Paga Con Placer || Xiaoven Fanfic Omegaverse || Terminada.

8

Venti

TW: NSFW

Sabía que este plan no iba a ser el mejor de todos, pero no tenía opción alguna.

—Crees que funcione—pregunte a Childe por encima vez en el día mientras agarraba el polvo blanco del empaque.

—Confía en mi—aseguró con una sonrisa arrogante. —O es eso o trabajar en el bar bailando.

Suspire y acomode la lencería de mis muslos. Apretaba, pero por lo visto a los alfas de ahora esto era lo que les exaltaba.

Mi trabajo de esa noche iba a ser fingir follar con un alfa, y si decía fingir porque Childe me había dado una droga especial para que el alfa se durmiera durante todo el lapso de tiempo y en muchos casos tenían alucinaciones de sexo. Me había explicado que le daban eso a los alfas que sufrían de abstinencia.

En realidad, no estaba tan seguro de que iba a ser, me dijo la droga demora como máximo 10 min en hacer efecto, por lo que es esos 10 min me debía encargar de hacer una clase de juego sexual con el alfa hasta que se quedara dormido.

—No crees que esto tendrá consecuencia para el bar—pregunte acomodándome el tinte negro que cubría todo mi cabello.

Me había pintado por completo el cabello de negro para que ningún otro fatui del lugar percibiera quien era.

—En realidad no, el alfa con el que te vas a costar es un tremendo imbécil. Así que solo caliéntale el oído y listo. Tienes tu dinero—soltó una carcajada de victoria.

Sonreí entre dientes tratando de dar un poco de seguridad.

Tenía demasiado miedo de lo que vaya a pasar, pero aun así le advertí a Childe que no me hiciera acostar con un viejo rabo verde. Al inicio me hizo ver detalle por detalle a los potenciales clientes con los que pueda hacer el plan, pero al final me estrese y deje que el eligiera a cualquiera.

—Eso sí, tienes que saber algo—aclaro el castaño mientras arreglaba su traje. —Este alfa es algo especial—pronuncio el mayor.

—No te preocupes—avise con una cálida sonrisa. —Estaré bien.

Dicho esto, Childe se retiró de la habitación dejándome por completo solo.

Camine alrededor de la habitación por unos 15 min esperando al dichoso alfa al que me iba a entregar hoy.

Me miraba una y otra vez al espejo un poco inseguro de que el plan no funcionara y que terminara mas endeudado con los fatui de lo que estaba.

Minutos más tarde sentí los pasos al otro lado de la puerta.

Me apresure y arroje el polvo blanco al vino previamente servido. Y finalmente, me pare dando la espalda para dar un poco de erotismo a la escena.

—Hola—escuche una voz murmurar.

Por instinto salte en mi lugar nervioso y di la vuelta para quedar por completo atónito.

"Me cago en todo"

Sentí en ese momento como si el mundo me digiera a la cara lo cagon que era.

Abrí los ojos un tanto nervioso con mi cabeza invadiendo de culpa por lo que iba a hacerle y repetía una y otra vez "Lo siento Xiao"

Empecé dando pasos nerviosos hasta llegar lo más cerca de su cuerpo y arrojarlo a la cama para agarrar las copas de vino. Se la di mientras me sentaba en su regazo y sentía su miembro ligeramente alzado.

Me sonroje por completo, pero debido al antifaz no era notorio. Sentía como las manos de Xiao empezaban a jugar con la lencería de mis piernas.

Mordí mis labios tratando de no soltar ningún sonido extraño, sin embargo, eso no duro mucho.

El pelinegro empezó a jugar con mis muslos y mi miembro.

No podía resistir a tanto placer.

Por instinto empecé a removerme en su miembro, hasta que el nombrado bajo por completo mi lencería dejando expuesta mi entrada y mi miembro.

Me bajo de su regazo y empezó a besar y lamer mi miembro mientras que yo llenaba la habitación de gemidos.

No podía resistor más terminando por correrme en la boca de Xiao. La vergüenza me invadió y trate de limpiar su rostro para que a la final Xiao respondiera con una tonta sonrisa juguetona.

Xiao quiso continuar con nuestro juego, no podía permitirlo.

Me separe de su cuerpo, siendo en vano porque a la final se colocó detrás mío agarrando mi cintura con cierta posesión.

Lo empuje ligurmente.

—Lo siento, Xiao—hable mientras me sacaba el antifaz y miraba al piso

Pronuncio mi nombre con sorpresa, sin poder creer lo que acaba de pasar.

Suspiré y decidí salir de ese lugar, Xiao necesitaba su espacio para pensar en lo que acaba de pasar.

Me coloque la lencería de nuevo, agarre mi celular para llamar a Childe y me encerré en el baño.

"Que mierda contigo", hable una vez contesto el castaño mientras me sentaba en la taza del baño.

"Mierda, tan rápido te diste cuenta"

"De que" pronuncie, no le había dicho nada que conocía a Xiao y lo intuyo.

"De que la droga que te di no es la correcta, ya voy para allá. No te asustes" contesto con la respiración entrecortada.

"Que" me sorprendí parándome y caminando hasta la puerta cerrándola con seguro.

"Si, carajo soy un imbécil. Te di la que estimula el celo no la somnífera" suspiro con clara culpa.

"Maldito imbécil" empecé a entrar en claro pánico. "Que carajos hago con este alfa ahora"

"Ya voy para a-

¡plaf! ¡plaf!

El sonido de la puerta siendo golpeada repetidas veces, me distrajo de la llamada.

—Mierda, sal de ahí Venti—al otro lado podía escuchar un Xiao claramente desesperado.

Sin pensarlo bien, saqué el seguro y abrí la puerta para ser atacado por Xiao completamente excitado.

Caí en el suelo con su cuerpo encima del mío.

Lentamente empezó a oler mi cuello.

—Maldición hueles tan bien—pronunció en mi nuca.

Sus instintos de alfa empezaron a aparecer y su conocimiento se empezó a nublar.

Se había convertido en una bestia.

Miro de reojo el celular en donde Childe seguía hablando.

Me lo arrancho y empezó a sonreír de manera juguetona.

"Vienes y te vuelo toda la puta cabeza" dijo antes de colgar la llamada y tirar mi celular a algún lado del baño.

Solté un pequeño gemido de sorpresa y traté de separarlo de mi cuerpo.

La había cagado y mucho.

—Xiao, soy yo por favor respira—trate de zafarme de su agarre lo que se me hizo imposible debido a que con su mano libre agarro mi cuello.

Soltó otra sonrisa con su juicio en otro lugar y llevo sus labios contra los mío de manera agresiva.

—Mi Venti—murmuro en medio del beso.

No pude evitar sonrojarme y le seguí el beso sentándome en su regazo.

Me deje llevar por el pelinegro por completo y sabía que esa noche iba a ser completamente pesada.