Capítulo XIX : La vida te da sorpresas II

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Tomó a Natalie de la mano y caminaron a sus asientos, dejé que Daniel me abrazara y caminamos detrás de ellos, nos sentamos a su lado, Daniel junto a Jai, yo quedé en una esquina y miré el campo de juego, no tenía idea de lo que estaba pasando ahí pues mi mente era incapaz de procesar lo que mis ojos estaban viendo, pero tenía que tratar de distraer mi mente y alejar aquellos pensamientos, o al menos parecer que estaba entretenida viéndolo .

No sabía que iba a pasar ahora, era un hecho que el juego entre él y yo había terminado, las dos primeras reglas estaban quebrantadas totalmente, la tercera ya no importaba, era la más difícil de romper.

Los minutos pasaban lentamente, cada vez que detenían el reloj en el juego mi corazón se detenía porque eso extendía la agonía de estar ahí, a tan solo un asiento de distancia. Estaba a punto de pedirle a Daniel que nos fuéramos, pero la parte masoquista de mí no quería irse, lo más probable es que fuera la última vez que lo viera y quería guardar esos recuerdos, su sonrisa natural, tan encantadora como retorcida, sus gritos por la emoción del partido, era un chico normal, que disfrutaba de la vida.

Cuando los Gigantes anotaban ,Natalie lo abrazaba emocionada, se sentía una conexión especial entre ellos y por un momento deseé ser ella, yo conocía al amante, pero ella conocía al hombre y era afortunada por eso, no estaba limitada a ninguna regla y disfrutaba de ambas facetas, la sonrisa en su rostro me lo demostraba y yo sabía perfectamente lo que aquel dios te hacía sentir en la cama. Sentí que iba a romper en llanto y fui al baño otra vez.

Me moje de nuevo la cara, no podía llorar, no debía, había sido una aventura que no podía tener un final feliz, quise jugar con fuego y me queme, ¿Por qué me afectaba tanto que tuviera novia?, yo tenía de nuevo Daniel junto a mi y a Jai parecía no importarle lo más mínimo que estuviésemos bajo las mismas condiciones .

"La vida es un equilibrio y no podemos ir en contra de eso"

¿Acaso a eso se refería?, ¿Él y yo estábamos buscando un equilibrio en nuestras vidas amorosas? Suspiré apoyada en el lavabo, después salí del baño y me acerque a la mesa a servirme otro zumo

-¿Disfrutando del partido?- Susurró en mi oído erizando mi piel, pero ¿Qué pretendía?-

-No tanto como tú- Respondí sin mirarlo aún dándole la espalda tratando de calmar los latidos de mi corazón-

-¿No te emociona tanto porque tu novio no esté en el terreno de juego?- Me giré a verlo más que sorprendida- Él me conto que jugaba cuando iba en la universidad-

-¿De dónde lo conoces? Supongo que dadas las circunstancias te puedo preguntar lo que quiera-Dije dándome la vuelta para enfrentarlo, pero deje una mano en la mesa y la otra me la puse en la cintura-

-Hacer un par de semanas cerrando un negocio-Dijo sonriendo, quizá por mi comentario anterior-Por cierto, es muy talentoso en temas de expansión internacional ... y ya veo que para otra cosa también- Agregó poniendo su mano en la mesa y rozando la mía, pero yo la retire nerviosa-

-¿Por qué me llamaste en la tarde?, no me digas que no sabías que vendrías aquí-

-No pensaba hacerlo- Puso su pie pegado al mío, podía oler su aroma de nuevo entrando por mi nariz - Pero, en vista de que no estabas disponible, no tuve otra opción, jamás me imaginé que tu compromiso
fuera este-

-La vida es un equilibrio- Dije irónicamente- No me la paso teniendo sexo todo el día- Agregué un tanto
seria-

-Yo tampoco- dije muy sonriente- Aunque... con cierta "desconocida" de cabello marrón con la que estuve toda la noche del viernes- Se acercó a mi oído- si podría- Agregó en tono sensual disparando
todos mis sentidos-

¿Estás libre esta noche? (Jai Courtney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora