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-Lo que tenga que pasar pasará -repitió Sandra en un tono reflexivo-. Pues muy bien, así será y aquí estaré yo para verlos.

-No, porque no estás aquí, estás más lejos que nunca... No sé cómo comenzó este acercamiento pero no me gusta como estás haciendo las cosas ahora para alejarnos.

-A mí tampoco me gusta lo que hace señorita... Y no puedo decir nada porque -soltó una carcajada irónica- está claro que no estamos en la misma página, probablemente es diferente hasta el libro. Así que viva su vida, sea feliz y siga fingiendo que no entiende nada, cuando lo haga ya no estaré aquí -dijo y me miró de arriba a abajo lentamente de una forma triste como si se estuviera despidiendo-. Bueno, con su permiso...

Yo estaba rota por dentro pero convencida de que nunca más buscaría acercarme a ella aunque estuviera muriendo por dentro si ella había decidido acabar esa "amistad" sus razones tendría pero yo realmente no fingía nada. A ella no la entendía, solo comprendía y no del todo, lo que sentía a su lado y estaba convencida de que no quería perderla mas no sabía si todo era un juego o no, s yo la quería o si ella me quería a mí como algo más que profesora y alumna. ¿Me habría pasado yo probándole fuerza? No sabía pero me parecía absurdo que no se diera cuenta de lo poco que me interesaba el tal Marcos. Pensé que era un juego obvio para picarnos, no tenía que ser así de extremista. Sandra podía ser muy fría y dura cuando se lo proponía y no estaba dispuesta a pasar por la humillación de ser rechazada nuevamente, ¿para qué? ¿Para ser amiguita de una profesora? No merecía la pena.

Bastaba | Temática Lésbica | Completa |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora