O13.

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Leonel piensa que si sigue de esa manera quedará tan regordete como una ballena.

Y eso solo era culpa de los anticonceptivos. Porque los había cambiado y sus hormonas parecieron ponerse en rebelión pues le estaban jugando en contra y dejando tan gordo como un rotoplas. A pesar de que al principio trató de convencerse de que era su idea y no estaba engordando, después cayó en cuenta de la manera menos agradable.

"Mi amor, ¿es mi idea o estás más llenito que antes?"

Claro que Cristiano se arrepintió al instante de soltar aquel comentario, pues solo se ganó un golpe en el pecho y el llanto incontrolable del Omega, que si bien ya estaba bastante sensible por las hormonas que se le dispararon como bombas.

Estaba en su habitación.

Sintiéndose triste y frustrado. Triste porque estaba engordando y frustrado porque todavía seguía descansando en ese nido tan incomodo. Su bonito castillo de ropas estaba todo atorado y revuelto por doquier.

Soltó un pequeño suspiro desesperado cuando escuchó el crujir de la puerta.

—Lo siento bebé. —el alfa se asomó por el marco de la puerta, era la doceava vez en tres días que se disculpaba con Leonel por haberle dicho que estaba subiendo de peso.

—Tus disculpas todavía no son aceptadas, vete. —se negó de brazos cruzados, con una mueca dura y la mirada decidida.

—Pero...ya me canse de dormir en el sillón, vamos perdóname, yo jamás quise hacerte sentir triste y mucho menos feo mi amor. —le explica haciendo lo más parecido a un puchero con los labios, trataba de ingresar a la habitación, pero solo se ganó un gruñido por parte del menor.

—No alfa bobo, ahora sal de mi habitación.

— ¡Nuestra habitación! —exclama el mayor indignado

—Era nuestra habitación hasta que decidiste llamarme gordo.

—Espera, yo jamás te dije gordo — bufa mirándolo — solo que vi ese cambio tan repentino en tu cuerpo y tal vez, no se... —Cristiano rasca su nuca —. Tal vez creí que estabas ya sabes, creí que estabas embarazado. —termina. El cambio drástico en la expresión del Omega es digna de un espectáculo de circo.

— Ah, Cris. — ríe burlón.

El mayor alza los hombros —Tienes cambios de humor tan insoportables últimamente y yo investigo sabes, no porque me la pase metido en la empresa me desinformo, son síntomas de embarazo y tú has estado tan raro y obsesionado con tener un bebé, además también te has vuelto un Omega muy adicto al sexo. Follamos cada qué hay oportunidad y no usamos codón... Carajo, Leo, el punto es que me tienes cabreado con todo eso y por un momento creí que habías logrado tu cometido de embarazarte.

—¿Eso te hizo sentir enojado? —Leonel pregunta curioso

—¿Qué? ¿Enojado? —Cuestiona de vuelta alzando una ceja —Por supuesto que no bebé, no me sentí enojado mientras tenía mis dudas, jamas. —Niega rotundamente

Leonel asiente antes de volver a hacer otra pregunta: —¿Y si de verdad lo hubiese estado? ¿Si hubiese estado embarazado, te sentirías enojado conmigo o querrías dejarme? —Muerde su labio inferior ansioso —¿Tú me dejarías?. —Susurra cuando el alfa toma asiento junto a él en el nido

—No...dioses, claro que no te dejaría si estuvieras embarazado, amor mío —Cristiano niega —Aunque un bebé no esté todavía en mis planes de vida, estaría feliz por ello, claro que si lo estaría. —Acaricia la mejilla del omega con su pulgar, Leonel se unta ronroneando contra su mano —Porque sería nuestro bebé y seguramente saldría tan hermoso como tú. Aunque...si me vomita, créeme que lo doy en adopción. —Se ríe escandalosamente al terminar

A Baby Please |Cristessi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora