Paga Con Placer || Xiaoven Fanfic Omegaverse || Terminada.

EPILOGO

Xiao

Tiempo después.

El olor a flores secas de cementerio me da un escalofrió que recorre por toda mi espalda.

Odiaba mucho ese lugar

Habían pasado tantos años de la ultima vez que estuve aquí y regresar ahora no se sentía del todo bien.

Observo a mi alrededor buscando la silueta de mi pequeña hija.

—Kiyoko no te vayas tan lejos—grito mientras miro como la pequeña pelinegra corre en dirección contraria de la que estábamos.

—Pero papá—se queja la pequeña niña regresando al lugar en el que estábamos.

—Debes de presentar un poco de respeto, señorita—la regaño haciéndole soltar un bufido.

—Pero porque debemos de venir a este cementerio—pregunta volviendo a hacer berrinche.

Sonrió de lado mientras dejo un pequeño beso en su frente.

Kiyoko había sobrevivido.

Esa noche jamas la olvidare, el dolor y la frustración que sentí fueron inexplicables. Tenia mucho miedo y muchísimo coraje.

—Porque debemos de presentar respetos—afirmo agarrando la mano de mi hija antes de arrodillarnos en la tumba de la familia Lapis.

—Pero y papá—pregunta de nuevo la pelinegra haciendo un dulce puchero.

—Papá ya viene, princesa solo fue al baño con Kou—aseguro acariciando la cabeza de mi hija.

—No entiendo porque tuvieron otro hijo—pregunta la mas pequeña abriendo su boca de par en par. —No les bastaba conmigo.

Tozo inconscientemente recordando como fue que terminamos trayendo al mundo a nuestro segundo hijo.

—Bueno, no seas berinchuda y reza por tus ancestros.

La pequeña niña acepta no muy convencida y junta sus pequeñas manos para hacer su oración.

—Papá quien es ella—pregunta una vez termino su oración.

—Ella—señalo mirando la foto de mi madre.

Kiyoko asiente con curiosidad.

—Es hermosa—ríe dulcemente.

—Es tu abuelita princesa—rio junto con ella y beso su mejilla dulcemente.

La pelinegra ríe de vuelta y se detiene unos segundos volteando su cabeza.

—Volvimos—escuchamos una segunda voz acercándose al lugar.

Kiyoko se para alegre y extiende sus bracitos para que Venti la cargue.

Venti también sobrevivió.

—Preciosa—pronuncia el mas bajo amarcando a la pequeña niña.

—Papa yo quiero también—habla ahora mi pequeño hijo extendiendo sus pequeños brazos.

Accedo sin reprochar mientras beso su mejilla.

—Porque tardaron tanto—pregunto al ojiverde mientras acaricio su cintura.

—Kou quería lavarse las manos solito y nos demoramos un poco en eso.

Suelto una carcajada dulce mientras beso la mejilla de mi hijo.

—Como haces para que salgan tan lindos—pregunto ahora besando los labios de mi pareja.

—Son los genes, Lapis—ríe dulcemente Venti mientras sigue mi beso.