Extra 05

782 82 2
                                    

Venti

El dolor en mi pecho apenas me hace sentir el dolor de las demás partes de mi cuerpo.

No tengo idea de que donde estoy, ni que día es.

Mi cuerpo apenas reacciona y las contracciones se hacen muy constantes.

Mi bebe esta a punto de nacer.

No puedo calcular cuantas horas hacen falta para que rompa fuente. Pero lo único que puedo sentir es el dolor desgarrándome por completo.

—Hijo de puta—grito mientras me encojo en mi lugar con mis ojos vendados.

Lo ultimo que recuerdo fuer ver a Kazuha tratando de salvarme antes de que me inyectaran una droga para dormir. Y cuando desperté lo primero que sentí fue frio.

Y muchísima soledad en mi corazón.

No sabia donde estaba mi Xiao, no sabia nada de el y tenia mucho miedo.

Pero a este punto ni siquiera tenia miedo de lo que me pase.

Tenia miedo por mi hija.

—Que quieres de mi—interrogo con lagrimas saliendo de nuevo de mi cuerpo.

No estaba nada tranquilo.

Quería salir de ese lugar y estar en brazos de lo que amaba.

Extrañaba a Diluc, a Klee, a Dvalin y sobretodo extrañaba a mi alfa.

—Por favor, dejame ir Dottore—ruego mientras me encojo en mi lugar con las manos atadas a mi espalda.

No podía soportarlo mas.

Debía salir de ahí.

—Patético—dice esa voz horrible que tanto odiaba.

Me sobresalto por unos segundos antes de volver a hablar.

—Vete a la mierda—hipeo con lagrimas de rabia saliendo de mi rostro.

Dottore suelta una risa espeluznante antes de acercarse a mi cuerpo y zafar las vendas.

—Hola Venti—sonríe fingiendo inocencia mientras pasa uno de sus manos por mi rostro.

Retrocedo unos pasos en señal de rechazo.

—No tengas miedo, basurita—afirma mientras trata de volver a acercarse.

Niego con la cabeza mientras inconscientemente mi cuerpo empieza a temblar.

—Te odio—exclamo mientras suelto un escupitajo en su cara.

Dottore sonríe de lado de forma perversa antes de abalanzarse sobre mi cuerpo y sellar nuestros labios en un beso repugnante.

—Apestas a zorra barata, pero sigues siendo tan bello—dice separándose de mi cuerpo mientras muerde mi labio inferior.

—Me das asco—suelto con la rabia saliendo por mi cuerpo.

—Pequeña puta—ríe mientras agarra mi nuca y la jala hasta piso.

Suelto gritos desesperados tratando de zafarme.

—Sin mi no eres nadie—suelta una carcajada de furia. —Lamento si estuviste jugando a la casita feliz durante estos meses, pero recuerda que solo me perteneces a mi y solo a mi.

De nuevo vuelve a soltar sus típicas risas escalofriantes mientras pasa sus manos por mi rostro y me atrae de la nuca hasta sus labios tratando de besarme.

—Xiao va a venir por mi—aseguro tratando de pararme.

—Lo dudo—ríe de forma perversa. —Primero voy a sacar a ese engendro de tu estomago antes de que el maldito desgraciado venga—afirma pasando una de sus manos por mi vientre.

Me sobresalto mientras el miedo pasa por mi rostro.,

—Hazme lo que quieras, pero no toques a mi hija—suplico con demasiado temor.

—No estas en condiciones de exigir, maldita puta—grita a la par que abofetea mi rostro.

Niego con la cabeza antes de acercarme al cuerpo de Dottore.

No tenia opción, si quería salir vivo de ahí junto con mi hija...

Debía ceder ante los deseos del fatui.

—Tomame si quieres pero deja de lado a mi bebe—ruego con la voz mas firme que puedo.

El hombre me mira de lado antes de agarrar con sus asquerosas manos mi cintura y acariciarla.

—Tan entregado estas a ese maldito alfa, para cuidar a ese engendro que tienes ahí—pregunta pasando su mano por mi pancita.

—Lo amo, Dottore—aseguro mientras siento el agarre agresivo del alfa.

Dottore cambia su expresión al instante y aprieta con fuerza mi cintura.

—No me importa que lo ames, ahora seras mio para siempre, mi dulce y hermoso Venti—afirma con dureza sacándome un escalofrió que recorre mi columna vertebral.

A este punto estaba resignado, quería salir con vida. Pero lo veía imposible.

Aun así, a pesar de todo, eso mi cabeza solo podía repetir una cosa.

"Xiao por favor ven a salvarme"

Paga Con Placer || Xiaoven Fanfic Omegaverse || Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora