Epílogo

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CUATRO AÑOS DESPUÉS

Eva

Si me hubieran dicho que después de sufrir tanto por querer buscar mi felicidad iba a tener tres pequeños niños que correrían por la casa, no lo creería.

Ahora me encontraba aquí, cuatro años después con tres hijos a los que cuidar y atender.

—Mamá, quiero mi pastel—Dijo Evan señalando su pastel de cumpleaños.

—Es mío—Peleó Ethan intentando acercarse a su hermano en su sillita alta de comer.

—Ese lo mando a hacer papá para mí—Completó Brianna con una sonrisa.

Los tres eran un caos juntos, siempre se metían en problemas.

—Todavía no podemos partirlo, amores. No han llegado los invitados y ustedes no se han cambiado la ropa, necesito que me ayuden y se dejen arreglar—Me acerqué a los tres y les abrí las sillitas para bajarlos.

Salieron corriendo hacia las escaleras, e intenté correr con ellos, pero era imposible. Ya estaban siendo ágiles.

—¡Cuidado! —Les grité corriendo escaleras arriba a la habitación que aún compartían.

Se subieron a las camas y comenzaron a saltar gritando mientras Ethan se bajaba para poner música en el iPad que estaba en la mesa de juegos. Diamonds de Rihanna comenzó a sonar y enseguida saqué mis dotes de mamá para cambiarlos con rapidez.

Entre risas y cantos, los tres quedaron listos para ir al jardín donde tenían que esperar a los invitados. Me asomé por la ventana de la habitación de mis hijos y encontré a Brandon haciendo los últimos arreglos de la fiesta, me dió una sonrisa e hice señas para que recibiera a los niños mientras yo me arreglaba.

Los pequeños desaparecieron de la habitación y enseguida fuí a la mía para comenzar a cambiarme.

Ví la foto de nuestra mesa de noche y sonreí, ahora no veía mi vida sin Evan, Ethan, Brandon y Brianna. Ellos eran mi complemento.

Mi embarazo fue la mejor etapa, el sentir como tres pequeños seres diminutos crecían dentro de mí, me llenaba de felicidad.

Al inicio todo fue tranquilo, la cesaría, el llegar a casa y tener la ayuda de Brandon para todo. Aunque nuestras madres también ayudaron bastante en mi proceso de post parto. Tener tres niños recién nacidos en la casa no iba a ser fácil, pues si le daba pecho a dos, quedaba faltando uno, pero Brandon siempre encontraba la solución a todo.

Era algo que amaba de él.

Gracias a su ayuda las cosas con los bebés fueron más fáciles.

Por otro lado, la madre biológica de Brandon quiso hablar con él, y recordarle que era lo peor que le había pasado en la vida, detestaba a Braulio y nunca iba a cambiar de opinión. No volvimos a saber nada de ella, ni de Kent desde que los llevaron a una cárcel en Rusia.

Nuestra vida estaba tranquila y prefería que se quedará así.

Salí del cuarto de vestir y observé en el espejo la cicatriz de la cesaría. No me sentía mal por los cambios que habia tenido mi cuerpo, había traído al mundo tres vidas hermosas.

Después de tener a los trillizos me hice la ligadura de trompas, no deseaba ni me apetecía traer más hijos al mundo.

Me puse el vestido de verano color rosa pastel, mis sandalias de tacón, y arreglé mi cabello dejándolo suelto. Salí de la habitación luego de unos últimos arreglos y bajé las escaleras, caminé por la sala saliendo por la puerta grande que daba hacia el jardín donde estaban mis hijos corriendo con sus tías, aunque sonara raro así era.

Todos nuestros invitados estaban en las mesas y los únicos que estaban corriendo eran los trillizos, Leah y Kay. La hija de Sylvia estaba dormida en los brazos de su otra madre.

—¡Mami! —Gritaron Ethan y Evan cuando me vieron.

Brianna estaba pegada a la pierna de su padre, ellos dos se entendían solos.

—¿Podemos comer pastel ya? Mi abuelita Zoé está cerca al cuadro de nuestras fotos.

No me dió tiempo de responder, porque Brandon se había acercado y me envolvió en sus grandes brazos.

—Te ves hermosa hoy —Besó mis labios y alzó a Brian y Evan dejándome a Ethan para mí.

—los amamos mucho papis— los tres nos envolvieron en sus pequeños brazos y nuestras madres se acercaron con una sonrisa.

—Estos pasabocas están deliciosos—Dijo mi mamá comiendo uno de los snacks con queso.

—Los estamos esperando para la foto, sus padres están jugando con los balones de Evan y Ethan.

—Ya iremos, ¿Pueden adelantarse con los niños? —Los bajamos de nuestros brazos y enseguida se fueron con ellos.

Brandon me abrazó por la espalda mientras observaba a los niños correr.

—Me gusta ver lo que hemos construido juntos—Susurró en mi oído haciéndome cosquillas.

—A mi también me gusta ver cómo ha cambiado nuestras vidas desde que ellos están con nosotros.

—Gracias por darme a mis hijos, por estar siempre a mi lado y por hacerme el hombre más feliz. No dudé en elegirte porque para mí siempre serás la única mujer en mi vida, no le alcanza la vida para agradecerte por todo lo que tengo gracias a ti.

—Todo esto es de nosotros dos, juntos los hemos construido y hemos luchado por ello. Es de ambos.

Me volteé a verlo y le dí un beso.

—Te amo, y quiero estar a tu lado para toda la vida—Me devolvió el beso y todos aplaudieron.

Justo ahí supe que ya lo teníamos todo. Éramos felices a nuestra manera y ahora estábamos en la mejor etapa de nuestras vidas. Teníamos niños que cuidar, cosas que aprender y sobre todo miles de aventuras por vivir todos juntos.

FIN

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Llegamos al final de esta hermosa historia 😭. No lo puedo creer aún, después de haber empezado hace poco ya estoy acabando mi primera trilogía.

Soy lágrimas. Está trilogía me marcó demasiado.

Quiero agradecerles a todas las que estuvieron siguiendo esta historia desde el comienzo, muchas gracias por tener paciencia conmigo y con las actualizaciones tan lentas que daba, gracias por no presionarme y por estar ahí esperando cada día más emocionadas un capítulo.

Está historia ya llegó a su fin, y estoy feliz con lo que evolucioné escribiendo este libro. Me llevo todos los recuerdos de Eva y Brandon.

Solo quería agradecer mucho, y gracias por seguirme. Nos leeremos pronto con otra historia nueva. Cuidense.

Con amor,

Shar 🥰

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