¿Estás libre esta noche? (Jai Courtney)

Capítulo XXVI : Perdiendo el control

-¡Daniel!¡Aura! ¡Que gusto volver a veros! - Exclamó Natalie alegremente- Malvado, no me dijiste que los habías invitado- Se giró hacia Jai dándole un golpecito en el hombro-

-En realidad no sabíamos que ustedes estarían aquí, Jai me prestó la casa por el fin de semana-Respondió Daniel mirándolo como pidiendo una explicación-

-¿Qué no era el próximo fin de semana? - Exclamó
Jai serio y confundido-

-Bueno hay suficiente espacio para los cuatro y así será mucho más divertido- Agregó entusiasmada
Natalie casi brincando-

Yo simplemente no podía decir nada, estaba estupefacta tratando de procesa la información en mi mente, el shock había sido más grande a cuando me lo tope en el estadio y lo que más me había molestado era haberlo visto tan feliz con Natalie,
¿Cómo podía decir que no era su novia si parecía todo lo contrario? Lo único que atiné hacer fue agarrar a Daniel del brazo para sacarlo de la casa mientras le daba mirada de odio a Jai que nos veía seriamente.

-¿Él fue quien te presto la casa?-Pregunté molesta-

-Si- Respondió parándose frente a mí-

-No podemos quedarnos aquí, busquemos un hotel, al fin estamos a diez minutos del centro de las
Vegas-

-Pero nena, ¿desde cuando eres tan antisocial?-

-¿Nena?- Pregunté extrañada olvidando por un segundo el origen de la pelea-

-Dije Aura por el enfado ya ni me escuchas bien-

-Te escuche perfectamente bien y me dijiste nena,
¿Desde cuándo me dices así?-

-Yo se porque fue la confusión- Exclamó ignorando mi pregunta- Es que primero le había dicho que vendríamos el siguiente fin de semana, pero como tengo que ir a San Francisco en esa fecha le cambie el día a la mera hora, fue mi culpa Au, perdón- Se acercó y puso una mano en mi mentón- Pero, no podemos hacerle el feo de irnos cariño, Jai ha sido muy amable conmigo, además se ve que a Natalie le caes muy bien, como aquel viaje que hicimos con Andrea y con Mike-

Una punzada se plasmaba en mi pecho al escuchar aquellos nombre. Tercero de carrera. Los únicos amigos que tenía , aunque fuesen por parte de Daniel. Ella me odiaba o al menos eso me hizo pensar cuando poco tiempo después de aquellas vacaciones me enteré que le había estado incitando a dejarme por otras mujeres. Cosa que se quedaba en Daniel besando o acostándose con aquella mujer (no quise saber todos los datos de aquella de las tantas infidelidades), pero nunca dejándome.

-Pero, se suponía que la razón de este viaje era para estar solos tú y yo- Respondí apartando aquel recuerdo-

-Y lo estaremos cariño ¿A caso crees que ellos no querrán estar solitos también?- Respondió guiñándome un ojo- Anda no seas así, serían tres dias-

Sentí como se me revolvió el estómago con la insinuación, la escenita de la cocina estaba muy fresca en mi mente y no quise ni pensar como hubiera terminado si no hubiésemos interrumpido.

Daniel me dio un ligero beso en los labios y escuchamos que alguien carraspeaba, volteamos, pero él seguía sosteniendo mi mentón.

-Perdón, no quise interrumpir, la cena esta lista, pasen y después vemos como nos acomodamos- Comentó Natalie desde el umbral de la puerta, Jai estaba detrás de ella con una mirada de pocos amigos, como si quisiera fulminar a alguien-

-Gracias Natalie, pero nosotros acabamos de comer, además supongo que ustedes querrán cenar solos, creo que será mejor que Daniel y yo nos vayamos a un hotel- Dije separándome de él, pero entrelace mi mano con la suya-

-De ninguna manera, el que se confundió fui yo, los que debemos irnos somos Natalie y yo- dijo Jai abrazándola por la cintura-

-Ou Jai, por supuesto que no, es tu casa, además la culpa fue mía porque primero te dije que vendríamos el siguiente fin de semana y apenas el martes te avise que siempre llegaríamos hoy, yo fui el de la confusión-

-¿Pero por qué quieren irse? - Preguntó Natalie mirando a Jai y después a Daniel y a mi- Aquí hay sitio de sobra y de seguro que lo pasaríamos genial los cuatro- Dió un pequeño salto de emoción , como una niña pequeña mirando a Jai, este solo sonrió de vuelta sin soltar su abrazo y volvió su vista hacia nosotros-

-Yo encantado, esta es como vuestra casa y Natalie tiene razón, no veo ninguna razón para que no podamos pasar bien los cuatro- Respondió mientras chocaba la mano con Natalie-

-Yo tampoco le veo el mayor problema, es que tenía la ilusión de que estuviéramos solos ella y yo-Comentó Daniel dándome un beso en la comisura de los labios-

- No te preocupes por eso, compartirán habitación y Jai y yo podemos usar tapones en las orejas contra el ruido - Dijo en un tono risueña-

-Natalie, pero que cosas dices- Rió Daniel-

Yo aún seguía un tanto seria, negativa hacia la idea de pasar allí juntos, como amigos de toda la vida, Lis cuatro aquel fin de semana. Mantenía mi mirada seria en Jai quien había relajado su rostro y en Natalie quien alentaba aún más a Daniel para quedarse

-Ay, Au,ya todos somos adultos aquí, no tiene
nada de malo, anda, acompáñame a la cocina a terminar la cena- Dijo  Natalie tomándome de la mano que tenía libre obligándome a caminar-

Con dificultad solté a Daniel, yo seguía con el estómago hecho nudos por las muestras de afecto entre ella y Jai y cuando pase a su lado le corrí la mirada furiosa y él desvió la suya. Me excusé con Natalie diciéndole que estaba muy cansada y que mejor aprovecharía para subir a acomodar mis pertenencias.

Cuando salí de la cocina Jai y Daniel miraban la televisión y sostenían una copa cada uno, solo les dije con permiso y subí corriendo las escaleras.

Abrí la puerta de la primera habitación y solo había una maleta que supuse era la de Jai y Natalie, me dieron ganas de arrojarla, por las escaleras, pero sabía que tenía que guardar la compostura, nos quedaban tres largos y tortuosos días que no sabía cómo iba a sobrellevar. En la recamara contigua estaba mi maleta y la de Daniel. Tomé la mía y empecé a desempacar, aún era temprano, pero me metí a la cama, no estaba dispuesta a bajar y seguir presenciando las expresiones de cariño entre Natalie y Jai, no tenía idea si podría evitar hacer una escena de celos que no venía al caso porque también estaba mi novio.