Capítulo XXXVIII : Amor en la piel

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Aun estaba perdida en la sensación del climax que acababa de alcanza, gracias a sus profundos besos en mi parte más intima, cuando tocaron la puerta, miré asustada a Hai y me dio una gran sonrisa y un dulce beso en los labios.

-Yo abro, no te preocupes- Dijo y se levantó del sillón-

Yo me quede ahí sumida para evitar que el repartidor me viera y cuando Jai cerró la puerta me enderecé, tomé mi blusa del suelo y me la puse, aún seguía dándome vergüenza que Jai me viera desnuda y más si el estaba completamente vestido.
P la pizza en la mesa del comedor mientras yo me levantaba y caminaba.

-¿A dónde vas cielo?-

-A ponerme algo encima-

-¿Para qué si te lo voy a quitar?-Preguntó divertido y sensual-

-¿Para qué si te lo voy a quitar?-Preguntó divertido y sensual-

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-Bueno, no voy a comer desnuda mientras tú estás vestido.-

-Eso se arregla muy fácil, ahora me quito la ropa-

-No te atrevas, eso es algo que quiero hacer con mis propias manos-

-Uy, siendo así, no moveré ni un dedo y obedeceré-

Le sonreí y entré a mi habitación, me puse una camisa larga y amplia, aproveché para ver lo que realmente me interesaba, el calendario, no quería llevarme una sorpresa, no estaba preparada para una responsabilidad tan grande y menos sin planearla, además aun no sabía exactamente el rumbo que tomaría la relación con Jai, así que para que tomar riesgos innecesario, solo esperaba que estuviera preparado como siempre si resultaba que estaba en uno de esos días peligrosos para tener relaciones sin protección.
Afortunadamente no lo estaba, y me hice una nota mental de llamar al día siguiente al ginecólogo para sacar una cita.

Salí y me senté a lado de Jai, que estaba en el sillón mirando el televisor, me dio un pedazo de pizza y él tomo otro. En eso pasaron un sensual comercial de Alex y Lina donde anunciaban una marca de preservativos que de inmediato reconocí.

-¿Seguro que no eres el dueño de la empresa?-

-No, cuando hicieron el anuncio, parte de su pago fue en especie y como Alex no los necesita porque está casado, me los regalo a mí.- Sonrío-

-Ahora comprendo porque siempre estás preparado-

-Y vieras el dinero que me ahorré- Respondió divertido-

Terminamos de comer y fuí a lavar los platos mientras él veía el noticiero. Regresé y me senté en sus piernas de nuevo, él me abrazo de la cintura y yo recargué mi cabeza en su hombro, comencé a darle pequeños besos en el cuello y él suspiro, fui desabrochando su camisa y apagó el televisor, me cargó y me llevó a mi habitación , cerró la puerta con su pie y me colocó en la cama, yo me hinqué y terminé de quitarle la camisa, le besé el torso en tanto le desabrochaba el cinturón y el pantalón, lo bajé igual que su bóxer, entonces él me detuvo.

¿Estás libre esta noche? (Jai Courtney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora