𝐌𝐈𝐀 ―𝐏𝐄𝐃𝐑𝐈 𝐆𝐎𝐍𝐙𝐀𝐋𝐄𝐙, 𝐅𝐑𝐄𝐍𝐊𝐈𝐄 𝐃𝐄 𝐉𝐎𝐍𝐆

008; El tonto beso del canario.

008; El tonto beso del canario.

Mía Valencia.

Estaba en primera fila del partido, habían personas gritando a mi alrededor pero yo tenía mi vista fija en los jugadores, precisamente en ese estúpido canario.

Nuestras miradas se encontraron, sin dudarlo dos veces la corrí haciéndome la tonta mirando a los demás.

Apreté con fuerzas mi vaso con soda sabiendo que tenía puesta muchas miradas sobre mi, no quería formar alboroto así que me senté.

Pronto el partido acabo, quería ver y felicitar a mis dos amigos por lo que me acerque a la orilla del palco. La chica de la otra vez me ayudó a entrar sin ser vista por los otros guardias, al estar dentro me giré para agradecerle pero solo alcance a verla correr y ponerse donde antes estaba.

---¡Mía! ---me giré al reconocer esa voz, era él quien estaba atrás de mi.

No quería tenerlo frente a mi pero era tarde para salir corriendo, supe que debía enfrentarlo y este era el momento.

---¿Como estás? ---preguntó acercándose a mi, al tenerlo justo a escasos centímetros de mi solté un suspiro.

---Estoy bien ---dije tratando de sonar natural, supe que no lo conseguí cuando escuche una risita de su parte.

---Me pone contento el verte aquí, me pone contento el simple hecho de verte ---sonrió acariciando mis mejillas.

De pronto sentí como nuestros labios se rosaban, el me estaba besando sin embargo yo no fui capaz de devolvérselo. Lejano a eso lo alejé de mi dándole un empujón, me di la vuelta molesta y desaparecí de su campo de vista.

No lo entendía en lo absoluto, yo no estaba para sus cambios de humor idiotas como el.

Salí del Camp Nou sin ver hacia atrás, no quise seguir buscando a los chicos y volver a encontrarme a Pedro.

Me detuve en un café, pasaría a comer algo para así no tener que cenar en casa con Elizabeth en la mesa, ella había regresado de su viaje de universidad ayer por la noche.

No fui consciente del tiempo que había pasado de lo que si fui consciente fue del ver como una cabellera rubia atravesaba la puerta principal, me puse de pie con una sonrisa pero de inmediato se borró al ver como el quitaba su mirada de la mía y salía sin decir nada.

Me levanté y camine a paso rápido tras de el, al ver como no se detuvo le grité;

---¡¿Que pasa?! ---dije notando como se detenía en seco y se daba la vuelta mirándome.

---Quiero estar solo ---fue lo único que dijo y siguió caminando, pero fui más rápida y lo tomé por los hombros sin dejarlo que avence.

---Me dirás que tienes ---dije ajerciendo toda la fuerza que tenía, aunque no era mucha fue lo suficiente para mantenerlo retenido un rato.

---¿Que si que tengo? ---soltó una risa amarga, estaba confundida por su actitud así que me limité a asentir.

---Fue lo que pregunte ---mantuve mi palabra firme, quería saber que le sucedía.

---Besaste a Pedri después del partido, creí que tú tal vez... ---se detuvo a mitad de la oración, aunque me imaginé el resto.

---El fue quien lo hizo, ¿Como lo sabes? ---pregunte confundida, no estaba nadie más que nosotros dos en el pasillo.

---Hay videos, incluso fue el quién nos los mostró.... ¿Por qué me besaste la otra noche? ---su pregunta me tomo por sorpresa, no tenía una respuesta concreta para eso.

---Un impulso...

---¿Un impulso? ---pude sentir como su voz se quebró al decirlo---Me lastimas Mía, me has hecho creer cosas lejanas a la realidad...

---Y lo siento tanto ---lo corté sintiéndome la peor persona del mundo.

---Tu me quieres, pero es a él a quien amas ---una lágrima resbaló por una de sus mejillas, trate de acercarme y limpiarla pero el quitó mi mano de su rostro con suavidad.

---Puedo aprender a amarte a ti también ---dije sin pensar.

---El amor no se hace, tampoco se fuerza... Solo nace, pero puedo darme cuenta que aún no lo ha hecho de tu parte ---dijo tratando de no hacer contacto visual conmigo.

Sabía que si ambos nos veíamos a los ojos probablemente nos romperiamos, me sentía como una mierda por hacerle creer tantas cosas.

---No puedes ir por el mundo haciéndole daño a las personas, porque me has lastimado Mía ---fue lo último que dijo antes de darse la vuelta y dejarme sola.

Camine de regreso a casa, sabía que había sido tonta y egoísta. No fui capaz de poner esa barrera que era necesaria, no pude hacerlo.

---¿Que tienes? ---preguntó Paola apenas y me vio entrar, la casa estaba sola cosa que agradecía internamente.

---Nada ---me limité a decir subiendo las escaleras, Ana estaba fuera de su habitación y me regaló una sonrisa al verme llegar---Bienvenida ---le sonreí de regreso y dejé un beso en su mejilla.

Entre a mi habitación deseando que todo esto pasara, deseando poder tener a Frenkie al frente y pedirle perdón.

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