Paga Con Placer || Xiaoven Fanfic Omegaverse || Terminada.

3

Xiao

Me sorprendí demasiado al escuchar las palabras de confirmación del pelinegro. Jamás pensé que iba a aceptar.

Me acerque a el pequeño agarrando su cintura entre mis manos. Es más delgada de lo que imagine. Suelto una risa tonta por un instante y me corrijo a mí mismo dándome cuenta de lo que hice.

Me aferro a él y lo subo en el mostrador abriendo sus piernas todavía con ropa. Abro su uniforme de la farmacia y dejo al descubierto su cuello y su clavícula marcando un poco con mis dientes cada parte de esta.

Venti se estremeció ante mi contacto aferrando sus manos al cuello de mi chaqueta. Por un pequeño momento mire su rostro y note un claro sonrojo y observe como mordía sus labios carnosos.

Sin darme cuenta me empecé a exitar poco a poco. Mi miembro empezó a ponerse duro en la entrada del pelizaul. El nombrado se dio cuenta y balanceo su pelvis ligeramente. Note rápidamente que hacía movimientos un poco torpes al mover su pelvis y acerque su cuerpo al mío con sus piernas abiertas para mí.

Lo acomode mejor sacando parte de su ropa para cubrir mi rostro. Todavía sentía preocupación, por más que este disfrutando el momento sentía todavía miedo.

Baje mis manos a su trasero apretándolo ligeramente, soltó un ligero grito por parte del peliazul. Gruñí queriendo un poco más de su cuerpo y su piel desnuda. Abrí un poco más su torzo descubriendo sus pezones rosados por la excitación. Metí uno a mi boca mordiéndolo ligeramente y sintiendo erizarse por completo.

Venti empezó a soltar feromonas sin darse cuenta, se expandieron por todo el lugar llegando a inundar todo de su olor. Por mi parte empecé a soltar feromonas en cada toque que hacía en su cuerpo. No estaba pensando con claridad en ese momento y solo quería apretar el cuerpo de Venti al mío.

Pare por un segundo cuando escuche unos pasos por la tienda, sintiendo como los hombres había llegado ahí. Me incorpore más en el cuerpo de Venti bajando sus pantalones y agarrando sus muslos con mis manos.

Venti gemia del placer sintiendo mis toques por su cuerpo y gimio más alto al sentir morder su muslo con mis colmillos. Deje una marca en su cuerpo mientras soltaba una risa juguetona.

El peli azul actuaba bien la escena y me sorprendí al ver su rostro cubierto de lágrimas de placer.

Me acerque hasta su ropa interior besando encima de la tela su miembro duro. El muchacho apretó sus manos.

—Mas por favor—gimió.

Sonreí sintiendo sus feromonas salir de su cuerpo y más al ver que volteo a ver a los hombres, sentí que su omega se sintió furioso debido a que segundos más tarde inundo el lugar por completo de feromonas. Ellos sintieron enseguida su olor y salieron del lugar disparados.

Seguí mi juego hasta que ellos se fueron por completo. Baje su ropa interior y acaricie sus nalgas buscando su entrada. Todavía no estaba tan lubricada como esperaba. Sin embargo, no me impidió jugar ligeramente con ella. Venti acerco sus brazos más a mi cortando la distancia de nosotros y escondiendo su cabeza en mi cuello. Abrió ligeramente sus labios buscando el mejor lugar de mi cuello, para besarlo. Sonreí ante su torpe acción y dejé que jugara un rato. Los omegas en esta condición se ponían más cariñosos y creo que Venti no era la excepción.

Una vez salieron los hombres agarre a Venti de la cintura y lo lleve hasta el mueble más cercano que encontré en el lugar. Lo monte encima de mi regazo todavía sosteniendo su trasero. Mientras tanto el lamia cada parte de mi cuello y mordisqueaba con torpeza.

No quería ir tan lejos con el muchacho, todavía era joven y no quería ser quien le quite la virginidad. Intuí que era virgen debido a sus toques y el querer abrigarse con el cuerpo del alfa. Sin embargo, Venti no estaba tan de acuerdo con eso. Su excitación era mayor lo que le hacía perder todos sus sentidos.

Bajo sus manos hasta mi pantalón buscando mi miembro. Me sacudí incomodo. No quería tomarlo, era inocente para mí. Agarre sus manos cubriendo su cuerpo y le senté en el sillón.

—Creo que hasta ahí estaría bien, Venti. Gracias por ayudarme—hable parándome del sillón.

Venti negó con la cabeza y se abalanzo de nuevo a mí.

—Ahora quiero enserio, Xiao—dijo torpemente debido a la excitación.

Venti no era mi tipo de omega, él es más gentil y su cuerpo es más delicado de lo que esperaba. No espere que esto pasara, así que no sé cómo escapar de esta situación.

Agarre el rostro de Venti entre mis manos y lo mire directamente a los ojos.

—Niño, entiende. Hasta ahí está bien. —dije claramente observando sus ojos.

Venti refuño por lo bajo y se separó de mi lado. Agarro su ropa y se la cómodo escondiendo sus feromonas. Sentí su carita ligeramente sonrojada de la vergüenza.

Carajo, ahora me siento culpable.

Salimos de ahí de nevo caminando hacia la entrada de la farmacia.

—Gracias por ayudarme Venti—repetí nuevamente.

El omega asintió por lo bajo un poco triste. Con su boquita jugaba un poco nervioso y acomodaba con las manos sus trencitas.

Ahora que lo veía mejor, no pude negar que era bonito y tierno, pero no quería corromperlo.

—Está bien, creo que deberías de irte—dijo avergonzado.

Asentí caminando hacia la puerta y dejando el dinero que le ofrecí en el mostrador.

—De acuerdo, adiós.

Al dar un paso en la puerta de entrada mi corazón salto al ver de nuevo a ese par de personas que antes me buscaban con desespero. Hice contacto visual con uno, pero para mi sorpresa no me miraban a mí. 

Miraban a Venti.

Mi instinto de alfa empezó a actuar rápido y agarre del brazo a Venti llevándolo de nuevo adentro de la farmacia. Una vez adentro de la farmacia. Lo agarre de la cintura y lo lleve de vuelta al sillón en donde estábamos antes. Lo acomode en mi regazo separando sus piernas y agarrando su trasero con mis manos.

Venti me miro confundido y me autoregañe porque no sabía bien que estaba haciendo. Actuaba solo por instinto y me molestaba un poco ser posesivo con un omega que apenas conocí hace un par de minutos.

—Maldito niño—gruñí agarrando sus labios posesivamente.

Venti abre su pequeña boca aceptando mi beso y derritiéndose en mis brazos por completo.

No había vuelta atrás.