Viviendo Con La Muerte//Puzzleshipping//

Cap. 35: Palabras Que Cortan

Suspiré por décima vez antes de volver a arreglar mi cabello, y alisar cualquier arruga inexistente en mi costoso traje.

Volví a suspirar, tratando de calmar mi acelerado corazón que casi sentir el dolor. Odio estar nervioso, odio tener pensamientos tan horribles donde ocurre algo que pueda arruinar este día.

—Calmate, Yugi— dije dando un largo respiro. —Es solo tu boda, nada más— aclaré tratando de convencerme.

—¿Nervioso?— me sobresalte al escuchar aquella voz.

Solo respondí girandome con sorpresa captando mi atención a Ishizu, quien se encontraba vistiendo un elegante y hermoso vestido de gala.

—Y-Yo...— apenas y podía formular una palabra.

Esta respondió soltando una pequeña carcajada, me avergoncé aun más, podía sentir como mi rostro cada vez se teñía de un color brillante.

—Esta bien, es normal estar nervioso. Si no lo estuvieras, de que sirve planear todo esto— respondió con voz serena.

Se acercó a mi mientras acomoda delicadamente mi moño color violeta, sonríe satisfecha después de unos segundos de trabajo.

—Vamos, es hora de ir a la recepción— toma mi brazo entrelazandolo con el de ella.

Salimos de la habitación, solo se escuchaban los tacones y mis suelas de los zapatos por los pasillos, eso me hizo tranquilizar un poco, llegamos hasta la habitación donde esperaría y recibiría las felicitaciones de los invitados.

Me quede asombrado ante la decoración de esta, se veía bastante lujosa y detallada, donde se podía notar un sofá de alta costura adornado con flores del nilo y velo blanco adornando el techo, una gran mesa donde dejarían los regalos y una cámara a la mitad de la habitación.

—Me alegra que te haya gustado mi regalo— respondió entre risas mientras me miraba.

Respondí con un sonrojo, es cierto que Ishizu y yo no somos los mejores amigos pero, que haya hecho esto por mi es tan... Hermoso.

—Es perfecto, gracias— solté con voz tímida.

Ella sonrió guiándome al sofá, me senté en el.

—Quedate aquí, los invitados llegarán y vendrán en grupos de tres o menos a felicitarte— recordó. —La mayoría de ellos son buitres de la empresa, por favor sonríe mucho, se tomarán fotos contigo y hablaran, aguanta hasta la ceremonia.

Me instruyó mientras salía lentamente de la habitación.

Es un poco gracioso ver como ella y Yami hablan así de las personas con quien tienen conexiones.

—¡Ahí estas!— me dirigí hacia la voz.

Mana y Mahad entraban a la habitación, con un regalo en mano, mientras que Mahad lo dejaba en la mesa, Mana corría hacia mi con locura.

—¡Estoy tan feliz de que este día haya llegado!— dio saltos de emoción antes de abrazarme con fuerza.

—Y-Yo... No respiro— fue lo único que pude decir.

Se disculpo varias veces luego de soltarme, me hacia gracia verla feliz. Mahad se acercó.

—Felicitaciones, Yugi— dijo mientras me dio un cálido abrazo. —Asegúrate de ser muy feliz.

Después de una corta charla salieron de la habitación, más invitados llegaron con regalos de lujo y charlas sobre mi papel en la empresa. Casi no pude entender a lo que decían.

Ni siquiera los conocía pero aquí estaban, mandando sus más deseos y felicitaciones. Es gracioso como esta gente puede llegar a tanto solo para tratar de llegar a Yami.