Capítulo XXI :Rompiendo las reglas II

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Me quedé observándole unos instantes mientras mi cerebro parecía buscar que hacer. Volvía a tenerle frente a mi, esta vez ambos solos. Su voz en francés era aún más sensual.... Aquello me había puesto realmente nerviosa.

-¿Vienes sola?- Preguntó rompiendo el silencio nuevamente-

-Con mis padres- Sabía que no me preguntaba por ellos precisamente-

-¿Daniel?-

-En San Francisco. Una reunión- Subí mis hombros negando con la cabeza-

-Vaya... Hombre de negocios- Asentí simplemente restándole importancia- Siempre pensé que un inversora en bolsa, casi dueña de una empresa estaría más ocupada que solo un simple publicista-

Aparté mi mirada de él mientras cerraba los ojos unos instantes buscando calmarme. Yo también pensaba aquello. Pero jamas lo había expresado en voz alta... ni nada de mi alrededor... Por primera vez sentía que alguien había sabido lo que pensaba...

- Iré a por una copa- Aquella idea aún seguía siendo meditada por mí y no quería hablar de aquello-

Por lo que guarde mi teléfono en mi bolsillo del pantalón y me metí dentro de la fiesta, buscando algún mesero con las bandejas llenas de copas. Divisé uno a lo lejos y corrí hacia él, tomé una copa y le di un trago largo

-¡AURA!- Me llamó una voz llena de entusiasmo tras de mi-

Giré mi cabeza encontrándome con Natalie. Sonreí no muy animada a diferencia de ella que enfundaba una enorme sonrisa

-¡Que sorpresa verte aquí! ¿Daniel?- Exclamó abrazándome-

-No pudo venir, está en un viaje de negocios - Respondí al separarnos-

-Ese hombre no cambia- Negó con su cabeza- No sabía que conocías a la familia Courtney-

- Si Bueno... mi padre ha trabajado con Thomas durante años e hicieron muchísima amistad-

-¿No me digas que tu padre es el dueño de Simons Hills?- Preguntó abriendo sus ojos como platos-

Sonreí algo nervioso.

-Eh... Si... Mi padre es Jack Simons... - Esta abrió aún más sus ojos-

-Oh Dios mío... Ya decía que me sonaba tu cara el día que nos conocidos...- Hablaba sorprendida-

-Buenas noches- Dijo Jai parándose a su lado , pase saliva al verlo de nuevo-

-Buenas noches- Respondí haciendo como si no le hubiese visto antes-

-Me alegra que te hayas animado también a venir - Agregó extendiéndome la mano para saludarme-

-Papa insistió- Admití- Felicidades, el salón luce de maravilla-Dije y este no pudo evitar mirándome de pies a cabeza-

-Por favor me gustaría que me prestasen atención - Hablaba Thomas por un micrófono llamando la atención de todos los asistentes . Agradecí nerviosa soltando mi mano de la prisión de la suya-

Me giré para escuchar las palabras de Thomas, este comenzó a hacer un pequeño discurso conmovedor agradeciendo a su mujer por acompañarle durante años en aquel trabajo tan absorbente, a papá por su confianza en él y su amistad, a su familia y amigos.. Hubo un momento en que mi teléfono volvió a vibrar sin parar. Una llamada. Así que tuve que huir de ahí, me metí a la bodega que había lo más cerca de donde estaba. Parecía un lugar tranquilo y silencioso.  Me senté en el sofá, que había en una esquina, tomé el teléfono y vi que este había dejado de vibrar. Había sido una llamada de un número desconocido, por lo que suspiré, de seguro serían nuevamente lo franceses.
Me quedé un rato allí, dejando caer mi espalda en el sofá. Aquella celebración estaba siendo realmente dura para mí a nivel mental... Le tenía ahí en una reunión familiar con amigos de mis padres... frente a mi todo el rato, con su novia. Y sin siquiera disimular. Y aún peor... preguntándome por Daniel...

-¿Cansada o nerviosa?- Escuché que dijo con su hermosa voz-

-Cansada, ha sido una semana muy pesada-Respondí después de aclarar mi garganta, levantando la cara, estaba parado frente a mí, sonriéndome- Esos inversores franceses son...- Miré un Segundo a sus ojos recordando las malditas reglas. Por lo que sacudí mi cabeza negando- Da igual...-

-Necesitas relajarte- Dijo poniendo su mano en mi hombro y apretándolo suavemente, ¿Por qué insistía en torturarme?-

-Gracias por el consejo, lo tomare en cuenta- Dije mirando hacía el suelo, conteniendo mi respiración-

-No es consejo- Deslizo su mano por mi brazo- Es una invitación- Agregó y bajó hasta llegar a mi mano que tomo

-¿Estás loco?, afuera hay un mundo de gente, incluida tu familia y la mía y tu novia, no voy a ir a esa habitación arriesgándome a que alguien nos vea-Exclamé tratando de soltarme, pero no lo conseguí-

-La gente está muy entretenida con el discurso, incluida nuestras familias y mi amiga, además jamás mencione subir a la habitación- Dijo mientras me hacía ponerme de pie- hay otros lugares, usemos la creatividad- Agregó apretando mi mano-

-¿Y qué paso con tus reglas?- Pregunté tratando de controlarme-

-Ya son obsoletas, claro que si quieres, se pueden poner unas nuevas-

Comenzó a caminar y no me había percatado que al fondo había una pequeña puerta, la abrió y me hizo entrar. Me di cuenta de que era una pequeña sala donde guardaban cosas para el aseo. Entró y cerró la puerta, quedamos completamente a oscuras, solo se colaba un poco de luz por debajo de la puerta y sentí miedo, la adrenalina estaba subiendo a mi cabeza, pero temía que alguien pudiera abrir la puerta
Sentí sus manos en mi cintura, atrayéndome a su cuerpo y su boca besándome desenfrenadamente, con hambre y le correspondí de la misma forma, había extrañado tanto esos besos, aunque este era más intenso, mi cuerpo de inmediato se encendió, ese hombre era mi perdición. Subió lamiendo mi lóbulo de mi oreja, mientras una de sus manos apretaba mi nalga por encima del pantalón , un jadeo se me escapó , su cuerpo estaba reaccionando de la misma forma que el mío. Mis manos se movían hacía su pantalón para desabrochárselo, las suyas fueron aún más rápidas que las mías, alcanzando el broche de mi pantalón mucho antes y alcanzando mi ropa interior , comenzó a bajarlo, le ayudé a deshacerme de todo con las piernas

Me recargué en una especie de estantería y sus dedos se dirigieron a mi parte intima que comenzó a frotar en tanto yo lograba por fin desabrocharle el pantalón, se lo bajé un poco al igual que su bóxer y acaricie su erección. Segundos después, él se separó lo necesario para ponerse el condón, mientras yo sentía mi respiración agitada. Sentí que colocaba su miembro en la entrada de mi sexo y yo subí una pierna y la coloque en su cadera. El me ayudo, poniendo su mano en mi muslo mientras lo sentía entrar en mi con fuerza, me mordí el labio para no gritar, él se movió en mi interior ávidamente y al mismo tiempo me besaba para silenciar los gemidos que no podíamos reprimir, mis manos estaban aferradas a su espalda por debajo de la camisa que había desabrochado a la mitad. Rompimos el beso para respirar

-¿Me extrañaste?- Susurré con la voz entrecortada-

-No tienes idea cuanto - Respondió en mi oído con su voz distorsionada-

-Muéstrame que tanto- Añadí apretando su
espalda-

El acelero más sus movimientos mientras lamía mi cuello, yo seguía aferrada a su espalda y la acariciaba, el me apretaba el muslo y su otra mano estaba en mi cintura, volviendo a besarnos ansiosamente, después nos separamos y lamí su cuello

-Te extrañe tanto Aura - Susurró en mi oído mientras seguía moviéndose en mi interior-

-Repítelo- Pedí vuelta loca porque había pronunciado mi nombre-

-Te eche muchísimo de menos Aura...-

En su boca fue como música para mis oídos, sentí como una intensa corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo al llegar al éxtasis total y ahogué el gemido en su cuello.

Yo también te eche de menos... Jai- En ese instante sentí como llegaba él también al orgasmo mientras me besaba con fiereza para evitar gritar-

Después se separó de mis labios y puso su cabeza en mi hombro sentí su tibio aliento en mi piel y lo sujeté con más fuerza, su miembro seguía dentro de mí y él me abrazó fuertemente tratando de controlar su respiración al igual que yo.

¿Estás libre esta noche? (Jai Courtney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora