Paga Con Placer || Xiaoven Fanfic Omegaverse || Terminada.

20

Xiao

Apreté la mano de Venti con fuerza mientras besaba lentamente sus labios. El nombrado sonrió en medio del beso atrayéndome mas a su cuerpo.

—Se te va a caer tu helado, pequeño—sonreí besando cortamente sus labios.

Venti soltó una ligera carcajada apartándose de mi lado.

—Como te puede gustar el helado de ron pasas—burlo Venti sacando su lengua.

—Hey tampoco hablemos de helado buenos si a ti te gusta el raspado de menta—reí de vuelta abrazando su cintura.

—Es el mejor helado del mundo—confirmo frunciendo el ceño.

Reí de vuelta besando su cuello.

Estar a su lado se sentía tan ligero...

Mi mente y mi cuerpo reaccionaban de manera muy distinta. Por un lado quería estar con Venti en una relación mas allá de una deuda, pero por otra sabia que el momento en que descubra la verdad de quien era...

Se iba a ir de mi lado.

—Ahora si hablemos—suspiro Venti sentándose en una blanquilla del parque en donde la cubría un árbol del sol.

—De que quieres hablar, peque—sonreí besando cortamente sus labios.

Besarlo era tan adictivo.

—Sobre ti—rio apartándose ligeramente.

Sabia que si empezábamos a besarnos no iba a ver vuelta atrás.

—Que quieres saber—pregunte retóricamente pensando como evadir sus claras preguntas. —Me trajiste aquí solo para hablar de mi, amor—sonreí coquetamente.

Venti vacilo mi mirada para no caer en mis encantos.

—Si—beso cortamente mis labios de nuevo. —Quiero saber mucho sobre ti—paro por un segundo pensando bien que decir. —Quiero saber sobre tu edad, a que te dedicas y sobre todo...

Paro por un segundo evitando si preguntar o no.

—Adelante—sugerí pasando mi mano por su mejilla con una caricia suave.

—Por que conoces a los Fatui—hablo lentamente pero a la vez reflejando su seriedad.

Suspire mientras lamia de nuevo mi helado a la vez que pensaba que decir.

No podía decirle la verdad. Por su seguridad y el aprecio que le tenia, simplemente no podía.

—Pero bueno si no quieres decirme ahora esta bie-

Corte su habla entrelazando nuestros dedos.

—Creo que seria mejor primero presentarme ante ti cierto—sonreí besando su mano. —Soy Xiao Lapis, me dedico a marketing en la empresa Lapis dedicada a producción de supresores y exámenes de confirmación de segundo genero—suspire antes de decir lo ultimo. —Y tengo 28 años.

Venti abrió la boca totalmente sorprendido a la vez que soltaba una carcajada.

—Pensé que me estaba cogiendo a un viejito—soltó una carcajada soltando su helado un poco, lo que termino haciéndolo caer. —Mi helado—suspiro tristemente.

Sonreí dando una lamida larga a mi helado dejando rastros en mi boca, para proceder a dejar un suave y largo beso a Venti en sus labios.

—No- no—soltó una carcajada dulce. —Ron pasas no—se quejo entre risas.

"¿Que es esto que siento?"

Acompañe su risa dejando pequeños besos en su rostro.

Verlo sonreír de esa manera provocaba muchas emociones en mi interior. Se veía tan lindo.

Bese su mejilla finalmente y sentí como se recostaba en mi hombro.

—Y los Fatui—suspire una vez se calmo. —Aparte de que Childe esta saliendo con mi padre, casi siempre ellos son inversionistas para la empresa de los Lapis—sonreí de lado tratando de mostrarle seguridad. —Así que son portadores importantes para la empresa.

Mentí.

—Enserio—hizo un puchero. —Y tu padre sabe que son mafiosos—pregunto un poco irritado.

—Realmente creo que no.

Mentí de nuevo.

Venti soltó un pequeño suspiro triste inflando su pecho a la vez que entrelazaba de nuevo nuestros dedos.

—Y Xiao...—vacilo por un momento. —Tu perteneces a alguna mafia.

Su pregunta llego directamente a mi pecho, sintiendo un claro malestar.

—No, amor—bese cortamente sus labios. —Jamas pertenecería a una mafia.

Mentí otra vez...

El menor asintió recargando su cabecita en mi pecho abrazándome con fuerza.

—Gracias por decirlo, Xiao—sonrió escondiendo su cabeza.

Asentí con un gran malestar en el pecho que crecía cada vez mas y mas.

Venti merecía saber la verdad, pero si esa verdad venia incluida con un gran dolor y malestar para su tranquilidad, prefiera que quedara en mentiras...