0015; La fiesta.

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0015; La fiesta.

Mía Valencia.

---No seas necia, te he dicho que me acompañes y no pienses en ese poco hombre ---pidio ya un poco molesta la rubia, le metí un codazo soltando una sonora carcajada.

---¿Dónde está tu hermano? ---pregunte queriendo cambiar la conversación.

---El salió a hacer la despensa, pero no me cambies de tema que necesitamos ponernos lindas para hoy en la noche y te callas ---dijo conduciendome hasta su habitación, que era donde ambas dormíamos.

---¿Que vestido crees que me queda bien? ---pregunte probandomelos por encima de mi pijama.

---El verde se te vería divino ---respondio dándomelo para que me lo ponga, asenti tomándolo y caminando hasta el baño.

No mentía, no sé si el espejo tenía alguna especie de hechizo pero me miraba muy bonita.

---Te dije que te quedaría precioso, ahora ven ayúdame a subirme el cierre ---pidio Maya dándose la vuelta.

---No me quiero maquillar ---solte con repudio mirando los cosméticos.

---Solo será un poquito, acércate ---pidio con una sonrisa mientras me ponía labial y base.

---Muy poquito eh ---me burle mirándome en el espejo, parecía que iba camino a una pasarela.

Le ayude a colocarse su maquillaje, Maya es muy fan de todo esto así que fue un poco más difícil tomando en cuenta que no se decidía nunca.

---Ahora date prisa que Daniel acaba de llegar ---dijo bajando las escaleras.

La seguí comprobando que era cierto, al vernos sonrió y nos señaló su automóvil, rápido subimos y el lo puso en marcha.

Pronto llegamos, el ambiente era bueno pero algo me decía que no entrara. No obedecí a mi subconsciente y lo hice, pero como me hubiese gustado haberlo hecho al ver cómo a lo lejos un grupo de chicos no nos despegaba la mirada.

---Ya lo he visto ---dije negando, Maya se encogió de hombros con una risa traviesa mientras Daniel elevaba una de sus finas cejas confuso.

---Pedri está acá ---explico la rubia a su hermano, el agrandó sus ojos dándose la vuelta sin disimular.

Tome el valor de darle el primer trago a mi bebida, después de ese vinieron muchos más hasta el punto de perder por completo la cordura.

Pedri González.

Pablo me dió un codazo haciendo que mire al frente, el soltó una risita a la que se sumaron varios más.

---¿Están solos? ---pregunto Robert a lo que nosotros asentimos, todos estaban pasados de borrachos.

Me puse de pie acercándome a su mesa, Mía al verme sonrió y se puso de pie encaminandose hasta mi.

---Pero siéntate ---me ofreció alargando las palabras, me resultó graciosa pero estaba más que claro el que no podían quedarse acá.

---Es hora de irse, ¿Traen auto? ---pregunte mirándolos a los tres, el chico asintio enseguida.

---¿Tan temprano? Mejor bailemos un rato ---propuso Mía sacándome una sonrisa, vendería mi alma al demonio por tan solo escucharla diciéndomelo sobria.

---¿Bailar? ---pregunte sin pensarlo, ella asintio un par de veces contenta.

Negué rápido sin dudarlo, ella busco su móvil entre sus cosas y se lo entrego a la chica rubia que venía con ella.

---Sácame una fotografía ---ni siquiera alcance a negarme cuando sentí el flash en mi rostro.

---¿Salimos guapos? ---pregunto la castaña abrazándome por el torso, la rubia asintio con una sonrisa dándoselo.

---Es mejor que nos apuremos, ¿Me das tus llaves? ---pregunte dirigiéndome al chico, el asintio entregandomelas.

Al parecer había tomado tanto que se había olvidado de como hablar.

Subimos al automóvil de Eric porque era el más espacioso, le pedí a alguien que le llevará el automóvil al chico. Sacarle su dirección fue un completo reto, pero la rubia que al parecer era su hermana acabo por decirnosla.

Mía estaba recostada en mi hombro, su perfume tan delicado acompañado de el fuerte olor a alcohol hacían una mezcla extraña pero adictiva.

---Te quiero ---murmuró a ojos cerrados y con una sonrisa adornando sus mejillas.

---Yo te quiero más ---respondí de igual manera, ella jamás me había dicho un "te quiero"

Cuando llegamos les ayudamos a entrar, la casa era grande y bonita. Estaba vacía pero ellos insistieron en que los dejáramos en la sala para que así no nos molestaramos.

---¿Se quedarán así el resto de la madrugada? ---pregunto Pablo confundido, me encogi de hombros burlón.

Los tres estaban en el mismo sillón abrazados y compartiendo una manta, se miraban graciosos.

---Es mejor que nos vayamos ---dijo Eric dando un par de pasos atrás.

Ambos le dimos la razón saliendo de la casa y cerrando con seguro, no sabíamos si esos chicos recordarían algo de lo que pasó esta noche.

Pablo se recostó en su asiento soltando un suspiro que llamo mi atención, lo mire pensativo sin entenderlo.

---¿Que? La rubia estaba buena ---solto haciéndome reir, le metí un sape en respuesta negando.

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𝐌𝐈𝐀 ―𝐏𝐄𝐃𝐑𝐈 𝐆𝐎𝐍𝐙𝐀𝐋𝐄𝐙, 𝐅𝐑𝐄𝐍𝐊𝐈𝐄 𝐃𝐄 𝐉𝐎𝐍𝐆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora