-Tormento-

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La confusión de una nueva sensación siempre es difícil, pero se suponía que no debía ser para mí.

No solo la confusión de un sentimiento puede destruirte si no sabes manejarlo, también la confusión de la contradicción, el no saber si estás haciendo lo correcto. La duda.

¿Es posible saber que es correcto? Quizá lo incorrecto sea lo que te hace feliz, ¿pero es aquello lo que debes hacer?

La confusión es debilidad. Soy débil, me siento débil.

Observo la lluvia frente a mí y no puedo evitar pensar en la similitud que aquellas gotas comparten conmigo. Caen fuertemente, sin miedo al impacto, pero aun así se rompen, porque son frágiles. No quiero verme frágil.
El impacto de sus palabras es tan fuerte que me hace recordar a las gotas. ¿Seré yo la gota?

¿Cómo puedo dejar de sentir algo? ¿Cómo puedo evadir un sentimiento? Ni siquiera estaba seguro de aquel sentimiento. Desde aquella tarde mi mente sueña con la suavidad de sus labios, reviviendo el momento en mi cabeza. No conozco nada de él, pero aun así mi corazón se ponía nervioso al ver su presencia. No debía ser así, no debía ser de esta manera.

¿Es una simple atracción? ¿Es una simple confusión? A lo mejor, solo había disfrutado aquella tensión, esa simple emoción, la adrenalina que me hacía sentir.
Lo odio, odio como me hace sentir eso, odio que yo deba sentir eso. Odio que él se parezca a mí.

¿Cómo podía ser su amigo si mi mente no se permitía olvidar? Sus palabras de confesión, las palabras que el alcohol dejo salir, quería olvidarlas.

Llorar era relajante. Odio llorar.

La culpa era mi tormenta habitual, el sentir como traicionaba a todos los que me querían, la decepción que podía ser. Mi padre, Wendy, Mi madre, mi familia. ¿Qué haría para apagar el fuego en mí? La lluvia no logra calmarlo, porque siempre vuelve a encenderse.
No sé que siento, no sé por qué he nacido de esta manera, quiero esconder el fuego con una manta, pero la manta se incendia, quiero ser algo que no soy, quiero pretender ser alguien que no soy, quiero pretender ser fuerte.

No soy fuerte.

Las nubes son mis pensamientos, la lluvia sin mis acciones y su impacto es mi consecuencia; el fuego son mis sentimientos y todo aquello es una tormenta. Siento una tormenta en mí.

Mis emociones son mi tormento.



ONE LAST KISS | Stan Marsh °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora