OO8.

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Leo abrió la puerta emocionado. Sus feromonas estaban esparcidas por toda la enorme casa

Ni si quiera lo dudo cuando tuvo que cargar a su sobrino. Junior lo miraba con tristeza, estaba desconcertado por tener que separarse según el, un largo periodo de su bebé

—Puedes dejar la maleta en el sofá, Cris va a subirla después.— Mencionó con una sonrisa a lo que el alfa asintió con simpleza

—¿En verdad, está bien que Davi se quede aquí?—Junior preguntó en un susurro al mayor, mirando igualmente al alfa de cabellos pelinegros que parecía muy perdido en sus propios asuntos en la computadora

—Claro, está así por la empresa, aunque realmente la idea no lo entusiasma del todo.— Dijo con una mueca en los labios—Dice que está bien.

—¿Será por qué no le quedo opción?

—Tal vez, sabe que si se negaba no se le iba acabar nunca.—Soltó una pequeña risa. Leo era manipulador en ese sentido y le gustaba mucho aprovecharse de lo molesto que le resultaba a Cristiano verlo de esa forma, triste, igual en algunas ocasiones no funcionaba y terminaba haciendo lo que el alfa imponía, siempre engreído

Junior le acompañó igual con una risa ligera

—No es como que yo quiera irme, odio pasar tiempo con la familia de Kylian. Si su madre no estuviera enferma me hubiera quedado para hacerme cargo de Davi y no tener que molestarlos.

—Está bien, es algo que no puedes controlar y para nada es una molestia tenerlo aquí.

—¡Junior, vamos cariño, se nos hace tarde!— Kylian grito desde el auto, un gesto de inseguridad se formo en el rostro del menor quien todavía no quería despegarse de su polluelo

—N-nunca he pasado más de una hora sin el.— Leo abrió la boca con sorpresa y se acercó para abrazar a su amigo con sumo cuidado de no aplastar al cachorro

—Davi estará bien con nosotros, solo serán dos días, anda que Kylian va a bajar y te arrastrará a la fuerza.—Sonrió ladino

Junior asintió con nostalgia y dejó un beso en la frente chiquita de su hijo junto a un par de dulces palabras que solo él y la pequeña criatura escucharon

—¡Nos vemos!—Junior se despidió de la pareja y de su bebé antes de abandonar la casa

Leonel cerró la puerta después de decir adiós, se dio la vuelta para recargarse sobre la misma alzando un poco la cabeza, solo para encontrarse con la curiosa mirada de Cristiano.

—Ahora empieza tu entrenamiento como padre. —Leo bromeó dando un paso al frente

Cristiano negó con una mueca sarcástica

—Hablo en serio, no creas que solo yo voy a cuidarlo, tú también me ayudarás.

—¿Se supone que me haré cargo de algo que en primer lugar yo nunca acepté?—Le cuestionó levantando una ceja

—No es un algo Cris, es tu sobrino, tiene nombre y apellido, y me ayudarás a cuidarlo, no lo discutiré. —Leo intento sonar lo más serio posible

—No te sale.

—¿Qué cosa?—Tomó asiento a su lado

—Imponerme algo, solo haces que me ría de ti amor.—La risa burlona que soltó después hizo que el omega se sintiera molesto—Eres tan tierno que no puedes si quiera permitirte enojarte conmigo, así que darme ordenes te queda muy corto.

—¿Me estás subestimando?—Leo cuestiono en un tono más grave de lo normal

—¿Y qué si lo hago?, ¿Me obligarás a darle mamila a esa bola de pelos?

A Baby Please |Cristessi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora