V. El origen de los vampiros

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—¿Terminaste de husmear por toda la casa mientras me bañaba? —preguntó Julieta entrando a la cocina-comedor, donde se encontraba Edward supuestamente vigilando la carne de ovejo que se cocinaba, como encomienda que le había dado la chica

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—¿Terminaste de husmear por toda la casa mientras me bañaba? —preguntó Julieta entrando a la cocina-comedor, donde se encontraba Edward
supuestamente vigilando la carne de ovejo que se cocinaba, como encomienda que le había dado la chica.

—Sí —mencionó de brazos cruzados frente a la cocina de gas, observando la olla de presión y el sonido particular que hacía la válvula sobre la tapa—. Tienes cosas muy extrañas e interesantes.

—Mañana temprano te enseñaré cómo se nombran y para qué sirven cada objeto dentro de esta casa, sé que tu mente es capaz de guardar bastante información —comentó como si fuera una madre orgullosa de su hijo—. Y luego te llevaré a la biblioteca del pueblo, allí encontrarás libros de todo tipo que podrás leer, así te nutrirás de más conocimientos.

—Es una buena idea.

—Por cierto —se acercó a él y se detuvo a su lado—, cómo aprendiste a hablar mi idioma.

—A través de la sangre de ese chico que según tú hice puré de tomate, bebí un poco.

—Edward, creo que hay muchas cosas que tendrás que explicarme porque no las entiendo —suspiró frustrada—, todavía quiero saber por qué me llamas "Bruja Escarlata" y afirmas que yo te desperté, tu diario no explica nada de eso, además, por lo que veo, tienes dones que no conozco.

—Te lo dije, ese diario no revela prácticamente nada sobre mí. Dime —giró la cabeza hacia su izquierda, para observar a Julieta—, tú cómo pudiste comprender lo que escribí ahí.

Julieta se echó a reír y se cruzó de brazos, imitándolo.

—Eres un experto cuando se trata de eludir un tema mi Matthew.

—¿Mi Matthew?

—No te responderé pregunta alguna hasta que tú no contestes las mías.

—Bien —fue hasta la mesa que había en la habitación, haló una silla y se sentó en ella—. ¿Sabes cómo fueron creados los vampiros?

Julieta se erizó ante la pregunta, no por miedo, sino por un ansia descontrolable que le recorrió todo el cuerpo. Descubrir cosas nuevas le fascinaba; pero no esas que fueran simples y mundanas, sino cosas arcanas que estuvieran vedadas por siglos al guardar mucha agonía, desesperación y muerte.

—Cuéntame Edward, el origen de los vampiros.

Edward suspiró profundamente y se preparó para hablar...

Existen tres teorías que se refieren a cómo se originaron los vampiros. Una, la más tradicional, aborda sobre la conversión; al ser mordido por otro vampiro y luego de beber su sangre puedes convertirte en uno. Las otras dos abordan sobre la génesis de estos seres en sí mismas.
La primera relata la historia de una mujer que practicaba actos de brujería y manejaba la alquimia, estaba casada; pero su esposo tenía una enfermedad terminal con la cual no podía ser tocado por los rayos del sol, así que cuando este tuvo los primeros síntomas del estertor, ella realizó su último acto. Quería que su amor se curara de su enfermedad, que viviera para siempre, que pudiera caminar bajo la luz del día; pero que su mayor fortaleza fuera la noche y su alimento: la sangre, para mantener el cuerpo siempre vivo. Así fue creado el primer vampiro y ella, orgullosa de su creación y dispuesta a todo, dio su propia vida para saciar la sed de aquel ser que reencarnó en algo nuevo y sediento de sangre.
La segunda, narra sobre una mujer de piel blanca que le servía de esclava sexual a un repugnante rey. Siempre la tenía cautiva en un sótano de su castillo y abusaba de ella cuando le viniese en gana, hasta que aquella chica fue perdiendo sus deseos de vivir, sus ojos ya no mostraban brillo, dejó de sonreír e incluso de sentir dolor, en su corazón sólo albergaba un odio profundo hacia aquel rey y hacia el resto de los habitantes de ese castillo que, aun sabiendo lo que hacían con ella, ninguno se dispuso a salvarla. Así que decidió quitarse la vida; pero en el último minuto, quiso vengarse de todo aquel que le había hecho daño, por eso hizo un pacto con los demonios, no sabía si funcionaría, sólo quería que todo se apagara, que el mundo fuera oscuro y que la humanidad temblara ante su presencia...

—... Los demonios, descritos como cuerpos fantasmales que solo podían vagar por las sombras, la convirtieron en un vampiro, a cambio de su alma. Ella perdió su humanidad; pero adquirió un poder inigualable —culminó de contarle Edward a Julieta.

—Mejor eso que morir como un despojo humano —comentó la chica—. Además, creo que ya ella había perdido su humanidad y la fe en los humanos. Yo en su lugar habría hecho lo mismo.

—No lo dudo —se acomodó en la silla—. Pero, ¿sabías que hay una cuarta teoría? De hecho, es la teoría original, las otras dos que te conté fueron invenciones de los humanos con el pasar de los tiempos, para ocultar la verdadera teoría sobre nuestro origen.

—¿Y cuál es?

—No es menos cierto que un vampiro puede convertir a un humano; pero solo si este último está al borde de la muerte. Las otras dos teorías en realidad fueron derivadas de la original y —se levantó de la silla—, te la contaré en otro momento, sobre cómo, fui creado.

—¿En otro momento, por qué?

Edward se dio la vuelta, clavando su mirada en una persona que los observaba desde el otro lado de la calle, con unos binoculares, a través de la persiana de la cocina-comedor.

—Julieta, creo que tu vecino, es alguien muy interesante. Quiero conocerlo.

Noche de bodas #PGP2024 [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora