Cinco cosas que odio de ti

Estabas ahí

Era martes por la tarde y había salido a caminar con Xavier por las canchas del fraccionamiento. Me había pedido acompañarlo para despejarse, llevaba gran parte del día estudiando.

—El año que viene te tocará a ti presentar el examen de ingreso. Espero poderte compartir algo de sabiduría al respecto.

—Eso sería muy bueno, con lo nerviosa que soy, creo que ya es momento para empezar a tomar cursos para prepararme.

—Es una buena idea, yo estuve tomando un par, algunos en línea. Pero ya llegué al punto en el que si abro de nuevo esa guía, la cabeza me va a explotar.

—Sí, necesitabas aire fresco. Nunca te había visto tan serio.

—La verdad si me preocupa. De ese examen depende lo que voy a hacer con mi vida los siguientes 4 años. 

—Ya si lo pones así.... Aunque no te tortures, siempre puedes volver a intentarlo el año que viene. Así entraríamos los dos al mismo tiempo a la universidad.

—Sí... respecto a eso. Hay algo que quería hablar contigo desde que llegué, y no debería de hacerlo ahora, pero ya no puedo más, al menos así será una preocupación menos.

—¿Qué pasa Xavi?

—Sofí, estoy enamorado de ti.

Xavier había dejado de caminar y se había parado enfrente de mí. Pude ver que le temblaba el labio inferior e intentaba sostenerme la mirada. Yo estaba muda, no sabía que hacer. Una parte de mi quería abrazarlo y otra tenía miedo de si quiera parpadear.

—Lo sé, te tome por sorpresa. Es lo que siento desde hace mucho tiempo. Me había contenido de decírtelo porque tu vives acá en la ciudad y yo en otro estado. Pero con lo de mi ingreso a la universidad, tal vez pudieras darme una oportunidad. Claro, si tu sientes lo mismo por mi.

Me quedé un momento en silencio, no quería darle falsas ilusiones, pero tampoco quería cerrarme a la oportunidad de tener una relación linda con mi mejor amigo.

—Xavi, sabes que yo te quiero y mucho. Me gusta todo de ti, me siento siempre a gusto contigo. 

Su semblante cambio por completo, su cuerpo se relajo y me abrazo. Para después separarse un poco y depositar un casto beso en mis labios, que correspondí algo tímida. 

—Xavier, yo...

—Si me quedo en la universidad, ¿me darías una oportunidad?

—Siempre te voy a querer aunque no podamos estar cerca. —Respondí sellando mi frase con otro beso que se alargo.

—Va a ser muy difícil dormir en tu sillón está noche, ¿Sabes? — Su sonrisa pícara hizo que me sonrojará

Regresamos a la casa y después de la cena mis padres nos dejaron solos en la sala viendo una película. 

—Xavier, creo que es hora de que nos vayamos a la cama.

—Pero si subo tu padre me va a empalar en el patio. 

—¿Qué?, no. No me refería a eso... yo...

—Lo sé. Sólo estoy bromeando.

—¿Qué voy a hacer contigo?

—Desearme suerte para mañana.

—Tengo una mejor idea. Ten — me desate el listón del cabello y se lo puse en la mano — Para la buena suerte.

—¿Tu favorito? —asentí— Será un gran amuleto.

—Bien, te dejo descansar, mañana es un gran día.

—Gracias Sofí. 

Me atrajo a él y me beso lentamente, con ternura.

—Xavi, mis papás están arriba. —Me separé de él cuando recordé que no estábamos del todo solos. —No te quiero como adorno en el jardín.

—Está bien Sofí. Buenas noches.

Le di un casto beso en los labios y subí a mi cuarto algo agitada. Estaba emocionada. Me apresuré a sacar el celular para contarle a Tamara lo que había pasado. Cuando vi que tenía un mensaje sin leer de Mateo.

"¿Te puedo ver el jueves por la tarde?"

Dude en contestar. Pero teníamos que terminar el proyecto de química. 

"Sí, ¿a las 9:00 am en la cafetería?"

Tardo un poco en contestar.

"Sí, te veo allá. Buenas noches."

Me sentí culpable por emocionarme al recibir un mensaje de Mateo. Acababa de iniciar algo con Xavier, algo que prometía ser lindo, sin complicaciones, y me emocionaba un mensaje de un chico que sólo me traía problemas y que ni siquiera conocía bien. Decidí desahogarme con mis amigas, así que mande mensajea nuestro chat grupal.

Sofí: "Xavier se me acaba de declarar, y le dije que sí"

Irene"¿Queeeé?, ¿Y Mateo?"

Sofí: "No creo que llegué a pasar nada con él. Estoy harta de su actitud. 

Lo más lógico es corresponderle a Xavier."

Tamara: "Lo lógico, ¿pero qué quieres tú?"

Sofi: "Sólo quiero estar con alguien que me quiera por quien soy

 y no juegue conmigo.

 Aunque Xavier me pidió que lo esperara

 a que entrará a la universidad en un año."

Irene: Entonces no te comprometiste a nada. Esos son besos sin compromiso. 

Tamara: "Una vez me dijiste que escogiera lo que me hiciera feliz y 

no lo que los demás esperaban de mi. 

Piénsalo bien, en un año pueden pasar muchas cosas, además, 

     si Xavier no se queda en la universidad, 

tendrías una relación a distancia?"

Sofi: "No lo sé. No había pensado en eso."

Irene: "Tómalo con calma. No tomes decisiones por despecho.

 Sino más de uno saldrá herido."

Sofi: "Tienes razón. Creo que cometí un error."

Tamara: "No te acongojes Sofí, seguro Xavier entenderá."

"Las veo mañana y seguimos platicando. 

Tengo mucho que pensar."

Tamara: "Esta bien. descansa. 

Irene: Te veo mañana."

Deje el celular de lado y comencé a cuestionarme sino le había dado falsas esperanzas a mi amigo. Pero con Mateo no tenía nada asegurado, es más sólo eran suposiciones de mis amigos.

¿Qué tenía que hacer ahora?