𝐌𝐈𝐀 ―𝐏𝐄𝐃𝐑𝐈 𝐆𝐎𝐍𝐙𝐀𝐋𝐄𝐙, 𝐅𝐑𝐄𝐍𝐊𝐈𝐄 𝐃𝐄 𝐉𝐎𝐍𝐆

005; Regreso a Barcelona.

005; Regreso a Barcelona.

Estaba llegando a casa, para mí buena suerte no había nadie más que Flora así que no tendría que conversar acerca de mi viaje con nadie.

---Descansa un rato por lo menos ---dijo la castaña ayudándome a subir mis maletas a la habitación.

Había regresado hace una hora, eran las once de la mañana así que todavía era bastante temprano como para empezar a avisarle a mis amigos que estoy de regreso en Barcelona.

Ronald me había invitado al partido que se daría hoy en la noche, aún no sabía si ir apesar de el haberme enviado una entrada en vip. Estaba muy cansada pero quería verlos, me había encariñado bastante rápido de esos dos.

Decidí que descansaría y luego le avisaría si iría o no, hasta el momento no lo tenía claro ya que seguro Pedri estaría ahí. El canario me había estado llamando pero había ignorado cada una de sus llamadas y mensajes, no quería saber nada de él.

Me quedé dormida apenas y me recoste en la cama, me desperté al sentir como el colchón se hundía a mi lado.

---Has dormido lo suficiente ---los brazos de Michael me envolvieron en un profundo abrazo---Bienvenida.

---Gracias, te eché de menos ---sonreí al separarnos.

---Yo también lo hice, ahora te dejo sola para que te duches... Hueles muy mal ---se levantó enseguida evitando que le dé un sape en la cabeza.

Mire mi reloj y corrí hasta el baño, me di una ducha enseguida y me coloque unos pantalones negros con una camiseta que Ronald me había enviado junto con mi entrada.

Al sacarla del envoltorio note que no era su camiseta, era la camiseta de Frenkie. Me resultó extraño pero igual me la puse, tome mi billetera y salí corriendo hasta el primer piso.

La siesta me había dejado con muchas energías, al no ver a nadie salí de la casa sin avisar. Me subí al primer taxi que vi y le pedí que me llevará al Camp Nou, al bajarme pude ver a las muchas personas que estaban formadas afuera.

Les entregué mi entrada y me guiaron hasta mi lugar, tenía una vista preciosa desde ahí. Aproveche y les envíe un mensaje a ambos chicos para avisarles que había llegado, me saque una selfie con la camiseta puesta y también se las envié.

"Te queda preciosa"

Fue la respuesta de Frenkie, sonreí por eso dado que se había percatado que era la suya.

"Cuando el partido acabé buscanos,
estaremos cerca de las oficinas principales"

Después de un rato Ronald me respondió, no sabía cómo haría para saber dónde eran las oficinas principales pero estaría ahí a como de lugar.

Al acabar el partido corrí escalones abajo buscando algún cartel o rótulo, pero una chica se interpuso en mi camino sin dejarme avanzar más.

---¿Como te llamas? ---preguntó mirándome detenidamente.

---Mía ---respondí nerviosa, al decir mi nombre se hizo a un lado y me señaló el pasillo.

---Te esperan por allá ---dijo dándome una sonrisa, asentí agradecida y corrí hasta donde me había indicado.

Reconocí la cabellera rubia de Frenkie desde lo lejos, salte abrazándolo contenta. El se quedó rígido hasta que se dio la vuelta dándose cuenta que era yo, hasta entonces me correspondió de igual manera.

Ronald se asomó y al darse cuenta que estaba ahí me abrazó, estaba feliz de verlos.

---Nos alegra verte aquí ---dijo el uruguayo al separarnos.

---Creímos que estarías cansada y no vendrías, gracias por hacerlo ---sonrió Frenkie volviendo a abrazarme.

Estaba rojo, Ronald elevó una ceja coqueto logrando que el rubio se ponga peor.

Nos quedamos un rato a platicar, ellos se habían ofrecido a llevarme a casa por lo que yo encantada accedí debido a que no quería pedir un taxi.

---No me dijiste que regresarías hoy, de hecho no me dijiste nada desde que te fuiste ---asustada me di la vuelta al reconocer la voz de Pedri.

---¿Como estás? ---me puse de pie ignorando sus palabras.

---¿Podemos hablar en privado? ---preguntó mirando a los dos que estaban atrás de mi.

Asentí y me acerque, no quería platicar con el pero inconscientemente accedí.

---¿Por qué no has respondido a ninguna de mis llamadas? ---preguntó mirándome a profundidad, sentí como si lo hiciera a propósito, como si supiera el efecto que esa mira tiene en mi.

---No quise ---me encogí de hombros, quería que el dejara de ejercer esa dominidad sobre mi.

---¿No quisiste o no pudiste? ---sus dedos acariciaron mi barbilla, jamás vi venir eso y e de decir que tampoco lo imaginé.

---No te importa ---quité su mano de mi rostro con brusquedad, mire a mi costado para verificar que nadie haya visto eso.

---¿Te duele? ---me confundí con sus palabras, no sabía a lo que se refería.

---¿Que quieres decir?

---No soy idiota ---soltó una risa amarga, entonces pude entender lo que trato de decirme.

Acababa de confirmar lo que tanto sospechaba, el lo sabía, lo supo todo este tiempo.

---Sabes lo que quise decir...

---¿Por qué lo hiciste? ---no lo deje terminar, me dolía incluso tenerlo enfrente de mi y sus palabras lo único que hacían era lastimarme---Nosotros éramos amigos...

---¿Éramos? ---preguntó confundido, asentí y me separé de el enseguida.

---No pienso estar con alguien que busca maneras de lastimarme, porque eso fue lo que hiciste Pedro ---murmuré tratando de no soltar algunas lágrimas que amenazaban con salir.

---Lo siento, yo..

---Callate, no me jodas y callate ---pedí dándome la vuelta y caminando hasta donde se encontraban los chicos esperándome.

---Si estás lista nos podemos ir ---ambos se pusieron de pie y me regalaron una sonrisa.

---Podriamos pasar a comer algo, tengo hambre y no he hecho las compras ---sonrió el rubio pasándome uno de sus brazos alrededor de mis hombros.

---Me parece genial, yo también muero de hambre ---respondí con una sonrisa.

---Pues vamos ---accedio Ronald arrancando el automóvil, estar con ellos era lo mejor.

Necesitaba un tiempo más para pensar, ahora que estaba tratando de sacar al canario de vida y poder estar completa.

¡No olvides votar!