que es por que como creció así, pues ya no lo ve raro. Así que desde mis 5 años he vivido con una persona que no le dio importancia a su familia. Lo malo es que ahora tampoco puedo confiar en mi padre. Los primeros tres años estuvimos yéndonos con el los findes y las vacaciones, pero un día desapareció.

Flashback

Hoy es el cumple de mi hermanito Lucas, va hacer 5 años. Como cuadra finde nos vamos a celebrarlo con papá. Hacía tiempo que no celebrábamos un cumple con papá. Cuando llegamos a su casa me bajo corriendo del coche y timbro en su casa. Como nadie viene a abrir, pruebo a darle a la manilla. Se abre, entro corriendo en casa y grito:

Never ending// Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora