ONE LAST KISS | Stan Marsh °

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Odio los viajes en auto, mi trasero literalmente queda cuadrado de las horas que estoy sentado junto a mis hermanos. ¿Lo peor de todo? Que siempre me toca el asiento del medio, ojalá haber nacido primero, así no tendría que ser el del medio. 
Otra cosa que odio de estos viajes es mi padre. Nunca hace paradas, la última vez me hice pis encima y mi hermano no para de molestarme con eso. 

—¿Podemos frenar? Necesito ir al baño— Pregunte irritado. 

—Aguanta, ya llegamos.—Respondió mi padre algo cortante. Suspire levemente antes su reacción y me recosté hacia atrás. 

—Eso lo dices tú por qué la última vez no te hizo pis a ti. —Se burló Liam, mi hermano mayor. Molesto, le di una pequeña colleja para que se callara. 

—Van a despertar a Camile. Miren por la ventana y hagan silencio.—Dijo enojada mi madre. Rodé los ojos molesto y me dediqué a mirar la ventana. 

A lo lejos pude ver un pequeño cartel, estaba algo desgastado, así que no podía leer demasiado lo que decía. El cartel estaba cubierto de nieve, igual que los costados de la carretera. Al acercarnos cada vez más a este se podía dejar ver unas pequeñas casas, algo... ¿Humildes?

Ciertamente, no estaba acostumbrado a vivir en lugares como este. En New York, solíamos vivir en el Penthouse de uno de los edificios más prestigiosos. No me agradaba para nada mudarme, vuelta en Nueva York, yo tenía amigos y una novia, tenía una vida. 
Era consiente de que nos mudábamos por problemas de dinero, no por decisión propia. Pero aun así, tenía el derecho de estar enojado. 

—Aborto fallido, baja que ya llegamos.— Liam hablo sacándome de mis propios pensamientos. Mire a mi costado para levantar a Camile, pero pude ver que Liam ya la tenía recostada en su hombro. 

La casa era algo extraña. Tenía dos pisos, un ático, estaba pintada de rojo y había un pequeño jardín en el frente. Ciertamente, se veía más grande que las casas que estaban junto a esta, era más grande. 

—¿Por qué nos teníamos que mudar?—Me queje recogiendo mi maleta. 

—Ya te dije que si nos mudábamos a un lugar como este, íbamos a parecer ricos de nuevo.—Respondió mi madre bajando algunas cajas. —Además, tenemos familia aquí, no te vendría mal visitarla.— Ignore el comentario de mi madre y simplemente entre a la casa. 

Al entrar pude ver que esta ya estaba amueblada. Sin prestarle atención, subí rápidamente al piso de arriba para apropiarme de la habitación más grande. Liam vino corriendo atarás mía empujándome para llegar antes. Al ver que estaba ganando acelere el paso, pude ver la habitación al final del pasillo, así que tackle a Liam y salte hacia la habitación para llegar primero. Sentí como mi cuerpo de pegaba contra el alfombrado piso de la habitación.

—Mierda.—Fue lo único que dijo Liam antes de levantarse. Me reí algo adolorido por mi caída. 

Deje mi valija en el piso de la habitación. Baje las escaleras para encontrarme con mi madre, la cual estaba desempacando algunas cosas. 

—¡Charlie!—Llamo mi madre.  —La casa de al lado es la de Wendy, ¿Porque no vas a visitarla mientras nosotros acomodamos el resto? Liam irá contigo. —Termino de hablar ella. Asentí levemente y salí por la puerta principal. 

Hacía algo de frío y todo estaba nevado, en eso me hacía acordar un poco a Nueva York. 
Al salir, pude ver un grupo de tres niños mirándome. Algo extrañado, mire a Liam el cual ya estaba acercándose a la casa. Bufe molesto ya que no me espero, y acelere el paso para no quedarme atrás. Mi hermano tocó el timbre dos veces antes de entrar. Mi tía, la Sra Testaburger abrió la puerta. Al vernos pude notar una cara de sorpresa en su rostro, al parecer no sabía que llegábamos. 

—¡Charlie, Liam! Pensaba que venían mañana.—Dijo ella abrazándonos a ambos.—Pasen, pasen. Wendy está en su habitación, Charlie. Puede subir si quieres.— Sonreí levemente y subí al piso de arriba. 

Todas las puertas estaban cerradas, pero un en específico tenía un cartel en la puerta. Reconocí el papel porque era un póster que Wendy tenía en su puerta desde chica. Entre en esta sin tocar, pero al entrar pude ver a Wendy junto a un chico pelinegro besándose. Apenado por la situación me paralicé levemente. 

—Mierda...—Fue todo lo que pude decir al ver la escena. Ambos chicos se separaron al escuchar mi voz. —Debería aprender a tocar la puerta.— Dije riéndome de la situación. Wendy se levantó de la cama y rápidamente se acercó a mí para abrazarme. 

—¡Charlie! Dios mío, te extrañé mucho.—Dijo ella sin separarse de mí. Pude notar la mirada del chico fulminándome, algo que me hizo gracia, así que decidí seguir un poco el juego.

—Yo también te extrañé mucho, siempre la pasábamos tan bien juntos que era difícil no pensar en cuando te volvería a ver. Sabes que siempre te quise mucho.— Wendy rio levemente y se separó con una sonrisa. 

—Tengo tanto que contarte, Char. Me alegra que te mudes aquí.— Dijo mi prima. Pude ver como su aparente novio se levantaba de la cama también.

—Debería irme, Wendy. Nos vemos mañana.—Dijo molesto el chico de gorra azul. Wendy se acercó y le planto un pequeño beso antes de irse.

—Suerte—Dije algo apenado, esperaba otra reacción de su parte.

Mire por la ventana y pude ver al grupo de tres chicos aun mirando a la casa.

—¿Quiénes son esos?—Pregunte curioso. Wendy se acercó a ver por la ventana y suspiro al ver al grupo.

—Son los amigos del chico que viste recién El gordo es Cartman, el pelirrojo es Kyle y el de naranja Kenny.—Respondió sentándose en la cama. —Si los ves mañana en la escuela, ignóralos.— Hablo tirándose para atrás. 

—Entendido.—Hable sentándome en el escritorio. 

—Oh, debo pasarte algunas cosas que vimos en clase.—Recordó Wendy levantándose de su cama

—Qué noche más divertida va a ser.— Dije sarcástico. Wendy rodó los ojos y abrió su cuaderno.

—Ten, copia.—Dijo esta. 

—Si señora.—Conteste abriendo el otro cuaderno para copiar.

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Fin del primer capítulo, espero les guste hasta ahora. Déjenme opiniones del primer capítulo ;)

Es algo corto por ser el primer capítulo, pero los siguientes van a ser más largos y con más personajes.