Capítulo 5

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Eva

Ajusté mis botas negras, me levanté de la silla y tomé la pequeña cartera que estaba en el escritorio de mi oficina, volteé a ver a Noah y se estaba terminando de arreglar la corbata del traje. Abajo estaban esperándonos, ya que un auto del juzgado había salido con Rufus, Levy y Becca.

—Te ves bien—dije arreglando su corbata un poco.

—Tu también, el negro es tu color.

Me ví en el espejo y sonreí, llevaba unos jeans, botas negras, blusa blanca y chaqueta de cuero, no quería un vestido para hoy.

—Tenemos que bajar ya, nos están esperando.

Noah tomó mi bolso y ambos bajamos hasta la entrada donde muchos guardias de asuntos sexuales estaban en la entrada para protegernos, nos subimos al auto y arreglé un poco mis lentes.

—Charles ya está allá y habló con Levy. Sabe que no puede decirle nada a nadie sin que él esté presente.

—Esperemos que todo salga bien, el padre de Levy me llamó anoche y créeme que no fue nada lindo.

—¿Qué te dijo?

—Dijo que si dejaba que le hicieran algo a su precioso nene me haría ver el infierno aquí en la tierra—Recordé el descarado mensaje—, no es mi culpa que su hijo sea un idiota.

—No quiero que toquen a Levy, pero si algo te hace su padre el que va para el infierno será otro.

Los siguientes minutos del trayecto ambos nos quedamos en silencio hasta llegar al juzgado. La policía nos escoltó hasta adentro y tomamos asiento en las primeras bancas donde separado de nosotros estaba Levy con Charles.

Rufus estaba detrás de nosotros con su vista fija en Becca que estaba en el estrado. Ella estaba con lágrimas en sus ojos y se podía notar lo tenso que estaba su cuerpo, al verla allí me acordé de cuando Kent abusó por primera vez de mí y justo sentí como mi pecho se apretó.

—Una vez aquí, usted dirá la verdad y nada más que la verdad—Dijo el juez antes de comenzar.

—Lo juro.

Charles se levantó de su silla y caminó hacia donde Becca para comenzar sus preguntas.

—Buenos días, Becca. ¿Cómo estás?

—Buenos días, señor Williams. ¿Muy bien usted?

—Me alegro de que esté bien—Dijo en un murmullo—, ahora centrándonos en el tema, ¿Usted tiene alguna relación con el acusado?

—Somos amigos.

—¿De dónde se conocen?

—De la academia, ambos entrenamos juntos y nos conocimos cuando entramos por primera vez allí.

—¿Antes habían tenido algún inconveniente?

—No, nunca peleábamos, siempre estábamos hablando porque compartimos el mismo grupo de amigos.

—¿Me puede decir que pasó esa noche?

Ella asintió, y respiró profundamente.

—Rufus y yo habíamos tenido una pequeña discusión, y entonces me fuí lejos de él, entré a un pequeño bar donde estaba Levy y ambos bebimos varias copas de vino hasta que yo comencé a ver borroso, le pedí que me llevará de vuelta a la academia, pero no hizo caso, entonces me dió un beso y…y…—Tartamudeó apretándose las manos, tratando de recordar.

—¿Y? ¿Qué más pasó?

—Y no sé cómo llegué a su cama—Agachó la cabeza.

—¿Tiene otro recuerdo?

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