La hostilidad entre ambos hombres era innegable y JunMyeon tuvo la sensación de que él era el causante del problema. Era probable que Yunho no hubiese aprobado el método de SeHun para buscar esposo.
–¿Quieren que los deje solos unos minutos? –preguntó JunMyeon–. Puedo subir y empezar a deshacer las maletas.
SeHun negó con la cabeza.
–No será necesario JunMyeon. –SeHun le ofreció una silla y luego se sentó a la cabeza de la mesa–. Yunho siempre se pone así en invierno. Odia estar encerrado en casa y piensa que, si él está de mal humor, todo el mundo tiene que estarlo. –regaño SeHun.
–No hables como si no estuviese aquí. –protestó el otro hombre, acercando la cazuela para servir la cena–. No es nada sofisticado, pero está bueno y hay mucha cantidad.
–Huele muy bien, Yunho. –repitió JunMyeon sonriendo–. Estoy seguro de que está delicioso.
No sabía por qué, pero le había caído bien Yunho. Parecía una buena persona.
–¿Cómo han ido hoy las cosas por aquí, Yunho? –preguntó SeHun–. ¿Ha surgido algo de lo que deba ocuparme?
–Kai ha llamado esta tarde. Al parecer, la yegua que está preñada va a parir esta noche. –comentó Yunho mientras le servía estofado a JunMyeon–. Varios de los hombres están con gripe, y Kai tampoco tenía buena voz.
SeHun frunció el ceño.
–¿Y está con la yegua ahora?
–Sí. Ha dicho que se quedaría con ella hasta que volvieras tú –continuó Yunho sirviéndole más estofado a JunMyeon.
Esté abrió mucho los ojos. A pesar de que tenía muy buena pinta, no iba a poder comérselo todo.
–Lo siento, Yunho, pero es demasiado para mí. –dijo JunMyeon esperando no ofenderlo.
–¿No tienes hambre? –preguntó SeHun.
–Mucha, pero nunca como tanto. –explicó JunMyeon.
–No me digas que eres de las que come como un pajarito. – dijo SeHun con desaprobación.
–Tengo buen apetito, pero, sinceramente, aquí hay suficiente para alimentar a un ejército hambriento. –replico JunMyeon sonrojado.
SeHun e echó a reír.
–Come lo que quieras y deja el resto. –SeHun agito la mano sin ganas.
–No puedo hacer eso. Sería desperdiciar la comida. –grito JunMyeon.
Ambos hombres se miraron divertidos y luego SeHun tomó el plato de JunMyeon y le dio el suyo vacío a Yunho
–Yo me comeré este. –dijo SeHun sonriendo–. Dile a Yunho cuánto quieres.
JunMyeon no supo lo que les parecía tan divertido, pero al menos parecían menos tensos, y eso lo alivió.
Mientras cenaba el estofado más delicioso que había probado en toda su vida, escuchó atenta cómo SeHun hablaba con Yunho acerca de lo que haría mientras sus hombres estuviesen con gripe.
–Yo me ocuparé de ir a ver al ganado a los pastos. ¿Crees que podrás alimentar tú a los caballos? –pregunto SeHun.
–Tal vez me esté haciendo viejo y tenga un poco de artritis, pero por supuesto que podré alimentar a los malditos caballos.
–Bien, JunMyeon. Tú te encargarás de mezclar el sucedáneo de leche y de alimentar a las crías. –le dijo SeHun, girándose a mirarlo.
JunMyeon se sintió mal. Ni siquiera sabía lo que tendría que hacer. Por suerte, antes de que pudiese responder, sonó el teléfono y SeHun se levantó a responder.
ESTÁS LEYENDO
BROKEBACK MOUNTAIN
FanfictionOh SeHun tiene un rancho en las montañas de Corea del Sur. hace años tuvo un novio que conoció en seúl. Lastimosamente, esa relación le dejo un mal sabor en la boca, por lo que, ahora decidió buscar un esposo de una forma peculiar. El empresario Le...