capitulo 8 "Una jarra de vino"

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Aysun se había retirado de los aposentos con la excusa de que ya se sentía cansada. Pero en realidad el saber que la Sultana no tenía intenciones de correr a Cecilia de sus aposentos solo le daba ganas de expulsar todo lo que había cenado.

Por otra parte Cecilia se encontraba más que contenta al estar a solas con la Sultana. Y se sintió aún mejor al ver que en la mesa había una jarra con vino. Un plan bien calculado ya se había formado en su mente gracias a esa simple jarra.

-Mi Sultana,¿desea beber un poco de vino?-pregunto con una sonrisa "inocente" ante los ojos de la Sultana

-Claro, sirve un poco para ambas -dijo la Sultana pensando que solo quería hacer más cómoda la platica

Pero un vaso llevo al otro,y de otro paso a una jarra y de esa jarra llevo a tres. De todas esas jarra Cecilia solo había probado dos vasos,por lo que era la única cuerda en la habitación. La Sultana no supo cómo,pero de un momento al otro ella ya estaba en la cama con Cecilia.

Al despertar sentía un gran dolor de cabeza. Se sentía confundida,ella nunca bebía tanto. Pero más fue su confusión al ver a Cecilia dormir tranquilamente sobre su pecho desnudo. Al levantar un poco más las sábanas tratado de no despertar a Cecilia pudo ver que la pelinegra también se encontraba sin su vestimenta.

¿Que era lo que había echo? La Sultana se sentía realmente mal, creía que había forzado a la pobre chica a tener relaciones con ella en su borrachera. La Sultana veía a Cecilia como una chica inocente,por lo que no se imaginaba que ella era la responsable de todo esto

Poco a poco se levantó tratando de no despertar a Cecilia, se puso una de sus batas y miro como la joven dormía tratando de entender en que momento perdió el conocimiento para llevarla a todo esto.

-Buenos días mi Sultana -Dijo Cecilia con una gran sonrisa

La Sultana se sentía confundida¿No estaba molesta?  O tal vez solo fingía? No lograba entenderlo.

-Cecilia,de verdad lo siento. No sé en qué momento perdí el conocimiento y te obligue a ir a la cama conmigo -dijo la Sultana mientras se sentaba en la cama tomaba la mano de la chica

¿Obligarla? Pensó Cecilia. Su plan había salido perfecto,pero no sé sentía bien si la Sultana se sentía culpable. Pero tal vez podría sacar provecho de todo esto.

-Sultana..., Eso ya no importa. Es mi deber como parte de su Harem -dijo haciendose la víctima- pero está bien si usted ya no desea llamarme,se que no le parezco bonita -dijo agachando la mirada

-Oh Cecilia,de verdad estoy arrepentida por mis acciones. Y como podrías no parecerme bonita -Dijo acariciando la mejilla de la joven - Irradias luz por dónde vallas.- dijo ella tratando de hacer sentir mejor a la pelinegra

-¿De verdad creé que soy bonita?- pregunto Cecilia poniéndose de rodillas y acercándose a la joven para posar una mano an el hombro de la mujer

-Desde hoy tu nombre es Nurbanu, significa la mujer radiante -dijo la Sultana mirando como los ojos de Nurbanu se iluminaban

-Nurbanu-repitio ella  con una brillante sonrisa -Me encanta, eso significa que ahora soy su mujer como Aysun?-pregunto tratando de hacerle saber que deseaba ser llamada de nuevo

-Yo... Yo creo que si-dijo la Sultana sintiendose por primera vez nerviosa ante una mujer. Tal vez era el echo de que veía a Nurbanu muy joven aún o tal vez porque empezaba a sentir atracción por Nurbanu y eso no le agradaba.

-Me alegro mucho,vera que juntas llegaremos muy lejos -dijo nurbanu sentandose descaradamente en las piernas de la Sultana.

La Sultana no sabía cómo sentirse ante todo esto. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar las puertas abrirse.

-Mi Sultana,la señorita Aysun desea verla -dijo la criada que cuidaba la puerta

Nurbanu deseaba con todas sus fuerzas que pasará y la viera junto a la Sultana. Que la envidiara como ella lo había echo,que se muriera de celos al verla tan solo con una sábana que ocultara su cuerpo desnudo. El cuerpo que la Sultana había disfrutado la noche anterior.

-Dile que no puedo recibirla ahora. Iré a verla a sus aposentos más tarde -dijo la Sultana sin siquiera ver a la criada.

-Nurbanu,lo mejor será que te cambies. Te mudaras a los aposentos junto Aysun en el piso de favoritas-dijo la Sultana levantandose de la cama lista para vestirse.

-Si mi Sultana -dijo nurbanu. Y sin previo aviso se quitó la sábana y camino con su cuerpo desnudo por la habitación hasta llegar a su vestido abitual. Pudo sentir la mirada de la Sultana en todo momento,y eso le encanto.

Sin ningún apuro se colocó el vestido lentamente,con la mirada atenta de la Sultana. Pero cuando ella levanto la visita para verla la Sultana desvió su vista rápidamente.

-Hasta pronto mi Sultana -dijo acercándose y dejando un corto beso en la mejilla para luego salir corriendo como una niña.

nefelibata || Sultanato Otomano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora