capitulo 26 "sombras grises"

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Para mala suerte de Nurbanu,la puerta había sido tocada por el guardia protector que se encuentraba afuera. Nurbanu maldijo al que había ido a interrumpir su momento,y maldijo el doble al ver que se trataba de Aysun.

-Lamento si estoy interrumpiendo mi Sultana,no sabía que se encontraba junto a su Harem- dijo Aysun mientras le hacía una reverencia a Humasha.

Nurbanu pudo sentir como le hervía la sangre,"junto a su harem" quien era ella? La esposa de la Sultana,ella también era una esclava, seguro había ido a interrumpir apropocito. Nurbanu no dejo de llenar su mente con pensamientos malos hacia Aysun quien tenía un rostro de cansancio completo,al parecer el embarazo no le había sentado nada bien.

Aysun se veía más delgada de lo normal,lo único que resaltaba era su pequeño estómago,el cuál tan solo se veía un poco hinchado,aún que Humasha pensó que era normal al saber que Aysun no tenía más de dos meses. Aún así, Aysun tenía unas notorias ojeras bajo sus cansados ojos y su cabello se veía maltratado al igual que su piel.

Humasha no había tardado en notar esto en Aysun, porque a diferencia de Nurbanu,la cual se veía como una flor naciente en primavera, Aysun lucía como si ya no fuese a presenciar el próximo invierno. Esto le causó gran preocupación a Humasha, por lo que le dio una rápida mirada a Nurbanu, dándole a entender que la hora de visita se había acabado.

-Con su permiso mi Sultana-le dijo Nurbanu tratando de esconder su ira ante las dos mujeres. Nurbanu no deseaba que Aysun viera que había logrado causarle molestia y tampoco quería que Humasha la siguiese viendo como a una niña caprichosa.

Al ver que Nurbanu se iba, Humasha no perdió ni un segundo y se acercó rápidamente hacia Aysun. Acunó el rostro de ella entre sus manos y con una mirada que desbordaba preocupación,le hablo.

-Luna mía,te encuentras bien?-le dijo Humasha mientras la guiaba hasta su cama.

-Estoy bien mi Sultana,tan solo un poco cansada -le dijo ella con una suave sonrisa,pero lo cierto era que semanas después de enterarse de su embarazo,Aysun no se había estado sintiendo nada bien. El vomito después de cada comida nunca faltaba en su día a día,eso había causado grandes malestares en Aysun,la cual se resistía a decirle a la Sultana,ya que está ni siquiera la había llamado a sus aposentos. Se había pasado sus día hablando con Anastacia, comiendo con Nurbanu o incluso llamando por las noches a esa nueva mujer que la Sultana Mihrimah le había enviado. Podía contestar con una sola mano las veces que la Sultana la había visto en esta semana,y aún así le sobrarían los dedos al contar.

-llamare a la doctora - le dijo la Sultana mientras se ponía de pie con un rostro de total preocupación.

-¿Por que me ha olvidado?- le dijo Aysun con voz calmada, algo que le hizo dar un gran escalofrío al Sultana.

-Se olvida a alguien cuando ya no está en nuestro corazón, cuando le sacamos de nuestra mente. A ti imposible,todavía te llevo conmigo, bien dentro de mí.Te llevo en mi corazón, quiéralo o no lo quiera, te llevo siempre donde vaya, en mis pensamientos.Solo sueño con estar contigo siempre, pase lo que pase, en lo bueno y lo malo, para toda la vida.
Mi sueño es estar siempre junto a ti, bajo la misma luna- le dijo la Sultana mientras volvía a tomar asiento junto a ella.

Era cierto,la Sultana no se había visto mucho con Aysun estos días,y eso era muy contradictorio a todas las palabras que la Sultana le había dicho a Aysun,aún más sabiendo que Aysun lleva a su hijo en su vientre. La Sultana había comenzado a sentir amor por Aysun,y eso le había asustado un poco, tanto que trato de alejarse un poco de Aysun al no saber que hacer. Por intentar pensar un poco,para así saber que hacer con todo esto,había descuidado a su luna brillante,la cual ahora parecia ser cubrienda por nueves.

Aysun sonrió contenta ante las palabras de la Sultana,había sido fácil para ella olvidar el dolor que la Sultana le había causado,para luego perdonar la como si nada porque así era Aysun y ella sabía cómo era la Sultana y también sabía que ella era irreparable y que cometía errores, porque aún era joven. Pero sus errores dolían y dolían tanto que estaban acabando poco a poco con Aysun...

nefelibata || Sultanato Otomano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora