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El pelinegro llegaba con algo de buen humor a la empresa tras haber despertado entre los brazos de su dulce ángel quien al igual que él se encontraba igual de feliz pues ahora mismo debía estar partiendo a casa de sus tías quienes vivían con sus padres para visitarlos. Al adentrarse al vestíbulo saludo a todo aquel que se le cruzó enfrente (algo que muy pocas veces hacia) dejando a los pobres empleados confusos y con los nervios alterados.

— Escuche por ahí que el presidente trajo a su Omega el fin de semana, y que de hecho...la pasaron bastante acalorados en su oficina — le dice la mujer a su amiga.

— Yo estaba terminando unos pendientes ese fin de semana — se apresura a decir una chica entre risas —, cuando de repente comencé a escuchar gemidos, pero de esos que solo escuchas en las películas para adultos...el pobre chico se escuchaba bastante destrozado. Creo que hasta siento lástima por él.

Cristiano solo sonríe con incredulidad al escuchar los murmullos, gira su rostro y mira en dirección de dónde provenían las palabras algo innecesarias a su parecer pues en lugar de estar perdiendo el tiempo en rumores y chismes deberían ponerse a trabajar. La mujer que hizo el comentario se tensó al notar la mirada de Ronaldo y se arrepintió casi al instante, pero para su suerte, el Alfa decidió dejarlo así por esta vez dado que estaba demasiado de buen humor como para arruinarlo por un par de palabras fuera de lugar.

Así que solo siguió su camino hasta su oficina. Cuando llego no encontró a Luka en su puesto, lo que se le hizo raro pero le resto importancia y se adentró a su oficina.

Un aroma algo conocido y unos rizos lo sorprenden. Guillermo Ochoa está sentado enfrente de él, en su puesto y de piernas cruzadas.

— ¿Guillermo? — intenta no sonar grosero, lo que le es imposible dado que no le es nada gracioso tenerlo acaparando su asiento que más que nada representaba un cargo y poder enorme en su empresa.

— Señor Ronaldo — actúa arrogante al momento de sonreír y ponerse de pie — Me disculpo por estar ensuciando su asiento, es solo que las otras sillas me han lastimado el trasero.

Cristiano con el ceño fruncido decide simplemente asentir y dirigirse a su escritorio para sentarse —. Supongo que viene por lo del acuerdo — comenta una vez se sienta —, aunque no me imaginaba tenerlo por aquí tan temprano.

— Espero no ser inoportuno, no creí que fuera necesario avisar — lo mira mientras habla —. Tengo un par de compromisos después, así que se me hizo más fácil venir temprano que correr el riesgo de quedarle mal.

— No lo es, de hecho es perfecto ya que tengo una reunión con unos viejos socios programada para las 10 am y desconozco su duración.

Guillermo sonríe — Entonces... para no hacer más larga esta pequeña reunión, le daré una respuesta acerca del acuerdo que me presentó hace dos días —hace una pausa dramática antes de proseguir, Ronaldo se mantiene neutro y todavía con la ceja levantada —. He tomado la decisión de aceptarlo...usted obtendrá el 60% de las ganancias, mientras que nosotros nos conformaremos con el 40%... así que, creo que con esto es un si definitivo para que prosigamos con esta alianza. — termina.

Cristiano alarga un suspiro antes de curvar sus labios en una pequeña sonrisa —Me alegra que haya optado por aceptar el acuerdo y así no tener que acabar con el legado que nuestros padres han dejado. No se arrepentirá, CEO Guillermo.

— Oh...créame que yo jamás me arrepentiría, soy consciente de que es lo mejor para su empresa y mi compañía —enfatiza con una sonrisa grande.

— Entonces solo hay que firmar los papeles y será oficial. — saca una carpeta azul y se la entrega a Guillermo — Allí está todo, aunque se que ya lo leíste, puedes tomarte tu tiempo para volver hacerlo — se levanta —. Yo ahora vuelvo, no me tardo, tengo que averiguar en dónde esta Luka...

A Baby Please |Cristessi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora