Capítulo 17

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Brandon

Me fijé en el celular que tenía en la mesa y lo guardé observando por última vez en  la barra de notificaciones el mensaje de Eva, no quería hablar con ella mucho, estaba intentando quitarme la culpa  siento por haber dejado a Ciara, pero no podía pensar en nada más.

Mi cerebro odiaba a Eva, pero mi cuerpo no.

Estaba intentando llenar el vacío emocional que había dejado la partida de Ciara, intenté ser bueno con Eva, hacer que nada pasara, pero mi mente sabía que ella no era Ciara, y eso lo tenía muy claro.

Estar cerca de ella me hacía viajar nuevamente a la última vez que nos vimos, y mi cuerpo se llenó de ira ciegamente. No quería estar más a su lado, pero quería olvidar a Ciara.

Por otro lado, ella me había eliminado de todas sus redes sociales, intenté llamarla, pero parecía que también me había bloqueado por ahí, quería arreglar lo que pasó, pero ella no quería saber nada de mí, y eso en alguna parte de mi dolía, aunque no la un a obligar a hacer algo con lo que no se sintiera cómoda.

Sólo quedaba intentar olvidarla poco a poco.

La puerta de mi oficina se abrió abruptamente y me enfoqué en la figura femenina que se posó frente a mí.

Era Vicky, con los brazos cruzados muerta de la rabia. Lo sabía.

—¿Quién crees que eres para interrumpir así en mi oficina? —Levanté la cabeza y acaricié la barbilla.

Ella mordió sus labios y apretó los puños preparándose para hablar.

—Yo soy quien debería estar allá en la casa de la mujer—Tembló conteniendo las lágrimas—. Sabes que yo sería una mejor primera dama que esa maldita mercenaria ordinaria.

Sonreí levemente y cerré mi portátil.

—No serás una primera dama honorable, Victoria. No confundas las cosas, lo que pasó hace tres años se queda allá en el pasado, estaba ebrio y tu te aprovechaste de la situación. Entonces no quiero que insultes ni trates de hacerme la vida imposible a mi esposa porque te las vas a ver conmigo.

Su barbilla tembló y sus lágrimas comenzaron a salir a flote.

—¡Me deseaste esa noche! —Gritó eufórica—. Gemiste y te corriste diciendo mi nombre. ¿Cómo puedes decirme que nada de eso fue real, Brandon? 

—Estaba borracho, Victoria. Sabes que no estaba en mi mejor momento.

—Pudimos haber funcionado como pareja, solo tenías que dejarte llevar por el momento—Sollozó—. Ahora odio a tu maldita esposa, al menos Ciara me agradaba porque era una estúpida que no se daba cuenta de nada, pero Eva no es así, es una maldita corriente sin clase, ni estilo. ¿seguro quieres eso para tu vida?

¿En serio estaba diciendo que Eva no tenía clase?

¿La misma Eva que desde que anunciamos nuestro compromiso ha estado saliendo en las revistas de gardenia por su elegancia al vestir y  al dirigirse a su pueblo?

—Solo quiero que olvides lo que pasó, y perdón por confundirte ese día. No quiero que hables más de este tema, no quiero más comentarios denigrantes hacia Eva ni hacia nuestra relación. Advertida estás.

Tragó saliva y asintió con temor.

—Espero que sean muy felices, y ojalá que tú matrimonio no se convierta en una pesadilla.

Salió de allí refunfuñando y yo solo la ignoré, no estaba de ánimo para soportar las estupideces que tenía que decir, siempre que abría su boca era una pérdida de tiempo.

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