Cap. 28: Cuando La Luz No Ilumina

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-Yugi, ¿no quieres responder?.

Alcé con lentitud mi mirada, sin ganas de condrontar a la persona frente a mi, ella se agachó hasta quedar a mi estatura, tomo mis pequeñas manos entre las suyas.

-Yugi, ¿Puedes decirle a la maestra quien te hizo esto es los brazos?, ¿querés hacerlo?-.

Sin prestar mucha atención miré mis delgados y pequeños brazos los moretones y rasguños cubrían gran parte de mi piel.

Simplemente hice una pequeña mueca, aun al verlos puedo sentir el dolor.

-¿Mamá es mala contigo?.

Esa pregunta me sorprendió.

¡¡MAMÁ NOOO!!.

-Me caí jugando- aquellas palabras que salían en un susurro Tímido y mal formado.

Pero sabía que ella lo había escuchado, su cara de preocupación me lo decía. Mientras estaba por formular una respuesta, la puerta se abrió.

Volteó la cabeza al ver a mi madre, con lágrimas en los ojos, ella me abraza con fuerza, casi asfixiandome.

-Mi pequeño hijo, perdona a tu tonta madre. No se dio cuenta antes de tus marcas.

Ella se levantó, mientras me apartaba de los adultos, no entendían las palabras que decían, ni siquiera hice un esfuerzo en entenderlos.

Lo siguiente fue ver como mi madre tomaba mi mano mientras nos dirijamos a la salida, mi mente divagaba, varias veces miré a mamá pero su mirada jamás fue devuelta.

Sin darme suena ya habíamos llegado a casa, al entrar el sentimiento de soledad y miedo invadieron mi mente, pude sentir los brazos de mamá cubriendo mi alrededor.

-Yugi protegió a mamá, estoy muy orgullosa de ti- acarició mi cabello mientras dejaba un beso en mi cien. -Mamá promete jamás volver a lastimarte, lo que hice no estuvo bien.

Otra vez esas palabras.

¿Por cuanto tiempo seguirás diciendo eso?,¿En serio, puedo creerte esta vez?.

La abracé nuevamente, podía sentir como embozaba una sonrisa, suspiré

Tal vez, esta vez sea diferente...

Pasó de nuevo, el primer golpe surgió.

Todo era oscuro, no hay luz en mi alrededor, unas manos se acercaron a mi, sus uñas se enterraron en mis mejillas.

Mis ojos se toparon con los de ella, de repente, el miedo invadió mi cuerpo.

Ella... No era mi mamá.

Un monstruo esta frente a mi, sus ojos llenos de odio, y rencor.

Trangue saliva mientras cerraba los ojos con fuerza, "Todo acabará pronto" fue el único pensamiento que paso por mi mente.

Miré el cielo, está amaneciendo. ¿Cuánto tiempo he pasado aquí?, ¿Cuánto tiempo he esperado aquí?.

Mamá debe estar cansada. ¿Cansada de darme tantos golpes?, tal vez si. Los primeros rayos del sol aparecieron, iluminando mi cara, cerré los ojos con molestia.

Alcé mi brazo para tapar aquella luz. Duele, eso es lo único que pienso, duele mucho; pero no puedo hacer nada. No puedo abandonarla.

¿Por qué no puedo abandonarla?, ¿Por amor? ¿Odio?, ¿Pena?.

¿O por qué tengo miedo a ser abandonado?

No lo sé, no hay una respuesta clara, ya no hay respuestas claras.

Viviendo Con La Muerte//Puzzleshipping//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora