Cristiano cerró su laptop y se deshizo de sus anteojos. Después de haber estado todo el día enfrente de esa maquina terminando de verificar un montón de documentos al fin podría irse a casa a descansar.
Su alfa ronroneo por eso, saber que iría a su hogar y vería al pequeño omega, a su omega después de tantas horas, lo hacía desbordar de alegría.
Abandonó el lugar a pasos apresurados ignorando a todo aquel que se dignara a dirigirle la palabra, una vez dentro de su auto simplemente se dispuso a conducir hacia su hogar.
Tenía ansias ganas de envolver al pequeño cuerpo de su novio con su fornida figura mientras se impregnaba de su esencia, de él. La espera se le estaba haciendo tortuosa y cuando por fin se encontró enfrente de la gran mansión se adentró esperando ser recibido por los brazos de su pareja. Cosa que no pasó, en su lugar había un frío monstruoso y feromonas que emanaban tristeza por todo el lugar, su corazón se aceleró escuchando como su lobo demandaba por su omega, que se apresurará a encontrarlo; con temor de que se encontrara lastimado o quien sabe en qué estado, comenzó a buscarlo por cada rincón.
En todo el día Leo no se comunicó con el y apenas vino a darse cuenta.
Así que lo intento, comunicarse con el omega a través del lazo pero fue en vano, pues no hubo tal respuesta por parte del castaño.
Bajo a pasos desesperados las escaleras después de revisar cada lugar habido y por haber de la casa.
Retrocedió a pasos cortos, trataba de pensar y de pronto sintió su pie chocar con algo, se dio vuelta encontrándose con un bulto de sábanas debajo de un mueble. Quito la primera capa y se encontró con el pequeño cuerpecito de su novio hecho bolita, durmiendo. Sintiendo por fin un poco de paz y tranquilidad alojarse en su corazón, se agachó a la altura procediendo a dejar pequeñas caricias en las mejillas que se encontraban húmedas, por lo que dedujo de inmediato que su precioso había estado llorando, eso explicaba el terrible olor a tristeza que inundaba el lugar.
—Leo, bebé... Ya estoy aquí.— Deposito un casto beso en la comisura de sus labios—despierta amor mío—Sacudió un poco su cuerpo hasta que lo vio removerse en el lugar y escuchó ronronear contra las sábanas, mientras abría de a poco los ojitos, revelándole esos bonitos orbes avellana que amaba con toda su vida
Cristiano lo tomo en brazos sin tanto problema, acunándolo como si fuera un cachorro
—¿Qué haces acá precioso?— Hablo bajo para no asustar al omega recién levantado—No pude comunicarme con tú lobo, me tenías muy preocupado.
—Lo lamento alfa, no fue mi intención.—Su voz se escuchaba apagada, rota, eso provocó que a Cristiano se le encogiera el corazón
Dejó salir sus feromonas envolviendo al pequeño cuerpo en sus brazos—¿Por qué estás triste?— El omega negó rápidamente y una risa sin gracia escapó de sus labios —Toda la casa apesta a tristeza y puedo verlo en tus ojos, no puedes negarlo.— Sus labios se abultaron formando un bonito puchero, los ojos se le pusieron vidriosos, las mejillas rojitas y gruesas lágrimas le mojaban las pestañas hasta caer en sus cachetes
—Porque m-me duele, duele mucho.— Lloriqueo aferrándose a la figura del mayor
—¿Te duele? ¿Qué te duele?— Cuestiono con el ceño fruncido, escuchándose preocupado, esperó una respuesta antes de ser imprudente y llamar al doctor en vano
—Aquí.— señaló su vientre
Cristiano sonrió ligeramente—Sabrán los dioses que habrás comido entonces, de seguro demasiados dulces.—lo miro aún con ese tierno puchero en sus labios —Llamaré al doctor si así lo deseas.—Se encargo de besar sus mejillas
—No. Duele duele... necesita un cachorro.—Escuchándose roto—Mi omega lo necesita, lo anhela, danos un cachorro.—Sentía su estómago revolverse con la simple mención de la palabra, a él le encantaba complacer los caprichos de su pequeño pero esto era como cuando ibas con tus padres al súper y les pedías un juguete, te decían que lo dejaras allí y después regresarían por el, nunca lo hacían. La diferencia era que Leo no era ningún niño ingenuo y no iba a descansar hasta obtener lo que quería
—Amor, ya hablamos sobre esto.— Suspiro apartándolo de su cuerpo —Nada de cachorros, lo acordamos desde el primer día
—No, yo no acorde nada, nunca estuve de a cuerdo.—reprochó de brazos cruzados, manteniendo el tierno gesto en su cara, con las cejas fruncidas. Aunque sabía que Cristiano tenía razón, fue algo de lo que hablaron antes de formalizar su relación
—Lo estuviste.—acarició una de sus mejillas—Dijiste que respetabas mi decisión de no querer hijos, que no te molestaba, ¿mentiste?
—¡Ya no!—se mordió los labios—No puedo contra esto, las ganas que tengo de llevar a tú hijo en mi vientre, de cuidarlo y llenarlo de amor. Mis ganas de formar una hermosa familia—Cristiano lo escucho sollozar
— Ya somos una hermosa familia bebé, tú, yo y nuestro cachorrito hulk — Rodeo nuevamente el diminuto cuerpo en un cálido abrazo, dejando de lado los reproches — No necesitamos un bebé para ser felices
El castaño entre cerró sus ojitos y finalmente asintió ligeramente después de soltar un bostezo
Cristiano lo beso en la mejilla y sonrió, lo tomo en brazos para cargarlo y llevarlo hasta su habitación, lo acostó colocándose a su lado despejando su rostro de los finos cabellos
Arrullo con canciones de cuna, mirando cómo el omega se movía sobre el colchón tratando de acomodarse, Leo cerró por completo los ojos después de acurrucarse a un costado del alfa, cómodo por las feromonas que desprendía el gran cuerpo
Cristiano suspiro. En algunas ocasiones se detenía a pensar que su omega se asemejaba mucho a un cachorrito, igual de revoltoso, caprichoso y sensible, además de que su olor natural era a leche y miel como el de uno.
Tal vez un castigo impuesto por los dioses, pues aunque no tenía hijos lo tenía a él, con quien esperaba pasar el resto de su vida
Era muy irónico, imaginarse a su bebé haciéndose cargo de otro, totalmente lindo pero aterrador a la vez, solo de imaginarse a el dúo en acción se le ponía la piel chinita
Negó para si mismo y regresó su atención al omega que ya se encontraba más tranquilo en brazos de morfeo
Cubrió al omega con una manta y bufó, en el fondo, a el también le gustaría darle un bebé a Leo y así formar una familia más completa pero el miedo de no saber controlarlo y perder la paciencia pudiendo lastimar a su hijo le aterraba. Pues si algo odiaba eran los desastres, siempre lograban sacarlo de sus casillas y es exactamente lo que los niños son; solo desastres, suciedad y muchos muchos problemas
Porque incluso le daba miedo lastimar a Leo. En ocasiones perdía por completo el control y terminaba gritándole, haciéndolo llorar. Algo que detestaba totalmente, verlo sufrir, más si era por su culpa, era un punto demasiado bajo para el
Suspiro mientras se tallaba los ojos, poniéndose de pie, aun seguía con su traje puesto. Estaba estresado, tenso por la enorme cantidad de trabajo que todavia esperaba por él. Antes de abandonar la habitación dejó un beso de buenas noches sobre los labios de su novio
Nuevamente seria una larga noche.
N/A: Llevaba mucho tiempo queriendo escribir sobre esto dos jeje
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¡Espero que les haya gustado! ♡
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A Baby Please |Cristessi|
FanfictionAU| Cristiano odia a los niños y Messi se moría por formar una familia con muchos de ellos. Ó Donde Cristiano tenía que lidiar con su novio paranoico por concebir un bebé. ⁀➷ No copias ni adaptaciones ⁀➷ Angst & drama ⁀➷ Omegaverse M-preg ⁀➷ Cristia...