𝐌𝐈𝐀 ―𝐏𝐄𝐃𝐑𝐈 𝐆𝐎𝐍𝐙𝐀𝐋𝐄𝐙, 𝐅𝐑𝐄𝐍𝐊𝐈𝐄 𝐃𝐄 𝐉𝐎𝐍𝐆

002; Frenkie y Ronald.

002; Frenkie y Ronald.

Mía Valencia.

Al acabar de meter mi maleta en la cajuela el taxista arrancó, iba tan rápido que incluso me asuste al sentir como frenaba de golpe.

Lo que nos faltaba, además de estar llegando tarde al aeropuerto había un tráfico horrible. El escuchar las bocinas y gritos de los conductores me estresó, después de una semana me encontraba camino al aeropuerto a tomar el vuelo que me llevaría a Holanda.

---¡Maldición! ---alguien grito adelante de nosotros, mire mi reloj de mano dándome cuenta que mi vuelo salía dentro de doce minutos y en este momento me hayaba a quince minutos caminando del aeropuerto.

---¿Puede abrir la parte trasera? ---pedi después de tomar el valor suficiente, el hombre asintio y lo hizo.

Salí del auto y saque mi maleta, me acerque a la cabina y le pague lo que debía ser si me llevaba al aeropuerto.

Empecé a abrirme paso entre los autos y llegué a un punto en el que me di cuenta del problema, un poste se había caído y apenas lo estaban levantando.

Mi reloj sonó, estaba a pocos minutos de perder el vuelo por lo que empecé a correr como loca sin importarme lo que las personas en los autos pensaran.

Pude sentir como alguien arrastraba una maleta atrás de mi, me di la vuelta rápido dándome cuenta que se trataba de dos chicos que venían corriendo en mi dirección.

Al parecer nos encontrábamos en la misma situación, pronto nos alineamos y compartimos una ligera mirada, estábamos sudando.

Al entrar a aeropuerto una voz sonó por la bocina, "pasajeros con destino a Ámsterdam, favor de abordar su vuelo"

Los tres nos miramos, al parecer íbamos al mismo lugar ya que empezamos a correr otra vez en la misma dirección.

---¿Podemos pasar? ---pregunto el rubio limpiándose el sudor del rostro.

La azafata asintio y nos pidió nuestras maletas diciendo que las enviaría enseguida, solté un suspiro de alivio.

Al pasar, otra chica nos guió hasta nuestros asientos, fui la primera en sentarme en mi lugar, sentí como el asiento a mi lado se hundía.

---Hola ---el mismo chico rubio era quien estaba sentado a mi lado, me sonreía contento---Soy Frenkie.

---Mía ---respondí sacándole mi mirada de encima.

Pude notar su inquietud, quizás el chico con el que venía era su amigo y quería estar con el.

La bocina volvió a sonar, esta vez pidiendo que nos abrochemos nuestros cinturones porque estamos por despegar.

Frenkie apreto su asiento con fuerza, entonces entendí el porque su inquietud.

---¿Te da miedo? ---pregunte incrédula, el asintio rápido.

Me dolía la espalda, quería dormir y supe de inmediato que ese chico no me dejaría hacerlo.

---Mamá siempre que salíamos solía darme un beso de buena suerte ---dijo tirando de su cabeza para atrás al sentir como se encendía la cabina.

---¿Si te doy un beso me dejaras dormir? ---pregunte mirándolo, el se giró enseguida y asintio.

Me acerque a el con cuidado y dejé un corto beso en su mejilla, en realidad si se tranquilizó ya que se empezó a soltar con suavidad de el borde de su asiento.

Poco tiempo después fue el quien se quedó dormido, recostó su cabeza en mi hombro y paso uno de sus brazos alrededor de mi cuerpo acercándome a el.

---¿Se ha quedado dormido? ---el chico con el que venía se acercó a nosotros.

---Lo ha hecho ---le di la razón tratando de sacarme su agarre, pareciera que me me había confundido con su oso de peluche.

---Lo lamento, el es así... Soy Ronald ---me tendió su mano, la acepte enseguida dándole una sonrisa.

---Mía, no te preocupes, debe estar cansado ---lo mire, el chico no tenía intenciones de soltarme.

---¡Siéntese, es peligroso que este de pie! ---la azafata llego hasta nosotros, el moreno asintio y se despidio con una sonrisa.

Este chico dormía como bebé, no tuve más remedio que también acomodarme entre sus brazos si quería dormir aunque sea un poco antes de aterrizar.

---Si quieres vente para mí asiento un rato ---el mismo chico que habían sentado hace un rato se me volvió a acercar.

---Estamos por llegar, ya no tiene caso ---dije sacando mi celular y viendo la hora, seguro Samuel ya estaba esperándome.

---¡Siéntese! ---la misma chica llego otra vez hasta el, Ronald enseguida se sentó en su asiento.

El avión aterrizó por lo que moví al rubio para que despertara, al hacerlo me miro confundido y asustado logrando sacarme una sonrisa.

---¿Llegamos? ---pregunto desconcertado, asenti y pase por su lado para salir.

Camine buscando la cabellera negra de mi hermano, al encontrarla me acerque a el dándole un abrazo que el no dudo un segundo en devolverme.

---¿Tienes hambre? ---pregunto quitándome la maleta.

De pronto su vista se fijó atrás de mi, me di la vuelta mirando a los mismos dos chicos parados mirándome.

---Mi amigo te quiere pedir perdón por arruinar tu vuelo ---el moreno le metió un golpesito para hacerlo recapacitar, al parecer seguía medio dormido.

---Si... Yo me quería disculpar contigo y... ---se quedó un rato pensando sus siguientes palabras, llevo su mirada hasta mi hermano dejándola ahí
---¿Es tu novio? ---pregunto acomodándose su desarreglado cabello.

---No, es mi hermano ---respondí sin ocultar mi sonrisa, el asintio y miro a su amigo sin saber que más hacer, Ronald le susurró algo al oído y me volvió a mirar.

Después de un rato de susurros entre los dos, el chico que me dijo que se llamaba Ronald se acercó un poco más a mi dejando atrás al rubio.

---Frenkie cree que eres linda ---dijo suave y volvió hasta el lado de su amigo.

---Me gustaría invitarte a cenar en recompensa por mi mala actitud ---solto después de un rato.

Samuel nos miraba divertido, al parecer la estaba pasando bien viéndonos.

---De acuerdo ---asenti confundida, había conocido a personas extrañas pero nunca a alguien como ellos dos.

Frenkie me pasó su celular, lo tomé rápido y apunte mi número pensando en que ni siquiera me llamarían.

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| ¿Que piensan de Frenkie? La verdad es que yo me identifico mucho con el, haré una mezcla de mis amigos y yo con su personalidad o acciones.