Eight

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SeHun suspiró. Solía ser paciente, pero en esos momentos estaba deseando que JongDae lo llamase y le contase qué había averiguado.

–SeHun, ¿te pasa algo? –pregunto JunMyeon sacándolo de sus pensamientos.

SeHun levantó la cabeza y vio a JunMyeon cerrando las puertas del establo antes de acercarse a él.

–No, te estaba esperando. –le respondió SeHun, poniéndole un brazo alrededor de los hombros. Decidió que había llegado el momento de que hiciesen algo juntos que no fuese trabajar–. ¿Te apetece ver una película esta noche? –oferto SeHun.

–Por supuesto, pero no sé si nos vaya a dar tiempo de ir a la cuidad, ver la película y volver antes del amanecer. –dijo JunMyeon dubitativo.

SeHun se echó a reír.

–Estaba pensando hacer unas palomitas en el microondas y verla en casa. Pago el servicio de Netflix. –ofreció SeHun.

–Suena bien. –respondió JunMyeon sonriendo–. Hace tanto tiempo que no veo una película que no recuerdo ni cuándo fue.

–Entonces, decidido. –sonrió SeHun.

SeHun miró a JunMyeon y pensó que le gustaba que le hiciese sonreír. ¿Por qué no había pensado en tener algún detalle con JunMyeon hasta entonces?

Quiso pensar que era porque había estado muy ocupado trabajando, pero lo cierto era que hacía tanto tiempo que no salía con un doncel que había perdido la práctica. Ni siquiera se había planteado que, para conocer mejor a JunMyeon, tal vez podría cortejarlo un poco.

SeHun intentó recordar la última vez que había tenido una cita. ¿Hacía un año? ¿O año y medio? Frunció el ceño. No podía contar la noche del verano anterior en la que había salido a tomar una cerveza con Chanyeol y había estado con un pelirrojo. Porque aquello era lo único que recordaba de ese chico, que era pelirrojo.

También era cierto que no había tenido la oportunidad de salir con muchos donceles. Trabajaba muy duro y vivía a hora y media, casi dos si conducía a la velocidad establecida, del pueblo más cercano.

Pero eso nunca le había importado. Al menos, hasta que había cumplido los treinta años y se había dado cuenta de que iba a necesitar un heredero para el rancho. El caso era que había encontrado a un esposo hermoso e iba a pasar tiempo con él, al menos, hasta que JongDae le enviase su informe.

–¿Qué película has escogido? –le preguntó JunMyeon durante la cena.

Mientras JunMyeon ayudaba a Yunho a terminar de preparar la comida, SeHun había ido al salón a ver la lista de las películas disponibles en la plataforma de Netflix.

–He pensado que no querrías ver una de terror. –comentó SeHun sonriendo.

JunMyeon negó con la cabeza.

–No, tengo que admitir que no.

–No te preocupes, hay una comedia romántica que me parece que te va a gustar. –aseguro SeHun.

–¿Vas a verlo con nosotros, Yunho? –preguntó JunMyeon, girándose hacia el otro hombre.

Este sonrió y negó con la cabeza.

–No. Estoy cansado, así que me iré a la cama en cuanto cargue el lavaplatos. –señalo Yunho fingiendo un bostezo.

–¿Estás seguro? –insistió JunMyeon, que no quería dejarlo fuera.

–Estoy seguro. Y tampoco cuenten conmigo para el sábado por la noche. Es la noche que salgo a jugar al póker y a beber cerveza con mis amigos. –dijo Yunho con una sonrisa–. No volveré hasta el domingo por la mañana.

BROKEBACK MOUNTAINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora