Capítulo 1

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Brandon

Observé por la ventana el paisaje que me daba Gardenia, y me moví en la cama con cuidado sintiendo el pequeño cuerpo a mi lado, me fijé en la mujer que estaba durmiendo en mis brazos y besé su coronilla sintiendo como se movía lentamente.

—Buenos días, amor—Murmuró Ciara cerca a mis labios.

—¿Cómo amaneces? —Pregunté levantándome de la cama.

—Bien, lista para comenzar el día.

—Genial, tenemos poco tiempo para vestirnos ya que tengo que regresar a la central.

—Si, si, ya sé.

Ambos nos encaminamos al baño y Ciara encendió la ducha, tomó mi mano invitándome a bañar con ella y no me negué. Me echó jabón por todo el cuerpo y también hice lo mismo tocando su pequeña espalda, pasé mis dedos por la cicatriz que tenía allí y la sobé como si le doliera, aunque ya llevaba tiempo con eso ahí.

No se estremeció como las otras veces, lo que me hizo entender que ya estaba dejando su pasado atrás.

Encendí la ducha y besé su cuello sintiendo el agua recorrer nuestros cuerpos, duramos unos minutos sacando el jabón hasta que ambos estuvimos listos para salir. Ella sacó la ropa de la pequeña maleta que había traído la noche anterior y comenzó a vestirse delante de mí sin decir ni una sola palabra, yo también hice lo mismo con mayor rapidez, terminando de vestirme para empezar un nuevo día de trabajo.

—¿Pasarás por mí en la noche? —Dijo buscando su cartera por toda la habitación.

—Si, quedamos en que saldríamos a cenar.

—La última vez que me dijiste eso y me quedé esperando en mi casa por horas hasta que me quedé dormida.

—Ya sabes que fue lo que pasó.

—Lo sé, pero me hubieras avisado con anticipación para no haber tenido que arreglarme y quedarme sentada en la sala de mi casa.

—No volverá a suceder, cariño.

—Si lo vuelves a hacer no voy a salir contigo nunca, en los eventos públicos serás un hombre soltero, Brandon—Dejó claro.

Me apliqué un poco de perfume y negué escuchando sus quejas, Ciara odiaba que la dejara plantada.

—Ya lo sé, y no he dejado de pedirte perdón desde hace meses, Ciara.

—Porque no puedo olvidarlo—Sonrió—, ahora vámonos que no están esperando, ya Herus está abajo.

Tomé mi teléfono y ambos bajamos las escaleras del apartamento, salimos de allí y nos encontramos con Herus leyendo el periódico. Las puertas del auto se abrieron y nos adentramos en el auto.

—¿Novedades? —Pregunté ajustando mi Rolex.

—Atentando a la base militar de Ralex, dos soldados muertos y ocho heridos.

—¿No saben quién lo hizo?

—Lo esperan en la central para hablar de ello.

Estos años habían estado llenos de sangre, muerte y asesinatos. Desde que me había posicionado como coronel del CEDETM las amenazas habían comenzado a llegar una tras otra, mi cabeza tenía precio en varias mafias, pero todavía no habían podido atacarme. El antiguo coronel que tenía este ejército tenía nexos con la mafia y por ello lo desterraron del puesto y lo extraditaron del país. Algunos criminales no quedaron contentos con ello y mandaron un paquete privado a asuntos internos, era una foto mía llena de varias balas, a lo que tuvieron que actuar y comenzaron a ponerme escoltas.

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