Cinco cosas que odio de ti

BONUS: ABRIENDO PASO AL AMOR

Desperté a la hora a la que mi reloj biológico estaba programado, a las cinco de la mañana como cualquier otro día; a pesar de haber llegado a las dos de la mañana de un vuelo de casi 12 horas, mi cuerpo ya estaba acostumbrado a no dormir bien desde hacia bastante tiempo.

Salí de la cama sin más, una ducha rápida. Cuando vi la hora un sentimiento de fastidio me invadió sólo había pasado media hora desde que me había levantado y  tenía una hora de sobra ¿que podré hacer? 

Salí de mi habitación y en el pasillo me tope con mi padre quien ya estaba listo para irse a trabajar, con su traje negro y su maletín de piel.

—Buenos días, no crees que es muy temprano para ir a la escuela

Su tono de voz fue serio, el habitual en él, pero me sorprendió que se viera tranquilo después del espectáculo del día anterior, claro que yo no había tenido nada que ver con eso pero esperaba por lo menos una mala cara.

—Hpm... Voy a ejercitarme un poco

—Pensé estarías cansado, fue un largo viaje

—Estoy bien

—Tu cara dice lo contrario

Estaba irritable y cansado, pero no podía volver a la cama a dormir, mi reloj biológico me lo impedía, además ya me había levantado y algo productivo tenía que hacer; a mi padre se le dibujo una sonrisa cuando me vio bostezar largo y tendido cuando me senté en la mesa del desayunador donde Leonor, el ama de llaves y nana, nos servia un desayuno que bien podía alimentar a 4 personas más.

—Sólo quiero café y pan tostado por favor 

—Deberías comer algo más Maty estas en crecimiento y no te puedes dar el lujo de malpasadas como tu padre — Me decía mientras me servia un par de huevos fritos con tocino y a mi padre un enorme tazón de fruta picada.

El desayuno fue silencioso, ambos teníamos el mismo carácter uraño no necesitabamos forzarnos a conversar y cuando termine mi cuerpo pedía descanso a gritos.

—Deberías descansar

—No. Voy a nadar un rato y terminare de despertar

—Como quieras, acerca de lo que paso en la fiesta con tu abuelo...

—No quiero hablar de eso

Y con justa razón, mi hermano en un intento de dar un discurso sobre su hermano pequeño y lo mucho que ha crecido termino ebrio sobre una mesa y rebelando detalles íntimos a la prensa y conocidos de la familia.

—Deacuerdo, pero hay algo que quisiera darte

Dicho esto me arrojo unas llaves con un llavero con la figura del escudo familiar y al ver que alzaba una ceja con incredulidad agrego.—Es de tu auto nuevo—

—Gracias, pero yo...

—Esta en el garaje, úsalo cuando quieras

Mi padre se levanto de la mesa, me revolvió el cabello como cuando era niño y salio de la habitación sin más. Eso me dejo más confundido de lo que estaba, mi padre no hacía eso desde que tenia 8 años antes de que ocurriera aquel accidente.

En realidad estaba demasiado cansado y sólo quería despejar mi mente así que me dispuse a ir a al piscina del jardín aprovechando que era un día soleado. El agua era fresca y por el tiempo que estuve en ella mi mente estaba en blanco. Cuando sentí que fue suficiente tome una ducha con agua fría y me puse el uniforme, me recoste un momento en mi cama, prendí la TV, después de darle vueltas a la programación me decidí por un concierto de Nirvana; cerré los ojos.